12 julio, 2013La decisión de formar un sindicato en el lugar de trabajo no tiene por qué ser una decisión que cambie la vida, pero para los trabajadores de la empresa del calzado DMG International en la República Dominicana el resultado fue ese.
Cuando los trabajadores de la empresa de la zona franca decidieron organizarse ante los pésimos sueldos y condiciones de trabajo, la reacción de la empresa fue rápida y brutal. Seis miembros del comité del sindicato fueron despedidos, y otros descubrieron pronto que todos sus movimientos se vigilaban atentamente. Tan de cerca se les vigilaba que unos cuarenta trabajadores que se reunieron con líderes sindicales en sus propios vecindarios fueron despedidos cuando se presentaron a trabajar la mañana siguiente. La empresa alegó que los despidos se debían a la falta de pedidos, pero luego contrató en seguida a otros trabajadores para sustituirles.
El miércoles 10 de julio, el presidente del comité del sindicato fue rodeado en la fábrica por trabajadores armados con cuchillos y palos y le dijeron que su vida corría peligro a menos que abandonara el sindicato. La IndustriALL Global Union ha pedido que se investigue el incidente y que los responsables sean castigados.
También ha pedido a la empresa que negocie medidas apropiadas para poner fin a la violencia y garantizar que los trabajadores puedan ejercer el derecho a sindicarse. Esas medidas deben comprender una política de tolerancia cero respecto a la violencia, la readmisión de todos los trabajadores despedidos por ejercer el derecho a la libertad de asociación, y la garantía de que la empresa respetará el derecho de los trabajadores a organizarse libremente, incluido el acceso a la federación sindical UNATRAZONAS, que está ayudando a los trabajadores a sindicarse.
Se ha pedido al ministro de Trabajo y al único cliente de la empresa, la Red Wing Shoe Company, que intervengan.
Mientras tanto, el coraje de los trabajadores y el espíritu de determinación persisten.