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Sindicatos del mundo responden al llamado de la ICEM a favor de sindicalización justa en EE.UU.

18 mayo, 2009

Cientos de organizaciones afiliadas a la ICEM de todos los continentes respondieron a una circular que enviara esta Internacional en la que solicitaba apoyo para los sindicatos norteamericanos en su lucha legislativa para lograr la aprobación del Acta de Libertad de Elección de los Empleados (EFCA). En semanas recientes, han llegado grandes cantidades de cartas dirigidas a las nueve organizaciones estadounidenses afiliadas a la ICEM, que, junto con el resto del movimiento sindical norteamericano, realizan una lucha acérrima contra fanáticos grupos de presión empresariales, con el fin de lograr la aprobación de la primera iniciativa importante que se haya tomado en 50 años, que intenta reformar la legislación laboral de EE.UU.

La EFCA facilitaría y haría más justo el proceso para aquellos trabajadores que opten por sindicalizarse y solicitar certificación del gobierno de EE.UU. para realizar negociaciones colectivas. Este proyecto de ley ofrecería a los trabajadores la opción de contar con representación sindical en caso que una simple mayoría de cualquier lugar de trabajo dado firmara una tarjeta o petición en la que se solicita representación sindical.

En la actualidad, es la empresa que determina cuál de los dos métodos, “revisión de tarjetas” o un procedimiento electoral parcial, para certificar a un representante para que actúe en las negociaciones. En casi todos los casos, la empresa opta por la vía electoral porque la votación supervisada por el gobierno se realiza en el lugar de trabajo, y los sindicatos no tienen acceso a los trabajadores durante su trabajo en los 30-45 días previos a la votación.

En vez de esto, en las últimas tres décadas, las empresas han afinado el proceso, parando el trabajo para realizar reuniones con el fin de denigrar al sindicato, despidiendo a los trabajadores que apoyen al sindicato, y utilizando amenazas e intimidación, diciendo que si se aprueba el sindicato se producirán despidos y cierres de las fábricas. Aunque en la actualidad estas tácticas antisindicales violan la legislación laboral de EE.UU., no involucra ningún castigo, de manera que las empresas han conformado el proceso electoral de la manera que más les favorece.

Si se aprobara la EFCA, se multará a las empresas que apliquen las tácticas señaladas. Quizá lo más importante de la legislación propuesta sea una cláusula sobre arbitraje del primer convenio, por la cual, si en un determinado caso no se lograra un convenio colectivo inicial, las propuestas para el convenio se han de presentar ante un intermediario gubernamental. En la actualidad, si un sindicato gana elecciones supervisadas por el gobierno, la estrategia de la administración de las empresas suele ser el de realizar negociaciones aparentes, sin jamás tener la intención de alcanzar un acuerdo. Luego, después de un año, se puede retirarla certificación del sindicato.

El llamado de la ICEM a sus afiliados de todo el mundo se hizo inmediatamente después de que la Agrupación Global Unions, constituida por las 11 federaciones sindicales internacionales, junto con la Confederación Sindical Internacional (CSI) y el Comité Consultivo Sindical (TUAC) de la OCDE, publicaran una declaración en la que exigían aprobación de la EFCA: “Es totalmente injusta la interferencia que hace el sector patronal al presionar a los trabajadores en el momento de decidir la formación de un sindicato….. Ya es hora de que Estados Unidos se una a las demás democracias de todos los continentes para que de una vez por todas hagan respetar los derechos fundamentales de los trabajadores, como es el derecho de formar sindicatos y de realizar negociaciones colectivas con sus empleadores. Los integrantes del Congreso de EE.UU. deben tener valentía para resistir la masiva y multimillonaria campaña publicitaria de los empleadores, y sus tácticas de amedrentamiento y distorsión de los hechos.”

“Nosotros, la agrupación Global Unions, que representamos a unos 200 millones de trabajadores de todos los continentes y de todos los sectores, hacemos un llamado al Gobierno de Estados Unidos para que apruebe el Acta de Libertad de Elección de los Empleados (EFCA).”

Muchas de las organizaciones afiliadas a la ICEM que escribieron a los sindicatos estadounidenses se refirieron a la actual crisis económica mundial, y a la mejor manera de surgir y salir de esa crisis. “Sabemos que para tener una economía fuerte, se tiene que dar a los trabajadores la oportunidad de afiliarse a un sindicato y realizar negociaciones colectivas para que se paguen sueldos justos y se eleven las prestaciones sociales de todos los ciudadanos de la sociedad.”

Las cartas finalizaron diciendo lo siguiente: “Rogamos informar a los miembros de su sindicato, como también a sus funcionarios sindicales elegidos, que nuestro sindicato apoya plenamente el EFCA, y que consideramos que es un elemento esencial de una sociedad libre que permita a los trabajadores afiliarse a un sindicato, sin que les pongan obstáculos.

En la actualidad, los sindicatos norteamericanos están presionando a los miembros del Senado de EE.UU. para que aprueben el acta. En las elecciones del año pasado, los sindicatos estadounidenses jugaron el papel principal en la elección de miembros del Partido Demócrata para conformar mayoría significativa tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados de EE.UU. Sin embargo, varios demócratas supuestamente prosindicales del Senado se han visto influidos por la campaña de mala información de los grupos de presión empresariales, poniendo en peligro la aprobación de la EFCA.

En momentos en que los comités del Congreso se están preparando para debatir sobre la EFCA, los demócratas del Senado están proponiendo transigir, como por ejemplo que los trabajadores envíen autorización “por revisión de tarjetas” directamente por correo a la Comisión de Relaciones Laborales de EE.UU., o proponiendo modificar el procedimiento de arbitraje del primer convenio colectivo.

Ésta es la cuarta vez que se ha presentado la EFCA al Congreso de EE.UU., pero es primera vez que tiene alguna posibilidad real de aprobación. Esto se debe al compromiso del Presidente Barack Obama de firmarlo, y también al trabajo fundamental que realizó en las bases el movimiento sindical de EE.UU. en las elecciones de hace seis meses, que dieran el mandato para eliminar las políticas draconianas de George Bush.

En marzo de 2007, la vez anterior en que esta medida se presentó al Congreso, fue aprobada por la Cámara de Diputados con una mayoría de 241:185 de los votos. Sin embargo, fue rechazada en el Senado cuando los proponentes no alcanzaron los 60 votos necesarios para cerrar el debate, o para terminar con los largos discursos de quienes se oponían a la legislación. En las próximas semanas, se cree que los Demócratas contarán con exactamente 60 escaños en el Senado, que cuenta con 100 escaños en total. Esta vez, la estrategia sindical será lograr la aprobación de la EFCA primero en el Senado, antes de presentarla a la Cámara de Diputados.