1 julio, 2013Arrastrados por la desesperación y la pobreza en medio de la agitación política, los trabajadores reanudaron la extracción en una mina cerrada en 2009, después de que 16 personas murieran a consecuencia de un deslizamiento de tierra. En la mina reabierta se produjo la tragedia, con un derrumbe en el que perecieron 52 mineros.
El presidente de la República Centroafricana (RCA), Michel Djotodia, que se hizo con el poder mediante un golpe de estado en marzo de 2013, declaró tres días de luto por los mineros fallecidos, pero hay muchas más víctimas en esta nación en crisis. La libertad sindical ha sido prohibida, y con el gobierno actual no se permite ninguna forma de reunión.
Louis Marie Kogrengbo, secretario general de la Organización Democrática de Sindicatos de Trabajadores de la República Centroafricana (ODSTC), afiliada a la IndustriALL, informa de que los rebeldes recorren las calles de la ciudad y las zonas rurales atacando a la gente, y que no pasa un día sin que se conozcan incidentes violentos. La seguridad es el problema que más preocupa a la mayoría de la población.
La RCA depende del algodón como principal exportación, y luego de los sectores de extracción de diamantes y de oro, todos los cuales pueden hundirse. Los mineros ganan tan sólo 4 $ EE.UU. diarios. La mayoría de los 80.000 a 100.000 mineros de diamantes en la RCA trabajan en minas artesanales y pequeñas, sin licencias. Por eso, las piedras extraídas se venden a menudo a traficantes o empresas exportadoras por un pequeño porcentaje del precio de venta.
El Gobierno está reaccionando a la presión internacional, a través del Proceso de Kimberly, para erradicar los diamantes de sangre con los que se financian los conflictos. Entre las medidas figura el establecimiento de un nuevo centro de información centralizado y la prohibición de las compras en efectivo. Sin embargo, con esas medidas los mineros tienen cada vez más posibilidades de perder su empleo.
Muchos mineros artesanales de diamantes, por desesperación, han pasado a la minería de oro; los precios del oro se han mantenido más estables que los del diamante. Se piensa que el comercio ilegal de oro es mucho peor que el de los diamantes, estimado en el 95 por ciento de la producción. Por eso, los trabajadores que murieron en la reciente tragedia decidieron, sin duda a causa de la pobreza, dedicarse a la extracción ilegal, en condiciones peligrosas, para el mercado negro.
El secretario general de la IndustriALL, Raina, declaró:
Para acabar con las condiciones de trabajo explotadoras y peligrosas, y con el ciclo de violencia en la República Centroafricana, se requiere la acción internacional. En el movimiento obrero es necesaria la solidaridad internacional, a fin de impulsar la paz y la estabilidad de los trabajadores y lograr el restablecimiento de los derechos de los trabajadores y de los sindicatos.