22 noviembre, 2022IndustriALL's Kalyani Badola interviews Swasthika Arulingamrecently elected president of the Commercial and Industrial Workers Union (CIWU)
Entrevista Del nº2 de Global Worker Noviembre de 2022 | |
País: Sri Lanka Sindicato: Commercial and Industrial Workers Union (CIWU) Texto: Kalyani Badola |
¿Cómo llegó Ud. a ser sindicalista?
“Terminé mi carrera de Derecho en 2012, y luego, como abogada, me incorporé a la Comisión de Asistencia Legal de Sri Lanka (LAC). Esa Comisión brinda servicios de asistencia legal a sectores marginados de la sociedad que no pueden pagar por un abogado.
“Cuando me incorporé a LAC, esa comisión estaba comenzando un proyecto para establecer centros de asistencia legal en el norte y este de Sri Lanka, con el fin de ofrecer sus servicios a las comunidades afectadas por la guerra en la región. Como hablo tamil y una parte importante de la población de la zona es tamil, me pidieron que supervisara el proyecto. Durante ese período, pasé mucho tiempo con gente de la clase trabajadora del país, tratando de entender sus problemas y brindando apoyo donde fuera posible. Como yo residía fuera de Colombo, también formé parte del panel de asistencia legal en la zona. Esto me permitió tener contacto con trabajadores/as de las zonas francas y familiarizarme con la situación de los trabajadores/as industriales del país. Realizábamos trabajo gratuito sobre casos de violaciones de los derechos de los trabajadores/as en las zonas francas. Fue entonces que conocí a activistas sindicales del Sindicato de Trabajadores Comerciales e Industriales (CIWU). Mi ideología política se complementó con el trabajo que realizaba el CIWU, y en 2019 decidí incorporarme al sindicato. Desde ese entonces, he trabajado como activista sindical para el CIWU”.
¿Por qué es importante que los sindicatos cuenten con mujeres jóvenes como dirigentes?
“En 2021 propusieron que yo me incorporara al comité ejecutivo del sindicato. Consideraban que beneficiaría muchísimo al sindicato y a los trabajadores/as contar con una mujer joven en la dirigencia. Como soy feminista, estuve muy de acuerdo con ellos. Decidí participar en la elección, y me eligieron secretaria general adjunta. Lamentablemente, el presidente del sindicato, Linus Jayatilake, falleció a principios de este año. Después de su fallecimiento, el comité ejecutivo pidió que yo asumiera ese cargo. Y en julio de este año, asumí el cargo de presidenta del CIWU.
En Sri Lanka, como en todas partes del Sur de Asia, la mayoría de los dirigentes sindicales son hombres. Esto afecta significativamente el tipo de problemas de los cuales se encargan los sindicatos. Se nota que en sectores como la confección, que cuenta con un número sumamente alto de trabajadoras no calificadas y temporales, el tener dirigentes hombres hace que sea sumamente difícil plantear como problemas de la planta cuestiones como el trabajo nocturno, el acoso en el lugar de trabajo, incluyendo el acoso sexual, la brecha salarial de género, el transporte y el cuidado de los niños. Muchas veces no se considera que estos problemas sean laborales: los califican más bien como cuestiones que afectan a las mujeres, y en la mayoría de los casos no se les da prioridad.
“Aun cuando se plantean estos problemas, los hombres en puestos de dirigencia tienen una aproximación muy diferente. Por ejemplo, se trata el acoso sexual como si fuera un incidente único, pero no lo es: es parte endémica del proceso de producción. En cuanto al trabajo nocturno, los sindicalistas hombres suelen decir que las mujeres deben irse a casa temprano porque tienen que cuidar el hogar y a los niños. Así se ve cómo el patriarcado se desarrolla aun dentro de los sindicatos y en la formulación de los problemas que enfrenta la fuerza de trabajo.
“Con una situación así, una mujer que es activista sindical o que ejerce como dirigente puede lograr cambios muy importantes. Los sindicatos dirigidos por mujeres han demostrado un fuerte sentido de camaradería y espíritu colectivo. En los sindicatos dirigidos por hombres, los dirigentes asumen el papel de dioses mientras el resto de los sindicalistas sienten como que están suplicando por ayuda. En cambio, en los sindicatos que son dirigidos por mujeres, todos sienten que son parte del proceso. La cultura sindical cambia cuando en los sindicatos existen mujeres dirigentes. Aunque no ascendí a este puesto desde la base sindical, de todas maneras es positivo contar con una mujer que suena como ellas. Les permite esperar que algún día ellas puedan ser dirigentes”.
¿Cuáles son las dificultades que las mujeres jóvenes enfrentan en de los sindicatos?
