23 mayo, 2011
Como resultado de las consultaciones sindicales que se realizan desde hace mucho tiempo, se han actualizado y optimizado las Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales, lo cual constituye una oportunidad positiva para obligar al capital internacional a respetar a los trabajadores. Es una mejoría importante el hecho de que se haya ofrecido mayor claridad ante el hecho de que las empresas deben procurar el cumplimiento de esas directrices en toda su cadena de suministro, como así también un nuevo capítulo sobre los derechos humanos que exige a las empresas multinacionales respetar los derechos humanos de todos los trabajadores, conforme con los Principios Rectores para la implementación del marco de la ONU “Proteger, Respetar y Remediar”.
Las Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales son un fuerte instrumento internacional para promover la responsabilidad social corporativa. Sin embargo, en la práctica se han encontrado límites en su implementación. En este sentido, el documento de actualización introducirá varias mejoras en las Directrices, incluyendo cláusulas que indican el plazo aproximado para completar la investigación de casos específicos, y mayor cooperación entre los Puntos Nacionales de Contacto de los países de origen y de destino.
Ahora les toca a los gobiernos nacionales respetar las nuevas normas que se señalan en el documento y, a la vez, deben tomar medidas eficaces para su implementación.
Entre otros importantes avances figuran cláusulas sobre el trabajo subcontratado y temporal, ofreciendo una herramienta para abordar el trabajo precario problemático, y también se dispone para que los trabajadores perciban un sueldo decente o “por lo menos suficiente para satisfacer las necesidades básicas de los trabajadores y sus familias”.
Las Directrices actualizadas se van a aprobar en reunión del Consejo de Ministros de la OCDE que se realizará el miércoles 25 de mayo, y entrarán en vigencia de inmediato.
Durante este último año, la ICEM ha participado en un diálogo con los gobiernos de la OCDE. En esas consultaciones fue de importancia primordial el TUAC (Comité Asesor Sindical de la OCDE), junto con la CSI, las FSI, el BIAC (Comité Consultivo Empresarial e Industrial de la OCDE), y OCDE Watch. Todavía caben otras mejorías de las Directrices, y continuará el diálogo.
Potencialmente, las Directrices de la OCDE pueden promover la responsabilidad social y ambiental corporativa en todo el mundo, y pueden aportar efectivamente al desarrollo sostenible y a la dimensión social de la globalización. Con este documento actualizado se mejora esta potencialidad.