Jump to main content
IndustriALL logotype
Article placeholder image

Sindicatos brasileños enfrentan mancomunadamente una difícil época económica

26 enero, 2009

El jueves, 15 de enero, se reunieron los cinco sindicatos más importantes del Brasil, con el compromiso de seguir una vía unida durante la crisis económica actual. En la reunión, que se realizó en Rio de Janeiro, la mayor ciudad del Brasil y centro comercial del país, se creó el “Pacto de Acción Sindical”, que señala que el movimiento sindical está decidido a proteger los puestos de trabajo durante la baja económica. Ahora se va a presentar el pacto al Presidente Luiz Inacio Lula da Silva y a varios gobernadores de estados del país.

La reciente unión de los cinco sindicatos representa a decenas de millones de trabajadores en todo Brasil, la mayor y más importante economía de América Latina. Es considerable el peso que da este número de personas a las reivindicaciones que se expresan en el acuerdo. Una importante cláusula que consiguieron los sindicatos exige que los préstamos y beneficios que otorgue el gobierno brasileño a las empresas incluyan el compromiso de no eliminar puestos de trabajo.

Otras reivindicaciones que se expresan en el acuerdo tienen que ver con la economía del país. Los sindicalistas piden al banco central bajar la tasa nacional de interés de su actual 13,75%, y también se exige a los bancos privados corregir el desequilibrio que existe actualmente entre los intereses que cobran a quienes piden préstamo y las tasas que pagan por depósitos bancarios.

Los grupos de trabajadores piden que Lula, quien él mismo fuera dirigente sindical, aumente el seguro contra el desempleo y la cantidad de dinero que va al fondo nacional para capacitación de trabajadores. Piensan realizar una manifestación en São Paulo este miércoles, 28 de enero, ya que dicha fecha coincide con una reunión del banco central relacionada con las tasas de interés.

Un ejemplo actual de los problemas que enfrentan los trabajadores brasileños se puede observar en la poderosa federación industrial del Estado de São Paulo, FIESP. Simultáneamente con pedir que los trabajadores acepten un corte del 25% de los sueldos, la FIESP no quiere comprometerse a no despedir al personal.