9 julio, 2015IndustriALL Global Union felicita a su afiliado paquistaní PCEM por haber logrado otra importante victoria legal en su larga lucha a favor de los derechos de los trabajadores en Syngenta, gran empresa suiza del sector de la agroquímica y semillas.
El 29 de junio, la Comisión Nacional de Relaciones Laborales de Pakistán (NIRC) dictaminó que se deben adjudicar contratos de trabajo permanentes a nueve trabajadores subcontratados en la planta de producción de Syngenta en Karachi. El 17 de junio de 2014, con el debido apoyo sindical, se presentaron al tribunal los casos de 25 trabajadores subcontratados que merecen legalmente tener empleo regularizado; del total de 25, quedan pendientes ante el tribunal 16 casos restantes. Los 25 trabajadores laboran en la planta desde 2012.
Esta última victoria sigue marcando un precedente positivo para el Sindicato de Empleados de Syngenta, y una vez que se regularice su situación laboral, estos nueve trabajadores podrán afiliarse oficialmente al sindicato, que es parte del PCEM nacional.
Se ha aplicado la externalización masiva de la mano de obra en la planta como represalia contra los trabajadores por haber formado un sindicato. Por este motivo, en diciembre de 2014, el sindicato de trabajadores de Syngenta presentó otra demanda judicial independiente; el tribunal ha ordenado a la compañía no continuar con la subcontratación de personal mientras el caso esté pendiente. Sin embargo Syngenta no cumple con esa orden.
Hay 84 trabajadores fijos y 80 trabajadores subcontratados en la planta. Incluyendo a los nueve que recientemente se afiliaron, 71 trabajadores permanentes se han asociado al sindicato. Los miembros del sindicato trabajan en la formulación, llenado y embalaje de productos agroquímicos.
Refiriéndose a la situación actual, Imran Ali, Secretario General del sindicato, informó a IndustriALL al respecto:
Éste es un gran triunfo que ha logrado el Sindicato de Empleados de Syngenta en su lucha por la regularización y para aumentar el número de afiliados del sindicato.
Sin embargo, si Syngenta sigue la misma política del pasado, la empresa apelará contra esta decisión. Mientras tanto, la administración se ha negado a entablar cualquier diálogo con el sindicato sobre esta cuestión.
Mientras que el PCEM sigue haciendo campaña para el restablecimiento del Secretario General Imran Ali, quien fue despedido por la empresa, aunque él mismo sigue representando al sindicato en las negociaciones con Syngenta. La última sesión de negociaciones fracasó y el sindicato notificó a la empresa que irá a la huelga.
Los asuntos que son prioritarios para el sindicato, pero que la administración empresarial se negó a tratar son: la reincorporación de Imran Ali; que se retire una demanda en contra de Zafar Iqbal, Vicepresidente del sindicato; el pago de varios beneficios pendientes; y la exigencia de que toda la producción debe hacerse en la planta.
Esta mala conducta empresarial no se limita sólo a Pakistán: Syngenta también falta respeto a sus trabajadores incluso en Suiza, donde la empresa tiene su casa matriz.
Aunque en 2014 el volumen de ventas de la empresa alcanzó más de US$15 mil millones, la compañía también provoca graves problemas para sus trabajadores y sindicatos en su país de origen, habiendo eliminado 116 puestos de trabajo en sus instalaciones en Monthey, Canton Valais. Se considera que ésta es la planta clave de Syngenta, donde se elaboran los nuevos productos por primera vez antes de trasladar su producción a fábricas en diferentes partes del mundo.
Los dos afiliados suizos de IndustriALL, Unia y Syna, han criticado severamente los recortes de puestos de trabajo, que se dieron a conocer casi simultáneamente con otra noticia, que los accionistas recibirán pagos de US$1,5 mil millones.
“Syngenta debe detener este comportamiento arrogante e inaceptable contra sus empleados y sus sindicatos”, dijo Kemal Özkan, Secretario General Adjunto de IndustriALL Global Union. “Tal como le pedí a la administración de Syngenta en la Junta General Anual de Accionistas a principios de este año, debemos dialogar juntos de una manera madura y de buena fe para que los trabajadores de Syngenta puedan hacerse oír en el lugar de trabajo”.