11 junio, 2014A las empresas multinacionales se les acusa a menudo de hacer oídos sordos a la situación de los trabajadores, una actitud muy en evidencia esta semana en Cerro Matoso, la mina de níquel de BHP Billiton en Colombia.
El sindicato que representa a los trabajadores de la mina, Sintracerromatoso, dice que la empresa está protegiendo los intereses de los accionistas a costa de los trabajadores, de sus familias y de sus comunidades. Los líderes acusan a la empresa de esconderse detrás de palabras como "reestructuración" y "reducción de gastos" e ignorar el trauma de los trabajadores amenazados con perder la forma de sostentar a sus familias. La empresa está ofreciendo apenas el 30% de la indemnización prevista en la convención colectiva.
Sintracerromatoso, miembro de Utrammicol, está vinculada a esfuerzos para crear un sindicato poderoso y unido del sector minero y energético, el CUSME.
Tampoco se trata de reinventar la rueda. BHP Billiton podría tomar como punto de partida el Convenio N º 158 de la OIT y la Recomendación N º 166 sobre la terminación del empleo, así como las Directrices de la OCDE para las empresas multinacionales, o de la cantidad de guías que existen sobre el tema. Estos instrumentos proporcionan una valiosa orientación para hacer frente a cambios en la empresa.
En la realidad, los principios que emergen de estos instrumentos no son nada del otro mundo:
Cuando se contemplan cambios en las operaciones de la empresa, avisar lo antes posible el sindicato y las autoridades y entablar consultas de buena fé. Justificar por qué se proponen estas medidas. Colaborar en buscar soluciones y tomar en cuenta que los trabajadores y sus sindicatos pueden amenudo ofrecer una perspectiva nueva y proponer alternativas para evitar la pérdida de empleos. Caso de que los despidos sean inevitables, negociar a fin de minimizar al máximo el impacto negativo en la mano de obra.
Ignorar estas medidas es una tremenda irresponsabilidad.
IndustriALL ha ofrecido su apoyo.