8 mayo, 2020Quinientos empleados de la filial marroquí de Veolia, Amanor, no pueden recibir ayuda estatal durante la pandemia de la COVID-19, ya que el empleador se niega a registrar a los trabajadores en la oficina nacional de seguridad social.
Amanor, una filial de la multinacional francesa Veolia, que opera en servicios de gestión de agua y desechos y energía, es responsable de los despidos masivos, incluido del líder sindical, la falta de pago de los beneficios contractuales, un ataque total al sindicato, y ahora un bloqueo de la ayuda estatal para 500 trabajadores porque la gerencia se niega a registrarlos para que puedan acceder a la seguridad social durante la pandemia.
El director del sector de IndustriALL Global Union, Tom Grinter, reclamó:
“¿Despedir trabajadores por exigir beneficios que no les fueron pagos? ¿Negarse abiertamente a respetar la legislación laboral nacional? ¿Evitar vengativamente que los trabajadores reciban ayuda estatal a causa de la pandemia? Repugnante. Veolia debe solucionar esto de inmediato”.
Los trabajadores de Amanor están sindicalizados en la Union Marocaine du Travail (UMT) y están contemplados en un acuerdo de negociación colectiva, firmado en noviembre de 2017. En octubre de 2019, la gerencia violó el acuerdo de negociación colectiva cuando dejó de pagar el beneficio de rotación de turnos de 571 dirhams (US$ 57). El mes siguiente, la gerencia dejó de pagar el beneficio de transporte de 250 dirhams (US$ 25), en un momento en que se adelantaron las negociaciones para un nuevo acuerdo de negociación colectiva.
El inspector de trabajo oficial consideró ilegales los recortes en los beneficios durante un proceso en el que el gerente general declaró abiertamente que no reconoce la legislación laboral marroquí.
Después de agotar todas las posibilidades de diálogo con la administración, el sindicato comenzó a protestar en diciembre de 2019. Se realizaron huelgas de advertencia con dos exigencias: la restauración de los beneficios eliminados y la integración oficial a la empresa matriz Veolia.
La intervención y mediación del gobernador de Tánger, y la UMT nacional no pudieron detener los ataques antisindicales de la gerencia. El secretario general del sindicato a nivel de empresa fue despedido sin motivo el 20 de enero, lo que provocó una huelga indefinida en todas las partes de la empresa y grandes protestas.
La gerencia continuó despidiendo a los trabajadores que intentaban poner fin a su lucha, lo que concluyó en el despido de diez representantes sindicales y simpatizantes a fines de enero.
Desde entonces, la empresa se ha negado a reincorporar a todos los trabajadores despedidos, lo que significa que la huelga indefinida ahora continúa en su tercer mes. Con Marruecos enfrentando la pandemia mundial, los 500 trabajadores afectados y sus familias enfrentan graves dificultades. Los trabajadores que protestan están presentes en las oficinas centrales de la empresa en Tánger-Tetuán y Rabat, exigiendo justicia.
Se ofrece ayuda del estado marroquí a los trabajadores de todo el país para superar la crisis por la pandemia. Pero esta ayuda no llega a los 500 trabajadores de Amanor y sus familias porque la gerencia de la empresa se niega a registrarlos en la oficina nacional de seguridad social.
La empresa matriz Veolia tiene compromisos a nivel global muy fuertes en materia de derechos humanos y sindicales, con el objetivo público de ampliar el acceso de sus empleados a los “mecanismos de relaciones laborales”.