14 agosto, 2010Una abogada internacional sobre derechos humanos se une a la FITIM y a la FEM como observadora en la audiencia. El juez aplaza las deliberaciones hasta el 25 de octubre, pero ordena también citaciones policiales de los testigos de la empresa. El sindicato responde: "Justicia aplazada es justicia negada".
TURQUIA: El 4 de agosto, el Tercer Tribunal del Trabajo de Uskudar aplazó hasta el 22 de octubre la vista sobre el despido injusto de 11 trabajadores de Sinter Metal entre los 394 trabajadores represaliados con el despido por unirse al afiliado a la FITIM, Birleşik Metal-İş Sendikası.
El 6 de agosto, el mismo juez aplazó también otra serie de casos de Sinter Metal hasta el 22 de octubre y, al parecer, el resto de la vista sobre el despido injusto - que continúa hasta el 27 de agosto- se aplazará igualmente por octava vez.
Un grupo de trabajadores de Sinter Metal, una abogada defensora de los derechos humanos de categoría internacional y un representantes de la FITIM y de la FEM asistieron al juicio como observadores e hicieron breves declaraciones a los principales medios de comunicación que cubrían la vista.
Los casos de readmisión de los centenares de trabajadores de Sinter Metal despedidos - para los que se pide "trabajo, pan y derechos sindicales" con cierta urgencia - se han venido aplazando durante un año y ocho meses. En tanto que un trabajador comentó que al menos el fallo se aplazaba dos meses,y no cuatro o cinco (como en la demora de noviembre de 2009 a marzo de 2010 de que se informa aquí y de nuevo de marzo a agosto de 2010, de que se informa también aquí), esta realidad contrasta profundamente con el artículo 30 de la Ley de sindicatos en que se prevé que los tribunales han de aplicar el "procedimiento de vista rápida y concluir el caso en dos meses" en los casos de despido injusto.
El secretario general del Birleşik Metal-İş Sendikası, Selçuk Göktaş, expresó la angustia de los trabajadores de Sinter Metal diciendo:"Justicia aplazada es justicia negada", y el presidente de la confederación DISK, Süleyman Çelebi, dijo ante el tribunal: "este juicio es una farsa".
Los motivos oficiales del aplazamiento, como en los anteriores, es que cuatro testigos convocados por la compañía para testimoniar tampoco comparecieron esta vez en el tribunal. La decisión del juez de aplazar un dictamen es ostensiblemente dar a la compañía otra oportunidad de que comparezcan sus testigos, entre ellos la hija del propietario de la empresa, Olgum Tambag. Sin embargo, esta vez el juez ha ordenado la citación policial de esos testigos para la vista del 22 de octubre.
En estas últimas vistas de agosto, el abogado que representa a los trabajadores de Sinter Metal repitió su argumento de febrero de 2009 de que el testimonio de los testigos de la empresa no es crucial para el resultado del caso, porque la compañía presentó una "declaración de demandado" al tribunal a comienzos del procedimiento legal aduciendo que "Sinter Metal había asignado el trabajo a subcontratistas in situ con el fin de aumentar los beneficios". Como en el artículo 2 de la Ley laboral 4857 de Turquía se prohíbe a las compañías confiar producción principal a subcontratistas, el juez que reciba esa "declaración de demandado de Sinter Metal debe rechazar, de entrada, la audiencia de los testigos de la compañía, puesto que la propia subcontratación de trabajo y el argumento de la compañía se basan en una actividad ilegal que quebranta la ley.
Desde la sindicación de los trabajadores, Sinter Metal despidió a 37 trabajadores los días 18 y 19 de diciembre de 2008. Como los 378 trabajaadores de producción siguieron reivindicando sus derechos, Sinter Metal dio por terminado su compromiso con las 9 compañías subcontratantes - todas copropiedad de Olgum Tambag y miembros de su familiza - e informó a los 341 trabajadores afectados que quedaban despedidos a través de un megáfono a las puertas de la factoría, el 22 de diciembre de 2008. Entre los 37 trabajadores de producción empleados directamente que quedaban en la planta, Sinter Metal descubrió a más miembros sindicales, y posteriormente despidió a otros 16 trabajadores, el 29 de enero de 2009.
La discriminación antisindical, y especialmente el despido injusto, a falta de un recurso rápido, es una de las más graves violaciones de la libertad sindical, pues menoscaba la propia existencia de los sindicatos; sin embargo, el despido de los trabajadores de Sinter Metal no es un caso aisladado, y el despido como represalia es la forma más común de debilitar los derechos de los trabajadores en Turquía.
Turquía es miembro de las Naciones Unidas y de la Organización Internacional del Trabajo, y está previsto que presida el Consejo de Europa en noviembre de 2010; además, aspira a ingresar en la Unión Europea. Turquía ha ratificado los Convenios núms. 87 y 98 de la OIT y el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos, en particular los artículos 6 (derecho a un proceso equitativo) y 11 (derecho de reunión y asociación). No obstante, los trabajadores en Turquía luchan por el ejercicio de sus derechos.
La observadora jurídica Sarah Hemingway - miembro activo del colegio de abogados independiente de Inglaterra y Gales y defensora de los derechos humanos de categoría internacional - y un representante de la FITIM y de la FEM asistieron al juicio como observadores. El informe sobre la observación del juicio se presentará a los órganos internacionales competentes.