28 enero, 2010Los participantes en el seminario conjunto REPAM-SPM en Belarús examinaron las amenazas externas e internas al desarrollo de los sindicatos, debatieron la falta de protección y métodos de creación de redes en las actividades sindicales.
BELARUS: Los sindicatos REPAM y SPM, afiliados a la FITIM, se reunieron los días 19 y 20 de diciembre de 2009 en Minsk para examinar la situación actual y elaborar nuevas estrategias. El plan original era reunirse en un centro turístico próximo a Minsk, pero, a pesar de que se había reservado las habitaciones, un empleado del hotel llamó al REPAM unas horas antes de la reunión diciendo que no había habitaciones libres. Es evidente que la dirección del hotel actuó por órdenes del Gobierno. Sin embargo, la reunión se celebró en la sede del REPAM, y los participantes se alojaron en diversos hoteles de Minsk.
Los participantes discutieron las relaciones entre el REPAM y la federación sindical nacional BKDP. Otro tema de la reunión fue el problema del registro legal de las organizaciones de la base. En tanto que para registrarse un sindicato en Belarús se necesitan 31 documentos, permanecer ilegal (es decir, sin registrarse) puede dar lugar a acusaciones penales y penas de prisión.
Entre las amenazas externas al desarrollo de los sindicatos figuran nuevas políticas gubernamentales agresivas (por ejemplo, aumentar el número mínimo de miembros requerido de un sindicato nacional de 500 a 7.000), contratos de trabajo de corta duración, invención de casos penales contra líderes y activistas sindicales y otras provocaciones de la policía y órganos estatales.
Entre las amenazas internas al desarrollo de los sindicatos cabe citar la falta de una clara ideología sindical, diferencias entre afiliados a la BKDP como grandes sindicatos ampliamente reconocidos, entre ellos el BNP, y organizaciones militantes sometidas a gran presión como el SPM y el REPAM, y el envejecimiento de miembros sindicales.
Los participantes discutieron de las campañas de solidaridad como medio de proteger a los activistas sindicales. También se expuso la idea de organizar una red de voluntarios y partidarios que no son miembros, porque pertenecer a un sindicato puede causar a veces grandes problemas en Belarús. La tarea consiste en movilizar a 2.000 de esos activistas.
Otra estrategia propuesta para proteger a los activistas sindicales despedidos es ayudarles a conseguir empleo en otros países, como Polonia, Lituania y Rusia. A sus hijos se les debe ofrecer la oportunidad de estudiar en el extranjero, lo que reforzará el sentimiento de solidaridad y apoyo en el movimiento sindical.
Los miembros de la base y los líderes sindicales consideraron que la reunión fue un gran éxito.
Los participantes discutieron las relaciones entre el REPAM y la federación sindical nacional BKDP. Otro tema de la reunión fue el problema del registro legal de las organizaciones de la base. En tanto que para registrarse un sindicato en Belarús se necesitan 31 documentos, permanecer ilegal (es decir, sin registrarse) puede dar lugar a acusaciones penales y penas de prisión.
Entre las amenazas externas al desarrollo de los sindicatos figuran nuevas políticas gubernamentales agresivas (por ejemplo, aumentar el número mínimo de miembros requerido de un sindicato nacional de 500 a 7.000), contratos de trabajo de corta duración, invención de casos penales contra líderes y activistas sindicales y otras provocaciones de la policía y órganos estatales.
Entre las amenazas internas al desarrollo de los sindicatos cabe citar la falta de una clara ideología sindical, diferencias entre afiliados a la BKDP como grandes sindicatos ampliamente reconocidos, entre ellos el BNP, y organizaciones militantes sometidas a gran presión como el SPM y el REPAM, y el envejecimiento de miembros sindicales.
Los participantes discutieron de las campañas de solidaridad como medio de proteger a los activistas sindicales. También se expuso la idea de organizar una red de voluntarios y partidarios que no son miembros, porque pertenecer a un sindicato puede causar a veces grandes problemas en Belarús. La tarea consiste en movilizar a 2.000 de esos activistas.
Otra estrategia propuesta para proteger a los activistas sindicales despedidos es ayudarles a conseguir empleo en otros países, como Polonia, Lituania y Rusia. A sus hijos se les debe ofrecer la oportunidad de estudiar en el extranjero, lo que reforzará el sentimiento de solidaridad y apoyo en el movimiento sindical.
Los miembros de la base y los líderes sindicales consideraron que la reunión fue un gran éxito.