15 julio, 2021Los días 12 y 13 de julio, más de 100 representantes sindicales de la industria automotriz de todo el mundo se reunieron en línea para enfrentar los desafíos del sector de forma colectiva.
Christine Olivier, copresidenta del sector y secretaria internacional del Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudáfrica (NUMSA), presidió el encuentro. Olivier reconoció que la pandemia ha afectado al sector y afirmó que los empleadores utilizaron a la COVID como excusa para informalizar a la fuerza laboral.
Según Ray Curry, presidente de United Autoworkers (UAW), los sólidos acuerdos en materia de salud y seguridad resultaron en que, durante la pandemia, muchos trabajadores estuvieran más seguros en el trabajo que fuera de este. Algunos productores de automóviles modificaron su producción para fabricar máscaras y respiradores.
El director de la industria, Georg Leutert, brindó una descripción general de los principales desafíos que enfrenta el sector automotor y los avances desde la última reunión importante del rubro, celebrada en 2019 en Düren, Alemania. La fusión de PSA y FCA para formar Stellantis, el cuarto grupo automotor más grande del mundo, trajo consigo un trabajo de coordinación sindical, mundial e integral, con el objetivo de lograr relaciones laborales sólidas con la empresa en el futuro, tanto a nivel europeo como mundial.
Leutert también habló sobre la importancia del nuevo acuerdo global sobre teletrabajo con Renault. Afirmó que la subcontratación en países de bajo costo, con peores condiciones y relaciones laborales, sigue siendo un problema importante en el sector, y mencionó varios ejemplos de ello en Serbia, Rumania y Turquía.
Rosa Omamo, secretaria general del Sindicato Amalgamado de los Trabajadores Metalúrgicos de Kenia, habló sobre la manera en que la solidaridad mundial puede cambiar la situación. Mencionó el caso del comité de empresa de VW, cuyo apoyo puso fin al trabajo a destajo en un fabricante subcontratado de Kenia.
Christine Olivier explicó que uno de los objetivos principales de la reunión era explorar las maneras de fortalecer a los sindicatos en toda la cadena de valor, con un enfoque particular en la cadena de suministro de baterías, que se extiende desde la minería artesanal, peligrosa e informal, hasta el sector de fabricación de automóviles, altamente organizado.
El secretario general adjunto de IndustriALL Global Union, Atle Høie, presentó un proyecto que IndustriALL llevará a cabo, con el apoyo de la Friedrich Ebert-Stiftung, para sindicalizar a la cadena de suministro de baterías y lograr que los trabajadores tengan voz y voto en los procesos de diligencia debida:
“Tenemos afiliados en toda la cadena de suministro: en las minas, las plantas de procesamiento químico, en la producción de baterías y el uso final, incluida la fabricación de automóviles. Los sindicatos en el área de fabricación de vehículos suelen ser fuertes, con una alta densidad y buenas relaciones con la empresa. Esto no es el caso en otros sectores. ¿Cómo podemos utilizar la influencia de los sindicatos más sólidos para sindicalizar y mejorar las condiciones en toda la cadena de suministro?”
Judith Kirton-Darling, de IndustriAll Europe, habló sobre el desarrollo de la legislación en materia de diligencia debida en Europa, y cómo esto da impulso a las campañas para regularizar las cadenas de suministro. El Dr. Fredrik von Bothmer, gerente de derechos humanos de Daimler, ofreció una perspectiva corporativa sobre la diligencia debida y expresó que las empresas son muy conscientes de tres factores: la presión de los interlocutores sociales, como los sindicatos y las ONG, la publicidad y el escrutinio de los medios, y la posibilidad de litigios estratégicos. Una legislación sobre diligencia debida claramente definida ayudará a las empresas a poder mapear sus responsabilidades.
Georg Leutert declaró:
“Todos nuestros afiliados a lo largo de las cadenas de suministro deben participar en la diligencia debida. IndustriALL hará un ejercicio de mapeo para identificar a los afiliados involucrados, capacitarlos y ayudarlos a hacer frente a las empresas con respecto a los riesgos de violaciones de los derechos sindicales básicos en sus cadenas de suministro”.