13 febrero, 2011Más de 70.000 personas participan en el Foro Social Mundial de este año, que tiene lugar en Dakar (Senegal), del 6 al 11 de febrero, donde se debate qué clase de sistema económico es mejor para servir al conjunto de la sociedad.
SENEGAL: Más de 50.000 personas marcharon por las calles de Dakar el 6 de febrero, para celebrar la apertura del Foro Social Mundial. En la marcha participó gente de todo tipo, desde jóvenes jugadores de fútbol, que pedían un sistema justo, hasta mujeres rurales, que solicitaban una respuesta mejor al cambio climático.
El movimiento sindical estaba también bien representado. Unos 200 delegados asistieron a la reunión de información del primer día, organizada por la Confederación Sindical Internacional (CSI), en las oficinas del centro nacional.- Entre los afiliados a la FITIM asistentes al Foro figuraban el NUMSA, la FTM- CGT, y el Kenya Engineering Workers' Union.
El Foro Social Mundial tiene lugar en suelo africano, del 6 al 11 de febrero, en momentos en que en todas partes del mundo se debate qué clase de sistema económico es mejor para servir al conjunto de la sociedad.
Todos, incluso los campeones del capitalismo, han coincidido en que el sistema capitalista puro ha fracasado, por lo que tenemos que empezar a discutir alternativas. Este año, el Foro Social Mundial es una plataforma importante para que los trabajadores discutan y se comprometan en una formación social diferente, a fin de elaborar posiciones alternativas y vías distintas del sistema actual.
El primer día, un foro sindical organizó dos actividades en las que se discutieron dos temas. "La crisis financiera y económica mundial, desafíos y perspectivas para alternativas de la fuerza sindical" y "La integración africana y la Diáspora: construcción de puentes para el desarrollo".
En un discurso pronunciado en el Foro el 7 de febrero, el expresidente brasileño Lula declaró que el desarrollo agrícola es fundamental para los países africanos, como condición para asegurar una soberanía real y una forma de generar ingresos de las exportaciones. Lula criticó también las subvenciones a la agricultura de los países ricos y los precios de los productos básicos, determinados meramente por la especulación. Lula señaló además que la creación de una cultura de paz - tradicionalmente una cuestión clave en los debates del FSM - no depende solamente del fin del comercio de armas, sino que requiere la lucha efectiva contra el hambre, las desigualdades y el desempleo.