Jump to main content
IndustriALL logotype

Sector automotriz de África Subsahariana: podría fomentar la fabricación, creando empleos decentes

16 junio, 2020En estos momentos, fabricantes multinacionales de vehículos están estableciendo plantas de producción en Angola, Etiopía, Ghana, Kenia, Namibia, Nigeria, Ruanda, Sudáfrica y otros países. Esto es un claro indicio de que existe potencial para impulsar la producción de automóviles en África Subsahariana. En vista de la desaceleración de la demanda de vehículos en los países desarrollados y el aumento de esa demanda en las economías emergentes, incluida África Subsahariana, existe una buena oportunidad para crecimiento de este sector industrial, satisfaciendo de este modo la demanda interna.

INFORME

En muchos casos, los fabricantes de equipos originales no piensan establecer sus propias instalaciones para cubrir todo el proceso de fabricación, sino que celebran acuerdos con fabricantes locales subcontratados que ensamblan los vehículos en sus plantas. Además, los fabricantes de equipos originales rara vez introducen fabricación completa: más bien comienzan con kits semi-ensamblados (SKD) y luego muestran planes para pasar, a mediano plazo, a kits para montaje completo (CKD). El valor agregado de fabricación en SKD y CKD es insignificante, y el bajo volumen de producción en las plantas no suele atraer inversión en la fabricación de componentes. Podría decirse que los gobiernos están sobreprotegiendo estas pequeñas plantas de ensamblaje que usan tecnología menos avanzada. Algunos de los vehículos ensamblados en estas plantas se habrían desmontado para cumplir con los requisitos de políticas para los SKD. En este caso, es bajo el valor agregado de fabricación.

Los SKD son vehículos casi terminados (unidades completas) que en el país de origen se desmontan en un número limitado de piezas que luego se exportan y se vuelven a montar en otro país. Un kit para montaje contiene todas las piezas necesarias para hacer un automóvil.

El término CKD se refiere a vehículos completamente desmontados, aproximadamente un 40% o más del equivalente de un vehículo completo. Esto significa que se han de ensamblar más piezas en comparación con los SKD donde es mínimo el trabajo de montaje.

Los detractores dicen que los SKD y CKD no son realmente plantas de fabricación, sino plantas de montaje "atornillado" que tienen poco valor agregado.

En Kenia, por ejemplo, la fabricación a contrata se realiza a través de empresas que cuentan con franquicias de manufactura para los fabricantes de equipos originales. Así es el caso de Kenya Vehicle Manufacturers Ltd, empresa donde el gobierno tiene acciones, que posee franquicias para Mercedes-Benz, Volkswagen y Chrysler. Otra compañía local, AVA, ensambla vehículos comerciales medianos y pesados para Mitsubishi Fuso y Scania, Toyota, Hino y Tata.

También se intenta producir automóviles "de origen nacional": varias nuevas empresas han producido prototipos. En Kenia, Mobius Motors, empresa fundada en 2009 por el empresario británico Joel Jackson, piensa lanzar un vehículo todo terreno: el primer vehículo que se lanza costará US$ 12,500, lo que será costoso para la mayor parte de la población de ese país.

En Sudáfrica, una empresa conjunta de Mureza y el Grupo SAIPA de Irán va a producir un automóvil que tendrá un costo al por menor de US$ 12,434. Según los informes, el vehículo, ensamblado con kits SKD y CKD, se fabricará en Zimbabue y Botsuana en plantas que habían pertenecido a Mazda y Hyundai.

Kiira Motors también tiene la intención de lanzar un automóvil híbrido en Uganda, en tanto Innoson es otra marca originaria de Nigeria que comenzó a vender vehículos por US$ 9,555. Se espera que, cuando comience la producción, los puestos de trabajo que se creen sean dignos.

