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Sindicatos del sector energético del Sudeste Asiático impulsan estrategias para una Transición Justa

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25 octubre, 2024Los días 22 y 23 de octubre de 2024, IndustriALL, con el apoyo de la fundación Friedrich-Ebert-Stiftung (FES), organizó una reunión en Manila para debatir el futuro de la energía y la Transición Justa en el Sudeste Asiático. Delegados de toda la región se reunieron para elaborar estrategias sobre la priorización de los derechos de los trabajadores y la seguridad laboral en medio del cambio hacia la energía sostenible.

Ramón Certeza, secretario regional de IndustriALL para el Sudeste Asiático, hizo hincapié en la demanda sindical de una participación activa en las políticas de transición energética:

“A medida que los países del Sudeste Asiático avanzan hacia una transformación energética limpia, en línea con los objetivos del Acuerdo de París, es crucial que los sindicatos exijan un lugar en la mesa de negociación para proteger la seguridad en el empleo, los derechos de los trabajadores y el bienestar de las comunidades. Nadie debe quedarse atrás. Exigimos una Transición Justa que ponga a los trabajadores en el centro de esta transformación y que garantice el trabajo decente, la protección social y la igualdad para todos y todas, al tiempo que aborde la necesidad apremiante de reducir las emisiones de carbono para proteger nuestro planeta”.

Esta reunión supuso un paso importante hacia la creación de alianzas sindicales sólidas para abordar los desafíos de la transición energética. Sus participantes analizaron la implementación de la Guía sindical de buenas prácticas para una Transición Justa de IndustriALL, elaborada con el fin de garantizar el trabajo decente, la protección social y la igualdad al tiempo que se abordan los cambios en el mundo del trabajo. 

Japón está atravesando una transición energética compleja, con miras a lograr la neutralidad de carbono para 2050. A pesar del descenso de la población activa, los sindicatos se están centrando en garantizar un empleo estable y facilitar el paso a nuevas fuentes de energía como el hidrógeno y el amoníaco. 

En colaboración con la central nacional RENGO, los sindicatos japoneses están abogando por un enfoque global para salvaguardar la seguridad en el empleo y mejorar las condiciones de trabajo. El desafío principal sigue siendo lograr la colaboración del gobierno y los actores de la industria para abordar las brechas políticas y garantizar una transición fluida.
Indonesia presentó sus ambiciosos objetivos de transición energética en el marco del acuerdo de Asociación para la Transición Energética Justa (JETP, por sus siglas en inglés), que incluyen la reducción de emisiones y la transición desde el carbón.

Sin embargo, los sindicatos destacaron la necesidad crítica de reconvertir a los trabajadores y de garantizar la protección social, dadas las pérdidas de empleo previstas en la minería del carbón. Están abogando por programas de reconversión profesional y han conseguido formar coaliciones para colaborar con las autoridades nacionales en cuestiones climáticas, aunque sus demandas todavía no forman parte del acuerdo de la JETP.

Por su parte, Tailandia informó de que, si bien las iniciativas en materia de energía renovable están ganando terreno, las inconsistencias políticas y la coordinación insuficiente están generando dificultades. Apsorn Krissanasmit, copresidente del sector energético, destacó:

“En 10 años, nos hemos enfrentado a muchos desafíos en materia energética y climática. Debemos estar a la vanguardia y ayudar a la mano de obra a prepararse para el futuro mediante la capacitación y la reconversión profesional”.

El gobierno de Singapur ha tomado medidas proactivas, como la creación de un fondo de 100 millones de dólares para apoyar proyectos de transición, pero los sindicatos están vigilando de cerca el impacto del aumento del impuesto sobre el carbono en la industria petrolera y sus trabajadores. En particular, este país está avanzando en su transición hacia los vehículos eléctricos y la producción de energías renovables mediante asociaciones público-privadas y proyectos aprobados por los sindicatos.

Filipinas mostró su avanzado compromiso con la Transición Justa, con especial hincapié en el diálogo social y la colaboración con el Departamento de Energía para desarrollar políticas integradoras. Los sindicatos locales han integrado con éxito disposiciones vinculadas a la Transición Justa en los convenios colectivos, lo que garantiza políticas de despido justas y formación para los nuevos puestos de trabajo.

Además, los sindicatos están presionando para que se cree un comité tripartito nacional de Transición Justa que consolide su papel en la elaboración de políticas.

Durante la reunión, los participantes reconocieron los desafíos específicos a los que se enfrentan las mujeres en el sector de la energía, especialmente en Vietnam e Indonesia. Los debates abordaron la necesidad de políticas y programas de formación que incluyan una perspectiva de género para reducir las brechas existentes en las áreas STEM y en los puestos de liderazgo.

Además, los delegados de Mongolia y Taiwán señalaron la importancia de abordar los riesgos relacionados con el desplazamiento de puestos de trabajo y la necesidad de mejorar las normas de salud y seguridad en el trabajo en el sector energético.

Al reflexionar sobre el papel fundamental de los sindicatos, la directora de IndustriALL para la industria energética y la Transición Justa, Diana Junquera Curiel, enfatizó:

“El trabajo de los sindicatos en el Sudeste Asiático es fundamental para dar forma a una Transición Justa inclusiva y equitativa. A través de la solidaridad y el compromiso estratégico, podemos proteger los derechos de los trabajadores y garantizar un futuro justo y sostenible para todos y todas”.

En la reunión de dos días se puso de relieve la fuerza colectiva de los sindicatos para defender una Transición Justa que proteja los derechos de los trabajadores mientras se abordan los desafíos ambientales. Los delegados hicieron hincapié en la necesidad de colaboración y desarrollo de capacidades para favorecer una transición energética equitativa.

IndustriALL mantiene su compromiso de garantizar que ningún trabajador ni trabajadora se quede atrás a medida que la región avanza hacia un futuro más respetuoso con el medioambiente.