18 marzo, 2010El 15 de marzo, un tribunal de distrito de Rusia declaró ilegal el despido de Evgeny Ivanov y ordenó a General Motors que le pague tres meses y medio de sueldo atrasado y le compense por daño moral.
RUSIA: Evgeny Ivanov, líder del sindicato afiliado a la FITIM, Sindicato Interregional de Trabajadores del Automóvil (ITUA) en una planta de GM Auto en San Petersburgo, fue readmitido en su empleo. El 15 de marzo, el tribunal de distrito declaró ilegal la decisión de la dirección de despedirle por su supuesta no presentación. El tribunal ordenó también a la compañía que pague a Ivanov tres meses y medio de sueldo atrasado y le compense por daño moral.
Ivanov fue despedido después de que el sindicato iniciara una huelga "italiana" en la planta, el 11 de noviembre de 2009, reivindicando, entre otras cosas, subidas de sueldos, la introducción de normas de vacaciones anuales claras y una semana normal de 40 horas, en lugar de la nómina anual resumida.
En unos cuantos días de huelga de celo, los trabajadores lograron disminuir la tasa de producción, pero la administración rompió la solidaridad de los trabajadores y tomó medidas contra los "perturbadores". El 20 de noviembre de 2009, Evgeny Ivanov fue despedido y expulsado por la fuerza de la planta. Al mismo tiempo, la dirección creó un sindicato amarillo para reducir la función del ITUA.
Sin embargo, el sindicato ITUA en la planta siguió luchando pese a la interferencia. La readmisión de su líder, que no hubiera sido posible sin la ayuda y el apoyo de varias ONG y grupos de derechos humanos, dará nuevo impulso a la lucha de los trabajadores de GM Auto.
Esta violación de los derechos de Ivanov es uno de los ejemplos incluidos en una queja presentada recientemente al Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional de Trabajo. En la queja, presentada el 20 de enero de 2010 por la Confederación Panrusa del Trabajo (KTR) y la Confederación Rusa del Trabajo (KTR), y apoyada por la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas, entre otros, documenta una serie de violaciones sistemáticas de los derechos fundamentales de los sindicatos y la no investigación y corrección por el Gobierno de esas violaciones, que comprenden:
- ataques físicos a los líderes sindicales,
- derecho de organización sin autorización previa,
- discriminación contra los miembros sindicales,
- negativa del empleador a reconocer a los sindicatos recién constituidos,
- denegación a los líderes sindicales del acceso a los lugares de trabajo de los miembros,
- negación del derecho a negociar colectivamente,
- injerencia del Gobierno en los asuntos sindicales,
- no investigación ni garantía de los derechos sindicales por los órganos estatales de observancia de la ley.
La queja se publica aquí, en el sitio web de la FITIM-