12 septiembre, 2013En la actualidad, se está viviendo en Sudáfrica una intensa actividad conflictiva debido a las enconadas negociaciones colectivas. Una vez finalizadas las huelgas de los sectores aurífero y automotriz, se ha iniciado otra huelga de trabajadores fabricantes de motores, que reclaman aumentos de salarios.
Cuando se estancaron las negociaciones salariales, el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, que cuenta con 80.000 mineros auríferos, inició el 3 de septiembre pasado una huelga que obligó a sus empleadores a acudir rápidamente a la mesa de negociaciones, de modo que la huelga finalizó a los pocos días después, con convenios formalizados, empresa por empresa, que fueron formalmente firmados, en una ceremonia de firmas, en la Cámara de Minas, el 10 de septiembre.
Como resultado, los trabajadores auríferos acordaron un convenio que establecía un aumento salarial del 8 por ciento para los trabajadores con sueldos más bajos y un 7,5 por ciento para los demás. También se acordaron aumentos según la inflación para el año 2014. Además, en el primer año, los trabajadores recibirán un aumento de 15 euros al mes por concepto de alojamiento fuera del hogar, el que aumentará, en otros 15 euros más, en el segundo año.
Por otro lado, 30.000 trabajadores del sector automotriz, miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudáfrica (NUMSA), pusieron fin a la huelga después que el sector patronal, incluyendo BMW, Toyota y VW, revisaran su oferta del 7 por ciento, aumentándola hasta alcanzar el 11,5 por ciento. La huelga, que había comenzado el 19 de agosto, continuó durante tres semanas, ya que los trabajadores rechazaron un aumento del 10 por ciento que se les había ofrecido durante la huelga, a raíz de lo cual NUMSA continuó con las negociaciones.
NUMSA también acordó un aumento del 10 por ciento para los trabajadores del sector automotriz al alcanzar el segundo año, y de nuevo en el tercer año, y así también un subsidio de transporte de 100 euros al año, una subvención de 62 euros mensuales para la vivienda, y un aporte patronal del 70 por ciento al costo de la asistencia médica.
Al mismo tiempo que finalizaba esta huelga de NUMSA, comenzó otro conflicto, esta vez en el sector de fabricación de motores. En efecto, el 9 de septiembre, 70.000 trabajadores paralizaron sus labores, después que se estancaran las negociaciones con los organismos empresariales Retail Motor Industry y Fuel Retailers’ Association. Por su lado, los trabajadores rechazaron una oferta de aumento salarial del 7 por ciento, exigiendo un aumento de más del 10%, e incremento del subsidio por los turnos de la tarde y de noche.
Los empresarios lamentaron el costo de las huelgas, tanto para las empresas como para la economía, pero los trabajadores sudafricanos y sus sindicatos han considerado estas huelgas necesarias, en favor de mejores sueldos, debido al aumento del costo de la vida, logrando una importante victoria.