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Se vuelve a presentar ante el Congreso de EE.UU. la Ley de libre elección de los empleados

23 marzo, 2009

El 10 de marzo, se presentó ante las dos cámaras del Congreso de EE.UU. la Ley de libre elección de empleados (EFCA) promovida por los sindicatos. En caso de aprobarse, esta legislación, que cuenta con el apoyo del movimiento sindical internacional, eliminaría gran parte de las ventajas que las empresas suelen aprovechar para evitar la sindicalización en EE.UU.

La propuesta ley otorgaría a los sindicatos el derecho de representar los intereses de los trabajadores si una simple mayoría firma tarjetas o presenta una petición solicitando representación sindical. En la actualidad, bajo la Ley Nacional de Relaciones Laborales de EE.UU. de 1035, el reconocimiento sindical puede producirse por una medida tal de revisión de tarjetas, o por medio de elecciones supervisadas por el gobierno.

Sin embargo, es la empresa que decide cuál de los dos métodos ha de usarse, y en casi todos los casos, los patrones optan por una elección supervisada por el gobierno. Esto da a la empresa el tiempo necesario para implantar temor en el lugar de trabajo y para contrarrestar los méritos de la sindicalización.

Según las estadísticas, en un 25% de las campañas de sindicalización en EE.UU., se despide a los empleados simpatizantes de los sindicatos o a quienes apoyen abiertamente a algún sindicato. Además, en un 78% de todas las campañas que terminan en una elección supervisada por el gobierno, las empresas recurren a tácticas de amedrentamiento, comunicando alarmantes mensajes antisindicales en el lugar de trabajo, incluyendo amenazas de cierre de las plantas, despidos y otras consecuencias negativas en caso de formación de un sindicato.

La Ley EFCA podría conceder a los trabajadores, no a las empresas, el derecho de elegir el método de representación sindical, sea a través de votación secreta bajo la Comisión Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) o por vía de decisión de la mayoría en base a una petición o revisión de tarjetas. (En la actualidad las empresas de EE.UU. están realizando una campaña intensiva de presión contra la EFCA, aduciendo que prohibe terminantemente las elecciones por votación secreta, lo cual es falso.)

Por otra parte, la propuesta ley exige arbitraje del gobierno, permitiendo que entre en vigor un convenio colectivo en caso que, después de determinado período, las dos partes no pudieran llegar a un acuerdo. De modo semejante a las relaciones laborales de muchos países industrializados, tanto los trabajadores como la administración presentan propuestas a un panel de representantes gubernamentales, que luego establecería un convenio colectivo vigente durante un período de dos años.

En la actualidad, en EE. UU., después de haberse registrado un sindicato, muchas empresas suelen realizar lo que se llama “negociación aparente”, lo cual quiere decir que adhieren a la ley de 1935 que señala que deben realizar negociaciones colectivas, pero que lo hacen sin ninguna intención de establecer ningún convenio colectivo. A consecuencia de esta práctica, se frustra el deseo auténtico de los trabajadores de formar parte de un convenio laboral colectivo.

Otra reforma importante que contiene la ley EFCA respecto a la legislación laboral estadounidense es que se impone una multa a aquellas empresas que discriminan contra trabajadores que realicen actividades sindicales legítimas. En la actualidad, no corre ningún riesgo una empresa que despida a algún activista sindical durante campañas de sindicalización. El trabajador en cuestión tiene que comprobar que existe dicha discriminación, y a veces la NLRB demora años para llegar a una conclusión sobre un caso, lo cual incluye inevitablemente apelaciones por parte de la empresa. Aun cuando el fallo resulte favorecer al trabajador, lo único que éste consigue es el sueldo atrasado, menos cualquier pago u otra compensación que el trabajador haya recibido después de su despido.
La Ley EFCA exige una indemnización triple del sueldo atrasado de cualquier trabajador que haya sido despedido en forma ilegal.

Ésta es la cuarta vez que se ha presentado la EFCA al Congreso de EE.UU. En la última ocasión, en marzo de 2007, fue aprobada en la Cámara de Representantes, con una votación de 241-185, pero fue rechazada tres meses más tarde en el Senado estadounidense que cuenta con 100 miembros, pero donde un reglamento arcáico exige 60 votos para cerrar un debate, o como el número de votos que se requiere para votar por terminar con el largo discurso de una persona que se oponga a la legislación. En ese entonces, la proposición contaba con 51 personas que la apoyaban en el Senado, aunque el Presidente Bush había prometido vetarla.

En esta ocasión, la EFCA cuenta con el apoyo del Presidente Barack Obama. Cuando se presentó la EFCA, hace dos semanas atrás, 223 de los 565 miembros de la Cámara de Representantes habían firmado como copatrocinadores de la ley, en tanto había 40 patrocinadores en el Senado.

Para esta sesión del Congreso, los patrocinadores usarán una estrategia diferente, presentando la EFCA en el Senado primero. Se cree que empezarán las audiencias de comité al respecto comenzarán a fines de abril, y que para el verano la propuesta ley se presentará al Senado, y luego a la Cámara de Representantes.

Por intermedio del Consejo de Global Unions, el movimiento sindical mundial está promoviendo que las federaciones sindicales nacionales llamen la atención sobre la EFCA a sus respectivos gobiernos y a las empresas que tengan operaciones en EE.UU. Para mayor información sobre esta importante propuesta legislativa de EE.UU., hacer clic aquí.