6 octubre, 2020Mediante las directrices sobre la libertad de asociación (FoA) de Myanmar, la IWFM, afiliada a IndustriALL, logró la reincorporación de tres dirigentes sindicales de Glory Fashion que habían sido despedidos luego de establecer una rama local de su sindicato.
En mayo, Glory Fashion despidió a tres dirigentes sindicales, a quienes acusó de violar sus contratos de trabajo. Los sindicalistas afirmaron que esto se trató de un caso de represión sindical, ya que los despidos ocurrieron después de que los trabajadores de Glory Fashion establecieran una rama local de la Federación de Trabajadores Industriales de Myanmar (IWFM).
En las semanas posteriores a la formación del sindicato, la dirección de la fábrica acosó a las familias de los dirigentes sindicales locales. Visitaron a sus padres en áreas remotas de Myanmar, amenazándolos con hacer que sus hijos regresaran allí, así como también utilizaron matones para intimidar a los dirigentes sindicales.
Inmediatamente después de los despidos, la IWFM remitió el caso al órgano de conciliación del municipio, que dictaminó que los tres dirigentes sindicales no habían violado sus contratos de trabajo y le ordenó a la empresa que los reincorporara.
Como Glory Fashion se negó a aceptar el fallo, la IWFM remitió la denuncia al órgano de arbitraje. Este se pronunció de igual manera, decisión que el empleador se negó obstinadamente a cumplir. Sin darse por vencido, el sindicato reenvió el caso al Consejo de arbitraje, donde ganó el empleador.
En un intento por resolver la situación, la empresa minorista de moda irlandesa Primark, que se abastece de la fábrica, entabló negociaciones con Glory Fashion y la IWFM. El 1.º de octubre, los tres dirigentes sindicales fueron reintegrados con sus prestaciones sociales y sueldos atrasados completos.
El presidente de la IWFM, Khaing Zar, expresó que el apoyo de Primark fue importante para llegar a un acuerdo con el empleador.
Christina Hajagos-Clausen, directora del sector textil y de la confección de IndustriALL, declaró:
“Este es otro ejemplo más de cómo el mecanismo de resolución de disputas de la ACT, desarrollado bajo las directrices sobre la libertad de asociación, está demostrando ser eficaz para garantizar que se respeten los derechos fundamentales de los trabajadores”.