“Tal como señalé anteriormente, el patriarcado se desarrolla incluso dentro de los sindicatos. Las mujeres sindicalistas enfrentan constantemente comentarios sexistas, acoso, y la subdelegación de tareas. Por lo general, las tareas administrativas mal pagadas son asignadas a mujeres, y el dirigente siempre es un hombre”.
¿Cómo han respondido los sindicatos, incluido el CIWU, a su elección como secretaria general?
““El CIWU me ha brindado mucho apoyo. A mí me tratan igual que a los demás dirigentes. Consideran que es una oportunidad para conformar nuevas políticas, organizar nuevas campañas, y lograr la integración de más gente joven. Pero, desde luego, se demorarán un poco para aceptar a una mujer dirigente en el comité encargado de tomar las decisiones. Nuestra sociedad cree que el ser firme y enérgica no es una característica que corresponde a las mujeres. Se supone que ellas deben ser serviles. El Consejo Nacional de Asesoramiento Laboral (NLAC) de Sri Lanka, del cual los afiliados de IndustriALL también son miembros, se estableció en 1995, pero recién ha acogido a su primera sindicalista mujer.
“Pero es que no se trata de una sola mujer. Necesitamos tener mujeres en todos los niveles. De los 15 miembros de nuestro comité ejecutivo, hay 3 mujeres. Esa cifra debe aumentar. Además, hemos de procurar hacer más que simplemente participar sólo de palabras en el proceso de toma de decisiones”.
¿Cómo es la situación actual de los trabajadores y trabajadoras de Sri Lanka?
“La crisis económica actual fue creada por la clase dominante. Cuando se introdujeron las políticas económicas neoliberales en 1977, no teníamos ninguna estrategia económica. La clase dominante quería apaciguar y complacer a empleadores individuales. No pensaron en métodos para reestructurar la economía en su totalidad. No se ha registrado crecimiento industrializado en el país. No hay trabajos decentes. Y la situación ha seguido deteriorándose. Ahora con Covid y la crisis económica actual, la economía está en el suelo.
“Los exportadores guardan sus caudales fuera del país. Los empresarios sólo se ocupan de sus propios intereses, y, por otro lado, la clase política no les exige rendir cuentas. La estructura económica actual debilita la legislación laboral para prolongar la victimización de los trabajadores y trabajadoras, eliminando la protección social, pagando sueldos miserables y destruyendo sindicatos. Las empresas están explotando a los trabajadores y trabajadoras, pero no hay nadie que proteste a la administración sobre sus prácticas de explotación. Donde existen convenios colectivos, la administración presiona a los sindicatos para que acepten acuerdos no satisfactorios o para que renuncien a tener algún acuerdo. Incluso dentro de NLAC, que es un organismo tripartito, la posición de los sindicatos es más débil, porque están presentes muchos empleadores y funcionarios del gobierno que son anti-sindicales.
“Los salarios se han estancado. No se pagan incentivos como horas extra, primas de asistencia, pasajes de transporte y otros, pero ha aumentado enormemente el costo de la vida. El mes pasado, la inflación de los precios de los alimentos alcanzó 94%. Estamos pagando tres veces más que antes por los servicios de agua, gas y electricidad. Los precios del transporte público y del combustible se han vuelto muy caros. Han aumentado los impuestos, tanto directos como indirectos. Los trabajadores y trabajadoras tienen que soportar una carga enorme. La vida se ha vuelto imposible. Se saltan las comidas porque ya no pueden pagar por los alimentos. La nutrición se ha visto gravemente afectada. Los niños no van a la escuela. Entonces, la situación en general es muy lamentable”.
¿Qué están haciendo los sindicatos ante esta crisis?
“Hemos organizado un programa de comedores comunitarios para sindicalistas en las zonas francas, reuniendo recursos para aliviar la presión económica que enfrentan trabajadores y trabajadoras individuales y sus familias. Hemos escrito al gobierno varias veces, pidiendo que se comunique con los sindicatos y convoque una reunión de NLAC para que en ese foro tripartito se puedan estudiar los problemas relacionados con los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
“Hemos exigido que se aumente el salario mínimo de 16.000 LKR (US$ 44) a 26.000 LKR (US$ 71). También exigimos un beneficio mensual de ayuda económica de 10.000 LKR (US$ 27) para todos los trabajadores y trabajadoras. Enviamos una carta al Foro Conjunto de Asociaciones del Sector de la Indumentaria (JAAF) solicitando que las marcas que adquieren productos de Sri Lanka sigan enviando pedidos a las fábricas de Sri Lanka para que la economía no se derrumbe aún más y los trabajadores y trabajadoras puedan conservar sus puestos de trabajo”.