7 mayo, 2010Los trabajadores de una fundería y siete minas de Georgia, convocaron una serie de acciones para proteger sus derechos y mejorar sus condiciones de trabajo. La dirección de la empresa respondió en un comienzo con la intimidación y el acoso, pero luego ha hecho algunas concesiones y las negociaciones continúan.
GEORGIA: El 31 de marzo, dos trabajadores de Zestafoni Ferro Factory, en Georgia, fueron despedidos. Uno de ellos es el padre de un destacado dirigente sindical y el otro, activista sindical. Este acto acabó con la paciencia de 2.800 trabajadores empleados en la planta y en las minas de Chiatura, y decidieron pasar a la acción.
El salario medio en la planta y las minas es apenas de 400 lari (USD 231): apenas superior al nivel de subsistencia y 100 lari menor que el salario medio de Georgia. Las condiciones de trabajo en las minas y las instalaciones de fundición son extremadamente peligrosas, y son bajas las normas de seguridad y salud. Los trabajadores, representados por el Sindicato de industrias metalúrgicas y mineras en la region de Imereti, que está afiliado a la Confederación Sindical de Georgia, han venido exigiendo desde hace tiempo aumentos salariales, pero sin que la dirección de la empresa haya satisfecho esas reivindicaciones.
El 10-11 de abril, se convocaron dos reuniones de los trabajadores con los dirigentes sindicales, en un ambiente de intimidación y provocaciones de la dirección y del servicio de seguridad, que trató de intervenir.
El 20 de abril, los trabajadores de la fundería y de las minas convocaron una huelga de advertencia. La acción se desarrolló de las 12 a.m. a las 2 p.m. La producción de la fundería se suspendió enteramente. Mientras que en Zestafoni la huelga se efectuó sin incidentes, en Chiatura la dirección trató de intervenir. El gerente de una de las minas atacó físicamente al dirigente sindical, un hombre de 55 años que ha trabajado en la mina 27 años.
El 23 de abril, los trabajadores de Zestafoni y Chiatura empezaron una huelga de dos semanas, con un pliego que incluía las siguientes reivindicaciones:
- reintegración de los dos activistas sindicales a su trabajo;
- aumento de salario del 50%;
- establecimiento de un salario mínimo para los trabajadores de Chiatura;
- remuneración de las horas extraordinarias;
- suplemento salarial del 50% por el trabajo nocturno;
- vacaciones anuales de 35 días;
- contratos de trabajo permanentes;
- diversas mejoras de las normas de seguridad y salud y de las condiciones de trabajo, tales como el suministro de buenas herramientas y equipo de seguridad a los trabajadores;
- reconocimiento del sindicato y negociaciones de buena fe con los representantes de los trabajadores;
- derecho del sindicato de participar en las negociaciones.
El 26 de abril, a los tres días de iniciada la huelga, la dirección hizo una serie de concesiones, y se reanudó la producción. Conforme al acuerdo, se reintegrará a dos activistas sindicales y a todos los trabajadores se les darán contratos permanentes. A los trabajadores en huelga se les compensará por los tres días de suspension de las labores.
El comité de huelga se convertirá en un consejo de negociación que discutirá con la dirección de la empresa la aplicación de todas las reivindicaciones restantes. Sin embargo, el sindicato está preparado para desplegar otras acciones más prolongadas de huelga si no se cumplen las reivindicaciones de los trabajadores.
Tanto la FITIM como la Federación Internacional de Sindicatos de la Química, Energía, Minas e Industrias Diversas (ICEM) dan su pleno apoyo a la lucha de los metalúrgicos georgianos. El 12 de abril la Confederación Sindical Internacional (CSI) envió una carta al president de Georgia, Mijeil Saakashvili, en la que condena las violaciones de los derechos de los trabajadores y las prácticas discriminatorias en la fundería y las minas.
E 5 y 6 de mayo, el secretario general de la ICEM, Manfred Warda,visitó Georgia en una misión encargada de recoger información de fuentes directas sobre el conflicto. En colaboración con la ICEM, la FITIM observará de cerca la situación en Zestafoni y Chiatura.