1 junio, 2011
En marzo, la ICEM contó con la ayuda de la FITIM en una campaña pública en apoyo del afiliado de la ICEM, Petrol-İş de Turquía, para lograr que Standard Profil, fabricante de productos de caucho, empezara a negociar. Petrol-İş había obtenido más del necesario 50% de los 2.300 empleados/as de Standard Profil, y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social certificó que la línea de productos de la empresa caía bajo la jurisdicción de negociación de petróleo, productos químicos y caucho.
En marzo, la ICEM contó con la ayuda de la FITIM en una campaña pública en apoyo del afiliado de la ICEM, Petrol-İş de Turquía, para lograr que Standard Profil, fabricante de productos de caucho, empezara a negociar. Petrol-İş había obtenido más del necesario 50% de los 2.300 empleados/as de Standard Profil, y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social certificó que la línea de productos de la empresa caía bajo la jurisdicción de negociación de petróleo, productos químicos y caucho.
La finalidad de la campaña pública, que incluyó cartas mundiales de apoyo enviadas a Petrol-İş por sindicatos y comités de empresa que representan a clientes de Standard Profil en el sector de industria automotriz, era disuadir a la empresa de apelar la determinación del Ministerio relativa al sector industrial. El sindicato pidió a la empresa, en palabras del presidente de Petrolİş, Mustafa Öztaşkin, que “empezara a mostrar buena voluntad y consideración de los intereses mutuos”.
El fabricante de sistemas de sellado de goma para automóviles ya había tenido un conflicto con el sindicato en cuanto a formación sobre libertad sindical y derechos laborales, por intervención del Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA en siglas inglesas), un órgano de la Corporación Financiera Internacional (CFI) del Banco Mundial. La CFI ha otorgado a Standard Profil préstamos de desarrollo en sus dos fábricas de Düzce y Bursa, y los criterios de concesión de esos préstamos obligan a la empresa a fomentar una conducta social y medioambiental apropiada.
En abril, la empresa ignoró el ramo de olivo de Petrol-İş y presentó una apelación ante el gobierno. La empresa reclama su jurisdicción en la industria metalúrgica. Con una apelación de ese tipo se pretende, en Turquía, impedir el reconocimiento y la negociación de un sindicato atándolo en procedimientos judiciales por dos o más años. Y al resultado relativo a la jurisdicción sigue automáticamente una apelación del 50% más uno, que limita más aún el legítimo derecho de los trabajadores de afiliarse a un sindicato y negociar colectivamente.
Esta es la razón principal de que el arcaico código laboral de Turquía sea actualmente objeto de examen en la OIT.
A pesar de la formación sobre derechos laborales en Standard Profil en los años 2008-09, como parte de sus responsabilidades ante la CFI, la empresa mostró mala voluntad, acorde con su apelación del mes pasado, despidiendo a cinco activistas sindicales, entre ellos un trabajador con discapacidad.
En efecto, la ICEM y Petrol-İş organizaron la campaña pública con una estrategia de respaldo en el caso de que Standard Profil mostrara hostilidad. La compañía, radicada en Estambul, fabrica obturadores de caucho para puertas, maleteros, recubrimientos de motores y otras juntas herméticas para automóviles. Pertenece a Bancroft Private Equity LLP, pero fue vendida a principios de mayo al Grupo Pawan Ruia de la India.
El Grupo Ruia interviene mucho en la industria del caucho y tiene importantes participaciones en Dunlop Tyre, Monotana Tyre, y Falcon Tyre de la India. Tambien tiene una participación considerable en el mercado de abrazaderas de automóviles, por lo que es una compañía estratégica en la cadena de suministro del sector del automóvil. La ICEM y Petrol-İş se centrarán ahora en este hecho.