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Nueva ley de Bielorrusia (Belarús) podría causar la disolución del sindicato REPAM

16 octubre, 2007El sindicato REPAM, afiliado a la FITIM, podría enfrentarse pronto a dificultades adicionales en la sindicación de trabajadores en Bielorrusia, si el régimen de Lukashenko aprueba el nuevo proyecto de Ley de sindicatos.

BIELORRUSIA: El Parlamento bielorruso se dispone a debatir una nueva Ley de sindicatos, que daría el monopolio de poder a los sindicatos patrocinados por el gobierno. Según una declaración pública del funcionario adjunto al presidente de Bielorrusia, Aleksandr G. Lukashenko, se está redactando ya una nueva ley, que será sometida a consideración del Parlamento durante su período de sesiones de otoño, que empezó el 2 de octubre de 2007.

Según REPAM, afiliado de la Federación Internacional de Trabajadores de Industrias Metalúrgicas (FITIM), la nueva ley sólo permitiría a los sindicatos afiliar trabajadores de ramos industriales y profesiones similares. Sin embargo, la ley no contiene ninguna indicación clara de quién determina el grado de similitud y sobre qué base, abriendo así la posibilidad de abuso y mala interpretación de la ley. Gennadiy Fedynitch, presidente de REPAM, dijo que la nueva ley privaría a los trabajadores del derecho de afiliarse al sindicato de su elección.

Además, el proyecto de ley incluye el requisito de que las organizaciones sindicales tengan un número mínimo de miembros cuando soliciten su reconocimiento oficial como organización sindical nacional. Actualmente, REPAM no cumple las condiciones de número de miembros y teme que la nueva ley sea un ataque dirigido a su organización para despojarla de su condición legal.

REPAM ha sido una clara voz crítica de la horrible trayectoria del gobierno bielorruso en materia de derechos humanos y sindicales, y ha presentado una queja contra el régimen ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En una carta al presidente Lukashenko, el secretario general de la FITIM, Marcello Malentacchi, insta al dirigente bielorruso a poner término a los ataques de su gobierno contra los sindicatos independientes en Bielorrusia, y le pide que "empiece a respetar los derechos humanos y sindicales, conforme a las obligaciones internacionales que ha contraído su país".

Los sindicatos de Bielorrusia sostienen que la nueva ley contraviene reglas y normas internacionales y constituye una violación de la constitución bielorrusa.