31 agosto, 2016El 23 de agosto de 2016, los sindicatos de Nigeria participaron en una protesta nacional contra la crisis laboral que aumenta cada vez más, cuyo origen se centra en la falta de pago de salarios y en la violenta muerte de dos trabajadores.
La protesta fue organizada por el Congreso del Trabajo de Nigeria (NLC) en solidaridad con los trabajadores de los estados de Imo, Nasarawa y Benue por prolongados problemas con el pago de los sueldos. A consecuencia de esta irregularidad de parte del estado, han resultado víctimas dos trabajadores muertos en Nasarawa en el mes de julio.
A pesar de medidas de rescate por parte del gobierno federal, más de 20 estados de Nigeria han sido incapaces de pagar los salarios mensuales. Hay trabajadores a quienes no se les ha pagado desde enero de 2016. En algunos estados, se han recortado los sueldos y jornadas de trabajo, y se les ha dicho a los trabajadores que vayan a cultivar sus propios alimentos en las granjas, en virtud del programa Volver a la Tierra, diseñado para reducir costos.
Las protestas se llevaron a cabo en todo el país. En Lagos, la protesta fue dirigida por Issa Aremu, Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Textil y la Confección, organización afiliada a IndustriALL Global Union. Issa Aremu es miembro del comité ejecutivo nacional del NLC, y presidente de IndustriALL en África Subsahariana.
Aremu pidió que intervinieran el Presidente Muhammadu Buhari y el Ministro de Trabajo Chris Ngige, instando a los gobernadores de los estados de Benue, Imo y Nasarawa a respetar la legislación laboral de Nigeria, poniendo fin a los recortes salariales y la reasignación arbitraria de los trabajadores/as a las granjas con el fin de evitar tener que pagarles los sueldos que les deben.
Aremu puso énfasis especial en la situación en el estado de Nasarawa, donde dos trabajadores murieron cuando la policía disparó contra los manifestantes en una protesta que se llevó a cabo el 29 de julio de 2016, por la falta de pago de los salarios. Otros dos trabajadores recibieron heridas de bala. El gobernador del estado, Tanko Al-makura, recortó arbitrariamente los salarios de los trabajadores en un 50%, amenazando con despedir a los trabajadores en huelga y reemplazarlos con "graduados nuevos".
Refiriéndose a esta grave situación, Aremu señaló:
“En tiempos del odiado colonialismo británico, ningún gobernador colonial descalificó de esta manera la dignidad de la fuerza de trabajo con respecto a los contratos laborales en materia de remuneración y permanencia de los puestos: sin embargo, el gobernador Tanko Al-Makura lo hizo de manera totalmente inaceptable”.
Aremu señaló que la constitución de Nigeria garantiza explícitamente la inviolabilidad del servicio público tanto a nivel federal y como estatal, con el compromiso de mantener en un nivel adecuado la seguridad de los puestos de trabajo, las jornadas laborales, la salud y seguridad, remuneración y pensiones suficientes. La constitución garantiza el trabajo decente para los funcionarios de la administración pública; no les somete a los caprichos de los gobernantes ejecutivos.
Aremu planteó que el "mal gobierno" ha promovido la política de "desplazar a la fuerza de trabajo la carga de la disminución de ingresos", mientras se sigue manteniendo el enorme costo de la sobrecarga ejecutiva. Convertir a los funcionarios públicos en agricultores de la noche a la mañana como medida de reducción de costos es "una broma inaceptable".
Refiriéndose al asesinato de trabajadores en el estado de Nasarawa, dijo:
“Es criminal e inaceptable la acción de la policía, que se aplicó sin ninguna provocación contra trabajadores desarmados en una protesta pacífica. Se trata de una violación grave de los derechos de los trabajadores a protestar, consagrados en la Constitución de Nigeria y en disposiciones de la Organización Internacional del Trabajo. Apoyamos la exigencia del NLC que insiste en que el gobierno del estado de Nasarawa investigue este incidente, deteniendo a los culpables y llevándoles ante la justicia”.
Por otra parte, Fernando Lopes, Secretario General Adjunto de IndustriALL, manifestó lo siguiente:
“La situación en Nigeria es realmente vergonzosa: el intento de equilibrar las cuentas mediante la reducción de los salarios, mandando a los trabajadores a convertirse en agricultores. Es indignante que trabajadores fueran asesinados por la policía por protestar contra esta medida arbitraria e ilegal.
“El gobierno de Nigeria debe intervenir, procurando que se pague adecuadamente a los trabajadores y trabajadoras, que se respete el derecho de sindicación y de libertad de asamblea, y que los que mandaron a matar a los trabajadores sean llevados ante la justicia”.
El 30 de agosto, el Ministro de Trabajo respondió a las reivindicaciones de los manifestantes, convocando una reunión entre los dirigentes sindicales y el gobierno del estado de Nasarawa. El estado de Nasarawa acordó compensar a las familias de los trabajadores que fueron asesinados. El tema de los salarios pendientes de pago sigue sin resolverse.