24 abril, 2019Seis años después de Rana Plaza, el desastre más letal que se ha visto en el sector de la confección, las inspecciones independientes y transparentes del Acuerdo de Bangladesh sobre seguridad en la construcción de edificios y de instalaciones de sistemas contra incendios han transformado la seguridad en miles de fábricas de confección en el país: así afirma en un comunicado Jenny Holdcroft, secretaria general adjunta de IndustriALL Global Union.
Las marcas ofrecen mucha información sobre lo que hacen para mejorar las condiciones en sus cadenas de suministro, pero es sólo a través de la transparencia que se puede verificar esta información.
La transparencia nos permite evaluar si son efectivas las estrategias que están usando las empresas, por ejemplo, verificando si las políticas respecto al salario digno realmente mejoran los salarios de los trabajadores y trabajadoras.
El Índice de Transparencia 2019 de Fashion Revolution demuestra que sólo un 17% de las marcas revela cómo están aplicando su política respecto a pagar salarios dignos a los trabajadores/as en sus cadenas de suministro, y solamente un 4% informa sobre su progreso en este sentido.
Con una mayor transparencia, podríamos establecer la relación entre las políticas de responsabilidad social corporativa y su impacto en el terreno.
Es imprescindible dar el próximo paso, extendiendo la transparencia para abarcar las prácticas de adquisiciones. Sean cuales sean las medidas de responsabilidad social que aplique una empresa, estas iniciativas pueden verse socavadas por sus propias prácticas de adquisiciones. No tiene sentido que las marcas digan que apoyan horas de trabajo decentes si obligan a los proveedores a cumplir con plazos de entrega cada vez más exigentes.
Sólo un 9% de las marcas que participaron en la encuesta del Índice tiene un proceso formal para recopilar los comentarios de los proveedores sobre las prácticas de adquisiciones de las marcas. Para poner fin a la constante presión que produce empeoramiento de los salarios y condiciones de trabajo, la transparencia permite iniciar un diálogo entre empresas y sindicatos sobre lo que debe cambiar en la forma en que las marcas hacen negocios con los proveedores.
Si bien es positivo que, en su Código de conducta para proveedores, un 76% de las marcas publique sus políticas respecto a la libertad de sindicación y negociación colectiva, sólo un 4% da a conocer cuántas plantas de sus proveedores cuentan con sindicatos independientes y democráticamente elegidos.
Si hubiera transparencia respecto a la presencia de sindicatos en las fábricas proveedoras, y la existencia de convenios colectivos, se revelaría el impacto funesto de décadas de hostilidad hacia los sindicatos por parte de los empleadores y los gobiernos, dando como resultado niveles sumamente bajos de representación de los trabajadores y trabajadoras.
El hecho es que una postura supuestamente neutral sobre la libertad de sindicación no hace nada para eliminar los enormes obstáculos que impiden que los trabajadores/as ejerzan su derecho fundamental a organizarse. Para que los trabajadores y trabajadoras de la confección tengan mejores salarios y condiciones de trabajo, es necesario tomar medidas concretas para que sea más fácil afiliarse a un sindicato y realizar la negociación colectiva.