2 noviembre, 2009
A medida que van avanzando en su trabajo de sindicalización y aumenta su influencia, los sindicatos de Irak enfrentan cada vez más interferencia y franca represión por parte del gobierno. A pesar de que el derecho de sindicación es garantizado en la nueva constitución, el gobierno de Irak recurre a legislación descaradamente antisindical, de la cual gran parte se remonta a la época de Saddam, con el fin de poner trabas y restringir la actividad sindical.
Sin embargo, los sindicatos se están defendiendo. El 24 de octubre, cientos de trabajadores desfilaron en las calles de Basra. Los miembros de 12 sindicatos se reunieron en esa ciudad ante la sede de la Federación General de Trabajadores Iraquíes (GFIW), con pancartas que exigían que el gobierno central deje de interferir en asuntos internos de los trabajadores, y luego marcharon hacia el edificio de la administración gubernamental en Basra.
Miembro del comité ejecutivo de la ICEM, Hashmeyia Saadawi
La GFIW es una central sindical nacional de Irak a la cual están afiliados dos sindicatos que son, a la vez, afiliados de la ICEM. Entre los que encabezaban la manifestación se encontraba Hashmeyia Saadawi, Presidenta del Sindicato General de Trabajadores Electricistas y Técnicos (GFIW), y miembro del Comité Ejecutivo de la ICEM.
Los lemas que más se destacaron en la marcha fueron aquellos que exigían la aplicación de una nueva legislación laboral que cumpla con lo propuesto por la OIT, además de exigir la eliminación de la Ley 150 de Saddam, aprobada en 1987, y la derogación de la Orden Ministerial 8750 de agosto 2005.
El asunto inmediato que provocó la acción del 24 de octubre fue el intento por parte del gobierno de conformar un comité gubernamental para implementar elecciones sindicales de los trabajadores, pero regidas por las leyes antiguas y sin la participación del Consejo Ejecutivo del GFIW. De esta manera, seguiría prohibida la sindicalización de trabajadores del sector público, ya que oficialmente, bajo la legislación antigua, no se permite la sindicalización de trabajadores del sector público.
En vista de que tanto los sectores del petróleo y del gas, como así también el sector de la energía eléctrica, siguen dentro del sector público, hace que sea una farsa las elecciones de esos sindicatos, y también las de muchos otros. Los problemas se intensifican debido a que las autoridades siguen usando un polémico decreto, la Orden 8750 de 2005, por el cual se congelaba todo el capital y las cuentas financieras de los sindicatos, haciendo imposible el funcionamiento correcto de los sindicatos.
Al llegar a las oficinas del gobierno local, los trabajadores se reunieron con funcionarios locales, que se comprometieron a apoyar sus exigencias y comunicarlas al gobierno central.
Sin embargo, continuará esta lucha crucial. El movimiento sindical de Irak está por lanzar una campaña que hace un llamado para que el gobierno y el Parlamento apliquen un código laboral justo, por el cual se permita el derecho de sindicalización de todos los trabajadores, tanto del sector público como del privado. Una vez que se cuente con legislación de esta naturaleza, habría que realizar elecciones, que tienen que llevarse a cabo sin interferencia por parte del gobierno.
La campaña señalada ya ha atraído la atención y apoyo a nivel internacional. En el Reino Unido, Brendan Barber, Secretario General del Trades Union Congress (TUC), ha escrito a David Milliband, Ministro de Asuntos Exteriores, pidiéndole que presione a Irak para que deje de interferir en los asuntos sindicales, y, para que, al contrario, se introduzca el código laboral que ya se ha redactado, y que cumple con las normas de la OIT, otorgando a todos los trabajadores el derecho de crear y afiliarse a los sindicatos y a participar en su administración. Dicha carta, en inglés, se puede ver en el website siguiente.
Por otra parte, LabourStart ha lanzado una campaña electrónica por la cual los trabajadores pueden demostrar su apoyo. Para unirse a esta campaña, haga clic en el enlace siguiente.