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Seguridad y salud en las minas: prioridad para la ICEM

24 abril, 2011

La ICEM, como la más importante organización sindical internacional de los mineros, sigue su campaña en favor de la ratificación del Convenio 176 sobre seguridad y salud en las minas, y para que se apruebe igualmente la Recomendación 183 relacionada con el mismo tópico.

Aunque se avanza muy lentamente, finalmente, en febrero de este año, se convenció a Ucrania para que ratificar el Convenio 176. Este año la ICEM tiene reuniones programadas o establecidas en varios países para presionar en favor de la ratificación de este importante instrumento de la OIT.

Durante el año 2010, el mundo presenció el dramático rescate, en Chile, de 33 mineros atrapados en las profundidades de una mina de cobre de tamaño mediano. También en ese año 29 mineros fallecieron de manera espantosa en la mina de carbón de Pike River en Nueva Zelanda, posiblemente a consecuencia de los ventiladores situados en el interior de los pozos de la mina en vez de estar en el exterior. También murieron veintinueve mineros en EE.UU., el 5 de abril de 2010, en la mina Upper Big Branch en el estado de West Virginia, tragedia por la cual la empresa propietaria Massey Energy y su Director General culpan, increíblemente, a los rigurosos sistemas de protección que contiene la Ley de EE.UU. sobre Seguridad y Salud en las Minas.

En 2010, también se conoció la muerte en masa de mineros en Rusia, Turquía y Ucrania. Siguen registrándose tragedias fatales todas las semanas en las minas de la China, y en Sudáfrica, a pesar de la pequeña reducción en comparación con los altos niveles de 2006 a 2008, todavía se producen regularmente muertes en las minas, y las declaraciones públicas que hace la Cámara de Minas en las que manifiesta su satisfacción y éxito, son ilusorias y de completo desprecio por los trabajadores.

Las tragedias que se produjeron en 2010, además de la explosión mortífera en una mina de carbón de Pakistán el mes pasado, demuestran que queda mucho por hacer para mejorar la seguridad de las minas en el mundo. Se podrá comenzar con la ratificación del Convenio 176, pero solo se efectuará si se aplican y se cumplen los principios de ese Convenio.

El Convenio 176 exige que las empresas realicen evaluaciones de riesgos, y que apliquen buena ingeniería al diseño de las minas y el uso de equipos de protección personal para controlar en su punto de origen los peligros que se han identificado. Es imprescindible que las minas cuenten con ingeniería adecuada, que su construcción se realice en base a normas de seguridad, y que cuenten, por lo menos, con dos vías de escape y sistemas de comunicación adecuados. Es necesario dotar las minas de adecuada ventilación, con sistemas de control de contaminantes y prevención e identificación de incendios, con sistemas para combatirlos. Hay que establecer y mantener planes para respuestas en caso de emergencia, y si se detecta algún peligro grave, hay que detener las operaciones y evacuar a los trabajadores. Se debe facilitar a los trabajadores información y capacitación sobre los peligros que existen y de cómo trabajar en condiciones seguras.

Hay que investigar los accidentes y tomar medidas para corregir sus defectos. Los trabajadores tienen el derecho de informar, y de recibir información sobre accidentes y sucesos peligrosos y riesgos. Los trabajadores pueden solicitar que los empleadores y autoridades de regulación realicen inspecciones. Los trabajadores tienen derecho de negarse a realizar trabajos peligrosos y de alejarse de la zona de peligro. Además, los trabajadores podrán elegir representantes de salud y seguridad en el lugar de trabajo, y se les permite participar en las investigaciones e inspecciones, vigilar cuestiones de salud y seguridad, recurrir a asesores y expertos, y consultar con la empresa y con las agencias de regulación del gobierno.

Bajo el Convenio 176, se exige a los gobiernos establecer un marco legislativo y de regulación que proteja la seguridad y salud de los trabajadores. Esto se ha de lograr exigiendo a los empleadores y trabajadores cumplir con las exigencias específicas del Convenio 176 de la OIT. Además, las autoridades competentes han de efectuar de manera adecuada la supervisión e inspección reglamentarias de las minas, y se exige rendir informe sobre accidentes y llevar estadísticas al respecto.

La minería es uno de los trabajos más peligrosos del mundo, y es imprescindible contar con los sistemas reglamentarios de protección. La lista siguiente, que se elaboró usando principalmente las estadísticas de la OIT, tomadas de la base de datos de la agencia LABORSTA de las Naciones Unidas, señala cuáles son los países más peligrosos para los mineros y trabajadores de cantera, calificados en base al número de lesiones fatales por cada 100.000 empleados, durante el período 1999-2008.