En África Subsahariana, una de las regiones menos desarrolladas del mundo, la mayoría de los gobiernos y encargados de formular las políticas nacionales consideran que la fabricación de automóviles es fundamental para lograr industrialización sostenible y desarrollo económico. Algunos gobiernos africanos, por ejemplo en Etiopía, Ghana, Kenia, Nigeria y Sudáfrica, conocen la evidencia de países fabricantes de automóviles como Alemania, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, China y la India, que señala que este sector promueve la industrialización. En esto contribuyen procesos como la fabricación de productos metálicos, plásticos y electrónicos, y otros. Además, la cadena de valor mundial del sector automotriz compuesto por fabricantes de vehículos, importadores, ensambladores de camiones y autobuses, fabricantes y distribuidores de piezas para automóviles, fabricantes y proveedores de componentes, junto con los minoristas, puede crear miles de empleos decentes muy necesarios. Estos son imprescindibles en una región donde hay altos niveles de desempleo y los salarios son bajos.

Aunque la nueva tecnología tiende a desarrollar vehículos eléctricos y vehículos autónomos, en África Subsahariana existe poca infraestructura para respaldar estos avances. Sin embargo, la convergencia tecnológica de las compañías automotrices, eléctricas y de informática también puede crear nuevos puestos de trabajo. Los países de África Subsahariana ven esto como una oportunidad para invertir en investigación y desarrollo con el fin de aprovechar estas industrias emergentes. Esta investigación y desarrollo puede centrarse en la fabricación de componentes y en agregar valor a la materia prima disponible a nivel local.

El sector automotriz de África Subsahariana constituye menos del uno por ciento de la producción mundial. Esta industria es relativamente pequeña en comparación con otras partes del mundo y se prevé que en 2020 su producción va a constituir solo el 2,3% de los 82 millones de vehículos que se estima que se fabricarán este año a nivel mundial, en comparación con el 30% de la China, el 22% de Europa y el 17% de Norteamérica.

Si tomamos esto en cuenta, existe enorme potencial para aumentar la producción y crear más empleos decentes en África Subsahariana. En África Subsahariana potencialmente se podría fabricar, antes de 2030, más de 10 millones de automóviles de pasajeros para transportar al creciente número de habitantes de la región.

Sindicatos en camino de organización

Los afiliados de IndustriALL que representan a los trabajadores/as del sector automotriz son el Sindicato Amalgamado de Trabajadores Metalúrgicos de Kenia (AUKMW), el Sindicato de Trabajadores Industriales y Comerciales (ICU) de Ghana, el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos y Afines de Namibia (MANWU), el Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudáfrica (NUMSA), el Sindicato de Trabajadores Siderúrgicos y de Ingeniería de Nigeria, y el Syndicat des Travailleurs de l'Industrie (Strigecomi) de Ruanda.

Con la expansión prevista del sector automotriz en África Subsahariana, los sindicatos ya realizan actividades de reclutamiento y organización. Las estrategias sindicales consisten en diversas iniciativas que incluyen reclutamiento y organización en los lugares de trabajo y fábricas y en el sector informal, talleres sobre negociación colectiva en los que participan sindicatos de varios países, y mediante las redes mundiales de IndustriALL como las redes de trabajadores/as de Volkswagen y Lear.

Para los sindicatos, son imprescindibles los acuerdos marco globales que se han establecido entre IndustriALL y empresas del sector automotriz: Bosch, BMW, Ford, Daimler, Leoni, MAN, PSA Peugeot Citroën, Renault, Volkswagen y ZF. Los acuerdos marco globales protegen los intereses de los trabajadores/as en las operaciones de empresas multinacionales; se establecen por vía de negociaciones a nivel mundial entre los sindicatos y la empresa, incorporando las mejores normas en cuanto a derechos sindicales, salud, seguridad y prácticas medioambientales.

Recientemente, el AUKMW firmó un convenio colectivo con Scania East Africa y un memorando de entendimiento con mecánicos informales y talleres en la carretera conocidos como Jua Kali. Los sindicatos aplican métodos de organización tradicionales en las fábricas, y a la vez ensayan nuevas formas de organización de los artesanos informales que a menudo trabajan en condiciones precarias. Los sindicatos quieren que la fuerza de trabajo informal disfrute de los mismos derechos y beneficios que los demás trabajadores/as y que cuenten con la protección que ofrecen las normas sindicales.

