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28 de abril: Día para reanudar la lucha en favor de salud y seguridad en el trabajo

20 abril, 2009

El día 28 de abril de cada año, el mundo conmemora a los trabajadores y trabajadoras muertos, lesionados o enfermos a consecuencia de su trabajo.

¿Cuántos son? Es muy difícil reunir datos fidedignos sobre lesionados y muertos en el trabajo. La OIT es la fuente más confiable de estadísticas al respecto a nivel internacional. Las cifras son asombrosas. La OIT ha estimado que a nivel mundial se producen anualmente dos millones de muertes relacionadas con el trabajo. Esto equivale a más de 5.000 cada día, y por cada fallecimiento, se producen cientos de otras lesiones y enfermedades.

Aunque parezcan increíbles, se cree que, en general, estas cifras, constituyen una subestimación de una situación aún más grave.

Ni los trabajadores ni las empresas registran adecuadamente las muertes en el trabajo. Muchas veces, los fallecimientos a causa del trabajo no se identifican como tales. Una vez que se haya informado sobre alguna víctima fatal, para que se incorpore a la estadística, el hecho tiene que ser “aceptado” o reconocido por la autoridad de regulación o Comisión de Accidentes de Trabajo. En muchas jurisdicciones, un gran número de trabajadores tiene exención de cobertura para compensación. Las cifras sobre lesiones producidas son todavía menos confiables que en casos de víctimas fatales.

Se tiende a reconocer muertes inmediatas y evidentes de los trabajadores, sin embargo rara vez se reconocen las muertes que se deben a enfermedades de origen laboral. El cáncer es una de las mayores causas de muerte relacionada con el trabajo, pero rara vez se reconoce debidamente. Son relativamente pocas las enfermedades laborales que se registran en las estadísticas oficiales.

Los datos sobre lesiones y enfermedades están notoriamente sujetos a prejuicios y problemas metodológicos. En muchos casos, simplemente no se registran las lesiones, enfermedades, e incluso fallecimientos de los trabajadores. Muchas veces, la evaluación de compensación y primas de seguro de los trabajadores se basan en estas estadísticas, lo cual constituye un enorme inventivo económico que lleva al sector patronal a suprimir o desalentar el registro de los accidentes.

Hacen esto de varias maneras, desde programas para trasladar a los trabajadores lesionados al lugar de trabajo para que sus lesiones no se cuenten como “tiempo perdido”, hasta sofisticadas técnicas psicológicas como programas de seguridad “behaviouristas”. Se producen con frecuencia amenazas de castigo o despido después de haberse informado sobre un accidente. Ha resultado muy eficaz la realización de “pruebas para drogas después de los incidentes”, haciendo que los trabajadores oculten sus lesiones antes de arriesgar ser sometidos a pruebas “falso positivas”.

En los días que faltan para el 28 de abril, se darán a conocer muchas estadísticas. Por muy terribles que sean las cifras, es probable que la verdad sea peor.

Por último, el 28 de abril no se trata de cifras: su tema es la persona humana. El martes de la próxima semana, vamos a detenernos para recordar a los que, para ganarse la vida, pagaron con sus vidas o su salud. Y luego renovemos la lucha a favor de una mejor seguridad y salubridad en el lugar de trabajo.