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Trabajadores de Fiat en Italia despedidos en la lucha por derechos en el trabajo

21 julio, 2010Huelga de los trabajadores en protesta por el injusto despido de cuatro trabajadores de Fiat por oponerse a las propuestas de la compañía, incluidas amenazas de invertir sólo en producción si los trabajadores renuncian a condiciones y derechos.

ITALIA: El 16 de julio hubo una huelga de cuatro horas en el Grupo Fiat de Italia, organizada por FIOM-CGIL, afiliado a la FITIM, en reacción al despido injusto de cuatro trabajadores.

Un joven trabajador profesional no manual fue despedido de la planta de Mirafiori en Turín por haber distribuido por el correo electrónico interno de la compañía una carta de trabajadores polacos de Tychy expresando su solidaridad con la lucha de los trabajadores de la planta de Fiat en Pomigliano d'Arco, Nápoles.

En Melfi, dos delegados y un miembro de FIOM fueron despedidos por Sergio Marchionne, director ejecutivo del Grupo Fiat, alegando que los trabajadores obstaculizaban el trabajo en la planta durante una huelga contra la intensificación del trabajo.

Como protesta por los despidos, FIOM-CGIL convocó la huelga de cuatro horas en todo el Grupo Fiat, el 16 de julio, y anunció que impugnaría los despidos en los tribunales.

Las acciones de los trabajadores y la huelga subsiguiente se produjeron cuando Fiat pidió a sus trabajadores que hicieran grandes concesiones a cambio de invertir 700 millones de euros en la planta de Pomigliano d'Arco y de desplazar la producción de su modelo Panda más vendido de una factoría situada en Tychy (Polonia) a Pomigliano.

Pomigliano, que emplea a 5.000 trabajadores y produjo el año pasado 35.000 automóviles, es una de las cinco factorías de Italia y fabrica modelos para la marca de la compañía Alfa Romeo.

Los sindicatos de Italia se mostraron divididos en su respuesta a la propuesta de la compañía: cuatro se mostraron de acuerdo, pero el más importante,FIOM-CGIL, se negó a firmar y denunció que la propuesta era un "chantaje". FIOM-CGIL aduce que las demandas de Fiat, incluidas posibles sanciones por ausentimo y contra los huelguistas, incumplen el convenio colectivo vigente y son inconstitucionales.

Fiat, el mayor empleador del sector privado del país, amenazó con cerrar la planta de Pomigliano d'Arco, situada cerca de Nápoles, en la región de Italia meridional deprimida económicamente, si los trabajadores no aceptaban el acuerdo.

En una votación de los trabajadores en la planta de Pomigliano el 22 de junio, sólo el 62 por ciento de 4.642 trabajadores votaron a favor de la propuesta de Fiat de aumentar la productividad mediante una semana laboral de seis días, y de restringir las huelgas y limitar prestaciones existentes como los días de enfermedad.

Hablando sobre el despido de los cuatro trabajadores, Maurizio Landini, secretario general de FIOM-CGIL, declaró: "Fiat ha pasado del chantaje- - como en el caso de los trabajadores de la planta de Pomigliano, obligándoles a aceptar sus condiciones, incluido el recurso a la huelga, que es un derecho constitucional - a la represalia y la intimidación de los trabajadores."