Por ejemplo, en noviembre de 2019, con el apoyo del Centro de Competencia Sindical de África Subsahariana de la Fundación Friedrich Ebert Stiftung, la red de IndustriALL para trabajadores de VW se reunió para analizar las tendencias de la expansión de VW en África Subsahariana. Los participantes también intercambiaron ideas sobre maneras de aumentar la capacidad de la red para promover el diálogo social, la negociación colectiva y las estrategias de organización y reclutamiento, el desarrollo de solidaridad y apoyo sindical bilateral, empoderar a los sindicatos, y las consecuencias de Industria 4.0 en el sector. Asistieron a la reunión afiliados de IndustriALL de Etiopía, Alemania, Kenia, Ruanda y Sudáfrica.

La red de VW también constituye una plataforma para que los sindicatos de África Subsahariana se comuniquen con IG Metall y con el Comité de Empresa Europeo. En Lear, la red del sindicato alemán IG Metall y NUMSA es un ejemplo de una red exitosa en que los trabajadores/as europeos y africanos intercambian ideas y estrategias.

La red de Lear, fundada por el Comité de Empresa Europeo en Lear e IG Metall, tiene como objetivo establecer para Europa y África una estructura representativa conjunta de empleados. Este enfoque tiene importancia estratégica porque la empresa trata a Europa y África como una sola entidad. Además, fuertes redes de trabajadores/as en las empresas son de gran utilidad para enfrentar el capital global. Dichas redes también se encargan de enfrentar el dominio de los fabricantes de equipos originales que determinan los precios, y que de esta manera socavan a los proveedores. Los proveedores, a su vez, rebajan los sueldos y firman contratos precarios con los trabajadores/as. Por ejemplo, más del 50% de la fuerza de trabajo en las plantas de Lear en Sudáfrica trabaja a través de agencias de trabajo temporal y la red está haciendo campaña para que se otorgue puestos de trabajo permanentes a los trabajadores/as.

Georg Leutert, director del sector  automotriz de IndustriALL, señala:

“En estos tiempos en que se invierte cada vez más en el sector automotriz de África Subsahariana, IndustriALL quiere colaborar aún más estrechamente con sus afiliados africanos. Queremos unir a los actores sindicales relevantes, aprovechando al máximo nuestros instrumentos de cooperación y solidaridad transnacionales, como redes sindicales, acuerdos marco globales, talleres y estrategias para las cadenas de suministro mundiales".

Los sindicatos en diferentes países están desarrollando solidaridad común porque enfrentan problemas semejantes en la negociación colectiva. Por ejemplo, trabajando en asociación, AUKMW y NUMSA centran su atención en cómo los sindicatos deben realizar la negociación colectiva. En una reunión reciente, se centró la atención en el mandato y los informes que se entregan a los miembros del sindicato durante las negociaciones. Además, se destacaron los puntos de referencia salariales, los ajustes por inflación y la campaña para lograr salarios dignos. Se hizo hincapié en que, como parte de las negociaciones, los sindicatos también tienen que abordar cuestiones económicas como el crecimiento industrial, las oportunidades de empleo y las perspectivas para el sector automotriz. Además, se destacó la importancia clave de asegurar que la legislación laboral promueva la seguridad laboral y la resolución de conflictos, y la trascendencia de las campañas para terminar con el trabajo precario en el sector en Kenia y Sudáfrica.

Rose Omamo, secretaria general de AUKMW, afirmó:

“La inversión en el sector automotriz crea empleos y, como sindicatos, queremos que esos trabajos sean empleos decentes que paguen salarios dignos. El crecimiento del sector es una oportunidad para que los sindicatos recluten más miembros, aumentando la membresía sindical. La mayoría de los trabajadores y trabajadoras precarios del sector informal no están sindicalizados y estamos investigando cómo pueden pasar a ser miembros del sindicato. Para mejorar nuestros sistemas de transporte público y privado, necesitamos inversiones en el sector automotriz, así como en el desarrollo de la infraestructura. Incluso se necesita mejorar nuestras  flotas de taxis locales, matatus, y se deben poner más autobuses en la carretera para transportar a los trabajadores y trabajadoras de Kenia”.

Vusimuzi Mkhungo, coordinador del sector automotriz de NUMSA, dijo:

“A pesar de los desafíos que enfrentamos, continuaremos luchando por mejores condiciones de vida y trabajo para nuestros miembros. Se debe conservar las normas que hemos establecido a través de convenios colectivos firmados con los empleadores, y este ha sido nuestro mensaje para nuestros camaradas en Kenia: que deben persistir en su lucha para mejorar las condiciones. Hay que enfrentar la explotación que sufren los trabajadores y trabajadoras en otros países africanos y, por lo tanto, nos reunimos regularmente para aumentar nuestra capacidad”.

