27 septiembre, 2012Syngenta, la multinacional de la agroquímica con sede en Suiza, se ha comportado vergonzosamente en Pakistán, desde el despido, en diciembre de 2010, del secretario general del sindicato de empresa. Durante una batalla jurídica muy larga por el derecho de 50 trabajadores al empleo permanente, la dirección ha rechazado los fallos de numerosos tribunales del trabajo, favorables a los trabajadores.
Ahora, tras no lograr apoyo judicial, a pesar de los esfuerzos de una famosa empresa de servicios jurídicos de Pakistán, la dirección trata de establecer un sindicato amarillo y de aplastar al Syngenta Employees Union. El pequeño Syngenta Employees Union está afiliado a la Pakistan Federation of Chemical, Energy, Mine and General Workers’ Union (PCEM), afiliada a su vez a la IndustriALL. El secretario general despedido, compañero Imran Ali, que es también presidente de la PCEM, conoció la noticia de su despido por la prensa local, y fue claramente expulsado por sus actividades sindicales.
El secretario general de la PCEM, Muhammad Suhail, se puso en contacto con la IndustriALL el 23 de septiembre para advertir de la creación del sindicato amarillo e informar sobre el proceso legal en curso.
El sindicato nacional, de 2.000 miembros, celebró una gran victoria jurídica en marzo de 2012, al ganarse en el Tribunal de Apelación del Trabajo el caso de los derechos a pleno empleo de 50 trabajadores por contrato. El caso se había recurrido ya una vez, pero de nuevo la dirección prefirió seguir financiando un caro proceso legal y mantener a los empleados pakistaníes con contratos precarios de corta duración. Las 50 peticiones están ahora pendientes ante el Alto Tribunal de la provincia Sindh. Las reiteradas ofertas de diálogo han sido rechazadas por la dirección local del productor mundial de plaguicidas.
Una de las organizaciones predecesoras de la IndustriALL, la ICEM, aportó considerable ayuda de solidaridad al Syngenta Employees Union. Junto con el afiliado suizo UNIA, se ejerció presión sobre la dirección mundial y las autoridades pakistaníes solicitando justicia en este caso. La solidaridad y el apoyo continuarán hasta que Syngenta empiece a cumplir su propio código de conducta, que dice:
“El Código de Conducta de Syngenta establece nuestro compromiso a cumplir todas las leyes laborales, los códigos y convenios nacionales internacionales, y a respetar los principios consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los principales Convenios de la Organización Internacional del Trabajo, que comprenden el derecho a la libertad sindical, el derecho de sindicación y negociación colectiva, la igualdad de remuneración y los requisitos de edad mínima.”
La PCEM, encabezada por el secretario general, Muhammad Suhail, sigue presionando por la total readmisión del secretario general del Syngenta Employees Union, Imran, con la remuneración completa y las prestaciones con carácter retroactivo, así como por el legítimo reconocimiento de los 50 trabajadores que ganaron su causa en el Tribunal del Trabajo por sus derechos al empleo permanente en Syngenta.