1. Turquía
2. República de Corea
3. China
4. Pakistán
5. Chipre
6. Kirguistán
7. Togo
8. Hong Kong, China
9. Irlanda
10. Taiwán, China
11. Costa Rica
12. Lituania
13. Portugal
14. Ucrania
15. Filipinas
16. España
17. Nicaragua
18. Chile
19. Argentina
20. Malta
21. República de Moldavia
22. India
23. Brasil
24. Bulgaria
25. Estados Unidos
26. Túnez
27. Estonia
28. Zimbabwe
29. Eslovenia
30. Burkina Faso
31. Dinamarca
32. Rumania
33. República Checa
34. Canadá
35. Finlandia
36. Italia
37. Kazakhstán
38. Myanmar
39. Austria
40. Polonia
41. Francia
42. Letonia
43. Eslovaquia
44. Croacia
45. Azerbaiyán
46. Australia
47. Egipto
48. Japón
49. Suecia
50. Reino Unido
51. Sri Lanka
52. Hungría
53. Noruega
54. Trinidad y Tobago
55. Bahrein
56. Bélgica
57. Luxemburgo
58. Macau, China
59. Mauricio
60. Singapur

Sin embargo, esta lista no contiene las estadísticas correspondientes de todos los países, por lo tanto el ránking de la China, Ucrania y Chile se han estimado en base a los informes que aparecen en websites privados. No hay estimaciones confiables en el caso de Rusia, a pesar de que Rusia es un país minero sumamente importante.

Al evaluar la lista, corresponde hacer algunas aclaraciones. Primero, hasta la base de datos de la OIT, que es la más acreditada para estos asuntos, tampoco es muy confiable. La OIT sólo puede citar lo que les señalen los países miembros. Por otra parte, hay problemas de falta de cobertura, ya que la mayoría de los países solamente informan sobre muertes que comprometen el pago de indemnización, y falta de información registrada, ya que muchos fallecimientos, aún aquéllos que son traumáticos, simplemente no se registran como fallecimientos a consecuencia del trabajo. Por otra parte, hay también fraude descarado, ya que no cabe duda que sea del interés económico de los empleadores no registrar todos los siniestros. Además, a muchos países les interesa políticamente no informar plenamente al respecto.

Por otra parte, un número mucho mayor de trabajadores fallece debido a enfermedades profesionales que los que mueren en accidentes traumáticos, incluso en trabajos peligrosos como la minería. Es casi seguro que solamente el cáncer ocupacional mata a más mineros que los accidentes, y hay muchas otras enfermedades (del pulmón, de la piel, del sistema nervioso) que son fatales, pero no son de cáncer. En todo el mundo hay deficiencias en la diagnosis de estas enfermedades, y no se registran debidamente.

En el ránking de los países que se ha señalado anteriormente, Turquía y Corea pasan a ser los países con las minas más peligrosas, más que en la China. Esto puede parecer sorprendente, pero el hecho es que Turquía, que no es un país de gran producción minera, tiene a la vez antecedentes muy malos en materia de seguridad, y quizá informe mejor al respecto que otros países que figuran en la lista. En lo que se refiere a la China, las estadísticas se han estimado en base a Fuentes en línea de origen desconocido, y hay que suponer que son cifras que subestiman enormemente los hechos reales. La cifra real podría ser dos o tres veces mayor que el nivel del cual se ha informado.

Por último, muchas veces las estadísticas sobre minería se hallan en la forma de muertes por millones de toneladas métricas del mineral/carbón que se extrae. Las informaciones de este tipo tienden a deformar las estadísticas, de modo que países mineros con un nivel bajo de productividad como la China parecen estar en condiciones inferiores en comparación con los países mineros altamente mecanizados como EE.UU., porque se requiere de un número mayor de mineros para producir la misma cantidad del producto en toneladas. Aquí se puede ver un ejemplo de clasificación de esta naturaleza.

La ICEM prefiere tomar en cuenta el número de muertes de mineros por cada 100.000 trabajadores, porque lo que importa para los mineros al determinar si una mina es peligrosa o no, es saber si volverán a sus hogares intactos al final de la jornada. La cantidad de toneladas que se extrae ese día es una consideración secundaria.

En general, hay que tomar en cuenta que las estadísticas de seguridad que se señalan anteriormente tienen solamente relevancia menor.