7 julio, 2011Sindicatos que representan a 170.000 miembros iniciaron una huelga nacional en el sector de la ingeniería mecánica el lunes 4 de julio, tras romperse las negociaciones salariales con los empleadores de la siderurgia y la ingeniería mecánica. Hubo manifestaciones en Johannesburgo, Port Elizabeth y Ciudad del Cabo.
SUDAFRICA: Las negociaciones salariales entre el National Union of Metal Workers of South Africa (Numsa) y la Steel and Engineering Industries Federation of South Africa (SEIFSA) se rompieron al negarse los empleadores a mejorar su oferta de aumento salarial de 7 por ciento y a considerar una prohibición de intermediarios laborales en compañías con empleados miembros del Numsa.
El centro sindical sudafricano Cosatu - Congress of South African Trade Unions - apoya la principal demanda del Numsa de prohibir los intermediarios laborales. El centro nacional estima que más de la tercera parte de los trabajadores sudafricanos están empleados por contrato, obteniendo un gran número de ellos empleo por medio de agencias e intermediarios laborales.
La huelga del Numsa comenzó el lunes 4 de julio, después de que el Tribunal de Trabajo desestimara la solicitud de un interdicto para cesar la huelga, presentado por la Plastic Converters' Association.
La SEIFSA ha respondido a la huelga notificando la iniciación de cierres patronales en varias empresas. El secretario general del Numsa, Irvin Jim, dijo que 7 por ciento no constituye un aumento salarial real para los trabajadores. El Numsa pide un subida salarial lineal del 13 por ciento para todos los trabajadores, a partir de julio, durante dos años, y mejores condiciones generales de trabajo.
El secretario general de la FITIM, Jyrki Raina, se dirigió a los huelguistas el lunes, y declaró que sus demandas eran razonables y necesarias. "Los trabajadores metalúrgicos sudafricanos han hecho sacrificios durante la crisis mundial. Ahora ha llegado el momento de la compensación. La FITIM apoya plenamente las demandas del Numsa de un salario digno y trabajo decente, en lugar de empleos precarios."
El Numsa exige también un acuerdo salarial de dos años, en lugar de tres que ofrecen los empleadores, un reconocimiento médico de un día para todos los trabajadores, cinco días de permiso por razones familiares, y un subsidio por turno de noche de 20 por ciento.
El secretario general del Cosatu, Zwelinzima Vavi, dijo: "Si creen ustedes que esta huelga va a durar sólo tres o cuatro días, están muy, pero muy equivocados. Los empleadores pueden pagar el 13 por ciento."
Los empleadores desean conservar los derechos de subcontratar trabajo por intermediarios laborales, nuevos salarios de ingreso sumamente bajos, una semana de trabajo de 45 horas en lugar de 40, y excepciones a las reglas para las compañías con menos de 50 empleados.
El centro sindical sudafricano Cosatu - Congress of South African Trade Unions - apoya la principal demanda del Numsa de prohibir los intermediarios laborales. El centro nacional estima que más de la tercera parte de los trabajadores sudafricanos están empleados por contrato, obteniendo un gran número de ellos empleo por medio de agencias e intermediarios laborales.
La huelga del Numsa comenzó el lunes 4 de julio, después de que el Tribunal de Trabajo desestimara la solicitud de un interdicto para cesar la huelga, presentado por la Plastic Converters' Association.
La SEIFSA ha respondido a la huelga notificando la iniciación de cierres patronales en varias empresas. El secretario general del Numsa, Irvin Jim, dijo que 7 por ciento no constituye un aumento salarial real para los trabajadores. El Numsa pide un subida salarial lineal del 13 por ciento para todos los trabajadores, a partir de julio, durante dos años, y mejores condiciones generales de trabajo.
El secretario general de la FITIM, Jyrki Raina, se dirigió a los huelguistas el lunes, y declaró que sus demandas eran razonables y necesarias. "Los trabajadores metalúrgicos sudafricanos han hecho sacrificios durante la crisis mundial. Ahora ha llegado el momento de la compensación. La FITIM apoya plenamente las demandas del Numsa de un salario digno y trabajo decente, en lugar de empleos precarios."
El Numsa exige también un acuerdo salarial de dos años, en lugar de tres que ofrecen los empleadores, un reconocimiento médico de un día para todos los trabajadores, cinco días de permiso por razones familiares, y un subsidio por turno de noche de 20 por ciento.
El secretario general del Cosatu, Zwelinzima Vavi, dijo: "Si creen ustedes que esta huelga va a durar sólo tres o cuatro días, están muy, pero muy equivocados. Los empleadores pueden pagar el 13 por ciento."
Los empleadores desean conservar los derechos de subcontratar trabajo por intermediarios laborales, nuevos salarios de ingreso sumamente bajos, una semana de trabajo de 45 horas en lugar de 40, y excepciones a las reglas para las compañías con menos de 50 empleados.