7 noviembre, 2010El KMWU alcanza por primera vez un acuerdo en Corea mediante el cual un empleador contrata directamente con carácter permanente a trabajadores irregulares despedidos.
COREA: El Sindicato Coreano de Trabajadores Metalúrgicos (KMWU) logró una importante victoria para los trabajadores precarios en Corea, en un acuerdo alcanzado con Kiryung Electronics el 1 de noviembre de 2010.
Las trabajadoras empleadas en situación precaria en Kiryung Electronics formaron un sindicato en la factoría en julio de 2005. Después, el 24 de agosto de 2005, miembros del KMWU iniciaron una huelga, al no proceder la compañía al empleo directo y despedir, en cambio, a trabajadores cedidos ilegales que, según alegaba la compañía, eran subcontratados.
En un acuerdo concertado el 1 de noviembre, la compañía prometió contratar a los 10 miembros sindicales restantes en huelga en Kiryung Electronics con carácter permanente. Ambas partes han convenido en retirar las demandas judiciales sobre el caso, y los trabajadores pusieron fin a su sentada el mismo día.
El acuerdo es particularmente significativo, por ser la primera vez en Corea que un empleador decide contratar directamente para puestos permanentes a trabajadores irregulares despedidos.
Se trata de la segunda victoria importante para los trabajadores precarios y el KMWU este año, que sigue una estrategia de sindicación de los trabajadores precarios desde hace varios años. Anteriormente, en julio, el Tribunal Supremo del país falló a favor de un trabajador irregular en Hyundai Motors, que fue despedido en febrero de 2005 por actividades sindicales, cuando trabajaba para un subcontratista interno en la factoría de Hyundai en Ulsan desde 2002.
La situación que afrontan los trabajadores en Kiryung Electronics y los trabajadores en la factoría de Hyundai en Ulsan está incluida en una queja que el KMWU, el KCTU y la FITIM presentaron al Comité de Libertad Sindical de la OIT en 2006, documentando cómo la relación de trabajo ilegal y encubierto se utiliza habitualmente en Corea para impedir que los trabajadores formen sindicatos y negocien colectivamente, en violación del Convenio sobre libertad sindical de la OIT. La OIT formuló una recomendación en favor de los trabajadores en 2008 y 2009 que ha sido ignorada hasta ahora por el Gobierno coreano.