19 octubre, 2009
Desde el principio, a través de todo el Congreso del IGBCE, que se realizó en Hanóver la semana pasada, centró su atención en la juventud. Los dirigentes que ahora se van, hace más de una década, habían apuntado las políticas sindicales hacia el aprendizaje y capacitación en el lugar de trabajo, y, el 13 de octubre, se eligió precisamente al Presidente más joven de la historia de una central sindical nacional del DGB. El IV° Congreso Estatutario del IGBCE declaró que el futuro de Alemania, no obstante las elecciones recientes, seguirá dando prioridad a las necesidades humanas, y no a una desenfrenada economía de mercado.
El Congreso, que se reunió bajo el lema “Piense en el futuro, actúe de modo responsable,” rindió un hábil homenaje a los 14 años del sindicato moderno y amalgamado que ha estado a la vanguardia del pensar social de Alemania, al mismo tiempo que, al afirmar que seguirá en pie un pacto social que existe desde hace mucho tiempo, presenta un desafío directo a la nueva coalición de centro derecha que llegó ahora al gobierno.
El nuevo Presidente Michael Vassiliadis, al centro
El Presidente saliente Hubertus Schmoldt afirmó que el modelo social de Alemania ha resistido ante la crisis financiera, mejor que cualquier otra economía de mercado basada únicamente en las ganancias; Michael Vassiliadis, Presidente recién elegido, definió la sociedad industrial moderna con dos pilares, el de la codeterminación de comités de empresa y el de la negociación colectiva innovadora, que seguirán ofreciendo a los trabajadores seguridad para toda la vida, y a la vez nuevas oportunidades profesionales para la juventud de Alemania.
Schmoldt, que desde 1997 había encabezado el IGBCE, que cuenta con 690.000 miembros, fue calificado por el Presidente Social Demócrata (SPD) Franz Müntefering como “un hombre que no solamente refiere el trabajo a los políticos, sino que se mete allí, y él mismo hace el trabajo.” Por otra parte, Schmoldt calificó el IGBCE como un sindicato de estabilidad basado en la identidad pública y solidaridad interna que ha perdurado y tenido éxito frente a muchos años de neoliberalismo.
Vassiliadis, de 45 años, dijo que el desafío más grande que enfrenta Alemania es el de apuntalar una estructura educativa. Señaló al respecto: “Nuestro sistema educativo contradice la justicia social. No podemos permitir que tu billetera o tu país de origen determine tus oportunidades educativas”. También dijo que era una oportunidad para el futuro el hecho de que la mitad de los nuevos miembros del IGBCE fueran trabajadores jóvenes, y que para el 2010 se esperaba que muchos enlaces sindicales iban a jubilar. Agregó que ya se ha elegido a 5.500 aprendices para realizar la función de enlaces sindicales, constituyendo un 4% del total.
El Secretario General del ICEM, Manfred Warda
Vassiliadis es un inmigrante griego de segunda generación que inició su trabajo sindical en 1986 en el IGBCE, participando desde 2004 en el Consejo de Dirección, integrado por seis personas, de ese sindicato, cubriendo las áreas de comités de empresa, desarrollo de enlaces sindicales, formación sindical y actividades para jóvenes. Trabajaba originalmente en una planta de Bayer situada cerca de su casa en Essen, y ahora es miembro de los consejos de supervisión de las empresas del sector de la química BASF y Henkel, además de realizar las funciones de vicepresidente de la empresa productora de potasa Kali y Salz y Evonik Steag.
Con este Congreso, el Consejo de Dirección se redujo de seis a cinco miembros, siendo reelegidos el Vicepresidente Ulrich Freese, y los miembros generales del Consejo Edeltraud Glänzer y Egbert Biermann. Otro miembro del Consejo que se jubila, igual que Schmoldt, es Werner Bischoff. Peter Hausmann fue elegido para reemplazarlo.
El Presidente saliente Hubertus Schmoldt con Warda, Özkan, Senzeni
Bischoff fue responsable de la negociación colectiva y varias otras funciones del IGBCE, y ha sido el arquitecto del acercamiento del sindicato hacia la negociación colectiva, que ha dado por resultado logros como seguridad de trabajo por toda la vida, reducción de la jornada laboral de trabajadores de mayor antigüedad en coordinación con la creación de oportunidades para jóvenes, y puestos de aprendizaje y en capacitación en decenas de empresas, garantizando así a los trabajadores jóvenes un futuro seguro en el sector industrial de Alemania. Este éxito es más notorio en el sector de la química del país.
Schmoldt dijo que en los últimos años, dos de cada tres aprendices se han incorporado al IGBCE, lo cual, dijo es resultado del trabajo de Bischoff y del sistema viable y funcional de negociación colectiva de ese sindicato.
En el Congreso del IGBCE, que se realizó del 11 al 16 de octubre, se aprobaron varias resoluciones relacionadas con la crisis financiera, y se preparó una estrategia de reclutamiento basado en la identificación de objetivos demográficos, ofreciendo servicios y asesoría a los trabajadores que se encuentran al margen de la economía, que incluyen a los trabajadores y trabajadoras migrantes.