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En un taller sobre el empleo precario se insta a la acción, porque la crisis financiera afecta más duramente a las mujeres y a las familias

26 marzo, 2009La crisis actual exacerba los problemas que sufren las mujeres con trabajo precario y sus familias, según el taller de la FEM y la FITIM sobre el impacto del trabajo precario para las familias y las comunidades.

FRANCFORT, ALEMANIA: El empleo precario de las mujeres está teniendo graves consecuencias para las familias y las comunidades, según los resultados de un taller organizado conjuntamente por la Federación Europea de Metalúrgicos y la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas, y acogido por IG Metall.

Las mujeres resultan afectadas en forma desproporcionada por la crisis financiera mundial, como resultado de la cual 22 millones de trabajadoras han perdido hasta ahora sus empleos tan sólo en Europa. Como las mujeres representan la mayor parte de los trabajadores con empleo temporal y por contrato, los primeros empleos que se suprimen son los ocupados primordialmente por mujeres.

En el taller también se habló de cómo la erosión de las condiciones de trabajo de quienes están en situación precaria repercute severamente en las familias.

Según una encuesta sobre los trabajadores metalúrgicos en Italia, el 45% de las mujeres de menos de 25 años tienen empleo precario, y las mujeres pasan en este tipo de empleo más tiempo que los hombres.

Sin empleo permanente, las mujeres tienen menos posibilidades de planear ser madres, reciben sueldos inferiores y no pueden tomar tiempo libre por enfermedad o para vacaciones.

En un estudio sobre empleo atípico realizado en Alemania se destaca la importancia de los ingresos de las mujeres para las familias. Las mujeres son el principal sostén de la familia en el 20% de las entrevistadas, bien en las monoparentales o en las que hay cónyuges desempleados o mal remunerados, incluyendo la paga en la noción de lo que ganan las mujeres como ingresos suplementarios.

Las horas de trabajo imprevisibles, el conflicto sobre la división de las tareas en el hogar, la violencia doméstica y la mayor independencia forzada de los niños son consecuencia del empleo precario de las mujeres, influyen adversamente en las relaciones, causan más estrés y tienen consecuencias negativas para la salud.

Para que los sindicatos puedan responder a las necesidades de las trabajadoras con empleo precario, el taller insistió en que las mujeres han de estar mejor representadas en las estructuras de adopciòn de decisiones de los sindicatos. Estos han de hacer hincapié en las necesidades de las mujeres en las negociaciones colectivas, prestando particular atención a la igualdad de remuneración, horas de trabajo previsibles y trabajo seguro, a tiempo parcial, bien remunerado.