1 octubre, 2014“Quiero trabajar en un lugar seguro y tener un buen sueldo y descansar lo suficiente”. Este fue el testimonio de una mujer joven que participó en la reunión celebrada en Maseru los días 24 y 25 de septiembre de 2014.
La finalidad de la reunión era crear un Comité de Mujeres de la IndustriALL en Lesotho, donde unos 14.000 trabajadores del textil pertenecen a tres sindicatos diferentes, FAWU, LECAWU y NUTEXT, de un total de unos 40.000 trabajadores. Estos sindicatos probablemente se fusionen pronto para formar uno solo. Las fábricas de textiles pertenecen a propietarios sudafricanos o chinos.
Las mujeres determinaron que los problemas que requieren atención prioritaria son: tiempo insuficiente para ir al aseo, salidas bloqueadas o cerradas, desmayos, objetivos excesivos, acoso sexual, bajos salarios, por lo que algunas mujeres tienen que recurrir a la prostitución, no dormir bastante, permiso de maternidad insuficiente, VIH y SIDA. Trabajaron sobre la base de mapeo corporal, planificación del lugar de trabajo, cartografía de la vida y visualización de sueños.
Las mujeres conocían una fábrica donde el permiso de maternidad pasó de dos semanas a 12 semanas. Se trata de Springfield Manufacturing, empresa de propiedad sudafricana. El sindicato negoció y empezó pidiendo un aumento salarial del 15%. Lograron un 8% y un incremento del permiso de maternidad a partir del l de mayo de este año. Todo el mundo estuvo de acuerdo con esta demanda. El sindicato celebra reuniones masivas regularmente y pregunta a los trabajadores cuáles son sus demandas. En esa fábrica hay unos 1.000 trabajadores, el 80% de ellos mujeres. Algunos enlaces sindicales son mujeres. Todos en la fábrica tienen contrato permanente. El empleador paga las prestaciones de maternidad. Están tratando de que la seguridad social pague esas prestaciones.
Seis mujeres fueron elegidas para coordinar la labor del comité y mantenerse en contacto con la IndustriALL. Para empezar, van a trabajar en combatir la discriminación entre hombres y mujeres:
- Asegurándose de que las mujeres están representadas en todas las estructuras del sindicato
- Dando a conocer a otras mujeres sus derechos celebrando pequeñas reuniones en las fábricas
- Enseñando a las mujeres a tener autoestima y a ser independientes
- Creando unidad entre sindicatos, de manera que su voz resuene
- Formando a las jóvenes para protegerse contra el acoso sexual y enseñándoles habilidades para la vida
- Impartiéndoles formación sobre la salud y la seguridad en el lugar de trabajo
- Proporcionándoles formación y sensibilizándolas sobre el VIH y el SIDA.
Las mujeres comprendieron que en el futuro los sindicatos tienen que firmar acuerdos que no se limiten al dinero. De esta manera será más fácil abordar preocupaciones de las mujeres como el permiso de maternidad o el acoso sexual y el VIH y el SIDA. Como primer paso, las trabajadoras tienen que ser educadas sobre los beneficios y los derechos sociales. Las mujeres regresaron a casa con un mayor sentimiento de autoestima y empoderamiento.