Apoyo gubernamental es de crucial importancia

La experiencia a nivel mundial demuestra que las políticas industriales de los gobiernos desempeñan un papel clave en el éxito del sector automotriz. Debería ser lo mismo en África Subsahariana, donde los gobiernos están jugando un papel catalizador para atraer inversiones en este sector. Son importantes avances la zona de fabricación de automóviles recientemente desarrollada con Ford en Sudáfrica y el acuerdo entre Peugeot y el gobierno en Namibia. Las asociaciones del sector automotriz, como la Durban Automotive Cluster en Sudáfrica, reúnen a empresas privadas, municipios y fabricantes de automóviles para promover el crecimiento y la competitividad en las cadenas de suministro locales. Las asociaciones nacionales pueden estar vinculadas en forma regional, creando grupos para el desarrollo de la cadena regional de suministro automotriz. Además, África Subsahariana cuenta con abundantes recursos que se utilizan para fabricar vehículos. Sin embargo, para aprovechar mejor la materia prima, los sindicatos, las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades instan a los gobiernos a desarrollar políticas que promuevan el valor agregado a través de la introducción de políticas sobre el uso de productos de origen local en la fabricación de vehículos.

La materia prima que se usa para la fabricación de vehículos se ha calificado más como una maldición que como una ventaja. En la región abunda materia prima, como el acero y el aluminio. Más de una docena de países en África Subsahariana tienen grandes reservas y pueden producir acero. Por ejemplo, en Mozambique, Mozal produce productos y aleaciones de aluminio. Desde hace muchas décadas, Liberia proporciona caucho natural en las plantaciones de Firestone en el país. Lamentablemente, esta materia prima se exporta sin valor agregado, lo que hace que los países pierdan ingresos, a diferencia de si se exportaran como productos terminados. La región también tiene metales del grupo del platino y otros metales básicos que son esenciales para la fabricación de vehículos.

Recientemente, debido a la demanda cada vez mayor de vehículos eléctricos, acelerada por el rechazo de los combustibles fósiles en favor de energía renovable, se ha registrado gran demanda de cobalto, componente importante en la fabricación de baterías. La República Democrática del Congo tiene más del 60% de los depósitos mundiales de cobalto. Existe potencial para la producción de elementos de batería en África Subsahariana. El problema es que, según parece, la mayoría de los países africanos no cuentan con la infraestructura necesaria para vehículos eléctricos.

En situaciones en que el sector automotriz ha tenido éxito, se debió al apoyo del gobierno a través de políticas y subsidios favorables. Por ejemplo, en Sudáfrica, donde existe el Plan de Acción sobre Política Industrial, origen del Programa de Desarrollo de Producción Automotriz, el Ministerio de Comercio e Industria apoya ambos instrumentos políticos. Los sindicatos participan en los procesos políticos a través del diálogo social. A consecuencia de esto, el sector automotriz contribuye con un 7,5% al PIB del país y los vehículos sudafricanos se exportan a más de 140 países. A diferencia de otros países africanos, Sudáfrica también ha prohibido las importaciones de automóviles usados para así proteger las industrias locales del sector automotriz.

Sudáfrica es un ejemplo del potencial del sector automotriz para crear empleos. A pesar de la baja actual, la industria aún emplea a más de 112,000 trabajadores/as, desde la fabricación de componentes hasta el ensamblaje de vehículos, mientras que más de 320,000 están empleados en la cadena de valor. Sin embargo, las cifras en otros países son bajas. Sudáfrica cuenta con siete fabricantes de equipos originales que son BMW, Ford, Isuzu, Mercedes Benz, Nissan, Toyota y VW y otros importadores y distribuidores independientes de automóviles para pasajeros y vehículos comerciales pesados. El gobierno proporciona incentivos tales como rebajas de impuestos y reducción de impuestos de aduana.

