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Sindicatos instan a tomar medidas enérgicas para proteger los empleos de la industria siderúrgica

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1 abril, 2025La creciente incertidumbre económica y las tensiones geopolíticas están exacerbando los desafíos de larga data en la industria siderúrgica. IndustriALL Global Union, IndustriAll Europe y TUAC hacen un llamado a los Gobiernos en el 97.º Comité del Acero de la OCDE para que garanticen que los trabajadores no paguen el precio de estas presiones a través de la disminución del salario real, el deterioro de las condiciones de trabajo y la pérdida de empleos.

Al igual que en años anteriores, los datos de la OCDE confirman que la capacidad mundial de producción de acero sigue creciendo a pesar de su débil demanda y de unas perspectivas económicas poco alentadoras. Para finales de 2024, la capacidad mundial de producción de acero había alcanzado los 2472 millones de toneladas métricas, y se espera que siga aumentando en los próximos años. Casi la mitad de esta producción se encuentra en China, donde la disminución de la demanda interna desde 2020 ha impulsado la producción hacia los mercados de exportación, lo que incrementa la presión sobre otras economías.

Al mismo tiempo, los nuevos aranceles comerciales, incluidos los aplicados entre las principales economías de la OCDE, están añadiendo más incertidumbre, lo que podría repercutir negativamente en la demanda y la inversión, poniendo en peligro los empleos en la industria siderúrgica a nivel mundial.

Los sindicatos siguen haciendo hincapié en que el exceso de capacidad de producción de acero y el aumento de las tensiones comerciales son solo una parte del problema; la otra es la debilidad de la demanda interna. Los representantes sindicales del Comité del Acero de la OCDE piden políticas industriales ambiciosas y exhaustivas para impulsar la demanda y establecer normas más estrictas mediante la incorporación de condiciones laborales y ambientales. También instan a las grandes empresas a reinvertir sus beneficios en tecnologías novedosas y ecológicas para impulsar el crecimiento económico sostenible y provocar efectos beneficiosos indirectos en otros sectores.

Por el momento, las respuestas de las principales economías de la OCDE varían. En Estados Unidos, el aumento de los aranceles va acompañado de esfuerzos para hacer retroceder los proyectos de energía limpia e industriales aprobados en virtud de la Ley de Reducción de la Inflación. En la Unión Europea, el aumento de la flexibilidad fiscal para el gasto en defensa puede no ser la mejor solución para aumentar la producción del continente. Esto se debe a que la gran mayoría de los bienes de defensa se importan de fuera de la UE, y la desvinculación de los proveedores estadounidenses, junto con la ampliación de la capacidad de producción militar europea, podría llevar muchos años. Mientras tanto, otras prioridades urgentes, como los fondos de cohesión social y la inversión en infraestructura, salud y educación, quedan cada vez más relegadas en la agenda.

Veronica Nilsson, secretaria general del TUAC, expresó: 

“Como demuestra el caso del acero, una inversión pública inadecuada y un bajo consumo privado hacen que las industrias nacionales estén más expuestas en momentos de mayores tensiones comerciales. En lugar de perseguir la consolidación fiscal, limitar la inversión pública y devaluar los salarios mediante reformas del mercado laboral que reduzcan la protección laboral y el poder de negociación de los trabajadores, los Gobiernos deberían aplicar políticas fiscales expansivas y estrategias industriales específicas que refuercen la capacidad de recuperación nacional al tiempo que protegen los empleos de calidad y los derechos de los trabajadores”.

Christina Olivier, secretaria general adjunta de IndustriALL Global Union, declaró:

“Los Gobiernos deben adoptar estrategias industriales proactivas en las que se alineen los objetivos económicos, ambientales y sociales. El acero es la columna vertebral de nuestras economías: proteger el sector significa proteger a los trabajadores, las comunidades y el futuro de la industria manufacturera”.

Judith Kirton-Darling, secretaria general de industriAll Europe, concluyó: 

“La industria siderúrgica europea se encuentra en una encrucijada. Si no se toman medidas urgentes para impulsar la demanda y garantizar la inversión, corremos el riesgo de perder capacidad industrial crítica y empleos de alta calidad. No se puede dejar que los trabajadores paguen el precio de las tensiones comerciales y la incertidumbre económica. Necesitamos una política industrial coordinada a nivel de la UE que salvaguarde los empleos de calidad y convierta en realidad la promesa de una Transición Justa”.