26 enero, 2010Defensa de las protestas de los trabajadores de la química de coque contra las tarifas salariales muy inferiores a los niveles del salario mínimo y preocupaciones por el cáncer profesional
BOSNIA-HERZEGOVINA: La Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas se une a la Federación Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Química, Energía, Minas e Industrias Diversas (ICEM) para pedir que el Gobierno de Bosnia-Herzegovina intervenga en favor de 1.250 trabajadores en la ciudad septentrional de Lukavac. A los trabajadores se les ha reducido el sueldo y se les adeudan atrasos en la Global Infrastructure Holdings Ltd., radicada en la India, filial del Ispat Group, propiedad de la familia de fabricantes de acero Mittal.
La compañía tiene una participación minoritaria, pero administra la empresa de la química de coque denominada Global Ispat Koksana Industtrija Lukavac (GIKIL), que vende a acerías de toda Europa Central, Turquía y la India. El gobierno local del cantón de Tuzla es accionista mayoritario.
En una carta enviada el 21 de enero al Primer Ministro de Bosnia-Herzegovina, Mustafa Mujezinovic, y al Primer Ministro del cantón de Tuzla, Enes Mujić, el secretario general de la ICEM, Manfred Warda, y el secretario general de la FITIM, Jyrki Raina, pidieron al gobierno federal y al gobierno regional al restablecimiento de los niveles salariales anteriores, que datan de 2003, que se paguen los sueldos atrasados, y que los gobiernos se muestran más vigilantes sobre los posibles riesgos graves para la salud en GIKIL.
La ICEM está tratando de que haga justicia a los trabajadores de Lukavac, en nombre de uno de sus afiliados, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Química y no Metalúrgicos de Bosnia-Herzegovina.
"La ICEM ha investigado a Global Infrastructure Holdings, su empresa matriz, el fabricante de acero Ispat Group, y al propio Pramod Mittal", dijo Warda. "Y hallamos un historial de conducta depravada con las personas de numerosos países y un total desprecio de las normas sociales mundiales, así como de lo prescrito en el derecho europeo."
En Lukavac, los trabajadores se han declarado legalmente en huelga dos veces en seis meses, presentando reclamaciones sobre los sueldos que se les adeudan. A pesar de que todos los trabajadores son miembros del sindicato, el director gerente indio de GIKIL, Guttupalli Jagannadham, ha ignorado al sindicato reduciendo los sueldos al 55 por ciento de los anteriores. Este nivel es inferior a la norma salarial mínima contenida en el convenio colectivo nacional para el sector de la química y no metalúrgico, y representa algo más de 200 € mensuales (400 marka), situándolo bastante por debajo del salario mínimo del sector en in Bosnia-Herzegovina.
Los trabajadores se declararon en huelga del 6 al 14 de enero, al no haber recibido los sueldos de octubre, noviembre y diciembre de 2009. Durante la huelga se les pagaron los de octubre y noviembre, pero los de diciembre siguen pendientes. En un acuerdo de mediación por el que se puso fin a una huelga de tres días, en julio de 2009, se pedía a la dirección de GIKIL que cumpliera el convenio colectivo y se pagaran todos los sueldos adeudados el 31 de diciembre de 2009.
La ICEM y la FITIM también expresaron su preocupación por la salud de los trabajadores en GIKIL, en una carta al Gobierno de Bosnia-Herzegovina. El sindicato Independiente de Trabajadores de la Química y no Metalúrgicos cree que entre los trabajadores hay varios casos agudos de cáncer, debido a la falta de salvaguardias en torno a los hornos de coque.
En la carta conjunta, los 45 millones de miembros combinados de la ICEM y la FITIM advirtieron al Gobierno que no deje de supervisar las relaciones obreropatronales en GIKIL.
La compañía tiene una participación minoritaria, pero administra la empresa de la química de coque denominada Global Ispat Koksana Industtrija Lukavac (GIKIL), que vende a acerías de toda Europa Central, Turquía y la India. El gobierno local del cantón de Tuzla es accionista mayoritario.
En una carta enviada el 21 de enero al Primer Ministro de Bosnia-Herzegovina, Mustafa Mujezinovic, y al Primer Ministro del cantón de Tuzla, Enes Mujić, el secretario general de la ICEM, Manfred Warda, y el secretario general de la FITIM, Jyrki Raina, pidieron al gobierno federal y al gobierno regional al restablecimiento de los niveles salariales anteriores, que datan de 2003, que se paguen los sueldos atrasados, y que los gobiernos se muestran más vigilantes sobre los posibles riesgos graves para la salud en GIKIL.
La ICEM está tratando de que haga justicia a los trabajadores de Lukavac, en nombre de uno de sus afiliados, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Química y no Metalúrgicos de Bosnia-Herzegovina.
"La ICEM ha investigado a Global Infrastructure Holdings, su empresa matriz, el fabricante de acero Ispat Group, y al propio Pramod Mittal", dijo Warda. "Y hallamos un historial de conducta depravada con las personas de numerosos países y un total desprecio de las normas sociales mundiales, así como de lo prescrito en el derecho europeo."
En Lukavac, los trabajadores se han declarado legalmente en huelga dos veces en seis meses, presentando reclamaciones sobre los sueldos que se les adeudan. A pesar de que todos los trabajadores son miembros del sindicato, el director gerente indio de GIKIL, Guttupalli Jagannadham, ha ignorado al sindicato reduciendo los sueldos al 55 por ciento de los anteriores. Este nivel es inferior a la norma salarial mínima contenida en el convenio colectivo nacional para el sector de la química y no metalúrgico, y representa algo más de 200 € mensuales (400 marka), situándolo bastante por debajo del salario mínimo del sector en in Bosnia-Herzegovina.
Los trabajadores se declararon en huelga del 6 al 14 de enero, al no haber recibido los sueldos de octubre, noviembre y diciembre de 2009. Durante la huelga se les pagaron los de octubre y noviembre, pero los de diciembre siguen pendientes. En un acuerdo de mediación por el que se puso fin a una huelga de tres días, en julio de 2009, se pedía a la dirección de GIKIL que cumpliera el convenio colectivo y se pagaran todos los sueldos adeudados el 31 de diciembre de 2009.
La ICEM y la FITIM también expresaron su preocupación por la salud de los trabajadores en GIKIL, en una carta al Gobierno de Bosnia-Herzegovina. El sindicato Independiente de Trabajadores de la Química y no Metalúrgicos cree que entre los trabajadores hay varios casos agudos de cáncer, debido a la falta de salvaguardias en torno a los hornos de coque.
En la carta conjunta, los 45 millones de miembros combinados de la ICEM y la FITIM advirtieron al Gobierno que no deje de supervisar las relaciones obreropatronales en GIKIL.