Algunos de los desafíos para el comercio africano provienen de la gran cantidad de países pequeños y dispersos. Con la firma del Área Continental Africana de Libre Comercio (AfCFTA) se espera que probablemente esto vaya a cambiar. Cuando entre plenamente en vigor, el AfCFTA integrará a las comunidades económicas regionales en un solo bloque. Si bien la cooperación entre las operaciones de Isuzu en Kenia y Sudáfrica es un ejemplo de cómo la integración regional puede beneficiar al sector automotriz, puede ser que Isuzu esté evadiendo pagar altos salarios en Sudáfrica para pagar sueldos bajos en Kenia. En este caso, se producen más de 3.000 camiones ligeros en Sudáfrica, y el ensamblaje final de los kits SKD se realiza en Kenia, donde se venden los vehículos.

El éxito del sector automotriz también depende del control de la llegada de automóviles usados de Europa, Japón, Estados Unidos y otros países. En países como Ghana, las importaciones de automóviles usados originan fuerte competencia, ya que la mayoría de las personas optan por estos vehículos porque son más baratos. Para controlar esto, se ha solicitado al gobierno desarrollar programas de financiamiento para adquisición de automóviles nuevos. Sin embargo, los automóviles usados conllevan riesgos por no ser adecuados para las condiciones locales y porque su reparación es costosa, ya que la mayoría de estos automóviles habrían alcanzado el límite de su vida útil.

Kenia, que también enfrenta el mismo problema de los automóviles usados, ha desarrollado la Política Nacional de Automoción que tiene como objetivo frenar las importaciones. En Kenia, como en la mayoría de los países de África Subsahariana, 8 de cada 10 vehículos son automóviles usados.

En Nigeria, el Plan Nacional de Desarrollo de la Industria Automotriz tiene como objetivo reactivar el sector automotriz promoviendo la compra de vehículos que se han fabricado a nivel local. El plan también ofrece incentivos a los fabricantes mundiales de vehículos a través de exenciones de impuestos y cobrando altos aranceles por automóviles usados importados.

Además, la rápida urbanización conducirá a una mayor demanda de transporte. El aumento de los niveles económicos, la propiedad de activos y los niveles de educación que producen una clase media cada vez mayor de más de 300 millones de personas, son factores que aumentan el poder adquisitivo de los pueblos del continente, lo que les permite adquirir automóviles. Sin embargo, la tasa de motorización en África Subsahariana es actualmente baja, con 42 automóviles por cada 1.000 personas, en comparación con 837 en Estados Unidos y 173 en la China. El promedio mundial es de 180 por cada 1.000 personas. Se necesita contar con un número mayor de vehículos para satisfacer las necesidades de transporte de la población en constante crecimiento y para transformar la movilidad a formas modernas de transporte, reemplazando los carros tirados por animales y otros métodos antiguos.

Otro factor demográfico que favorece el sector automotriz es el aumento de la población de la región, que tiene una fuerza laboral actual de 500 millones. Según la Organización Internacional del Trabajo, esta fuerza laboral va a aumentar, alcanzando 676 millones o alrededor del 20% de la fuerza laboral mundial para 2030. Habrá suficiente mano de obra para el sector automotriz cuando haya más empleos disponibles.

Con el aumento de los ingresos a través del pago de salarios dignos y el aumento de la demanda local de vehículos, existe gran potencial para el crecimiento del sector automotriz en África Subsahariana, especialmente para los vehículos de pasajeros. Los sindicatos ganarán nuevos miembros a consecuencia de la creación de empleo. Sin embargo, para tener más puestos de trabajo en el sector automotriz y rápida industrialización en África Subsahariana, se necesita contar con políticas industriales sólidas que promuevan asociaciones en el sector automotriz para enfrentar, por ejemplo, la llegada de automóviles usados, frecuentemente relacionada con la corrupción y el contrabando.

La reunión regional del sector automotriz de IndustriALL se llevará a cabo en una fecha y lugar que se darán a conocer más adelante debido a los aplazamientos causados por la pandemia de la enfermedad coronavirus. Los sindicatos que representan a los trabajadores/as del sector automotriz de todo el mundo se reunirán por primera vez para intercambiar información y estrategias sobre redes y acuerdos marco globales y para finalizar un ejercicio de análisis relacionado: dónde están todas las plantas, quiénes están sindicalizados, quiénes no, etc.