16 enero, 2024Bajo el tema de este año, “Reconstruir la confianza”, líderes de gobiernos y empresas se dirigirán a Davos para asistir al Foro Económico Mundial, que se celebrará la próxima semana. Los trabajadores y trabajadoras están en la primera línea frente a los rápidos avances tecnológicos que están cambiando profundamente el mundo del trabajo. No obstante, sus voces suelen estar ausentes en las conversaciones sobre este tema.
Atle Høie, el secretario general de IndustriALL Global Union, expresó:
“El aumento de la desigualdad y el debilitamiento de la democracia en las sociedades y los lugares de trabajo son graves señales de advertencia y las principales razones de la falta de confianza. El tema de este año es pertinente, y no pueden existir soluciones a largo plazo sin la participación de los sindicatos en las negociaciones.
Necesitamos un desarrollo global inclusivo y sostenible, y esto depende de una relación constructiva entre las empresas y los trabajadores. Los sindicatos son esenciales para garantizar una distribución justa y deben tener un lugar en la mesa de negociación. Ningún trabajador, familia o comunidad debe quedarse atrás a medida que los empleos se transforman y las industrias evolucionan. La cooperación, una distribución justa de los ingresos y la riqueza, así como una negociación colectiva de buena fe, son las únicas formas de avanzar. La profundización de la desigualdad solo exacerbará la crisis”.
Los problemas globales exigen soluciones globales. Ahora más que nunca, los gobiernos, las empresas y los sindicatos deben unirse para crear sociedades justas y sostenibles. Con acuerdos marco globales con 46 empresas, IndustriALL trabaja junto con varias multinacionales para lograr este equilibrio, incluidos los socios de la industria del Foro Económico Mundial H&M, AngloAmerican, Total, Engie y Aker.
En una publicación reciente acerca de las perspectivas para el 2024 del Foro Económico Mundial, Atle Høie explica que los principales cambios y transformaciones requieren sindicatos fuertes y una cooperación constructiva entre sindicatos, gobiernos y empleadores. Para ello, utilizó el ejemplo de la huelga del UAW, el sindicato de trabajadores del sector automotor de EE. UU., contra GM, Stellantis y Ford, en la que se obtuvieron mejoras récord en los contratos.
“El resultado será, con suerte, un movimiento obrero más fuerte en EE. UU. y, de extenderse, un cambio en la sindicalización a nivel mundial. Si esto sucede, existe la posibilidad de lograr una serie de avances en diversos temas importantes, tales como el cambio climático, la transición energética, la movilidad, la desigualdad y más. Los grandes cambios y transformaciones requieren sindicatos fuertes y una cooperación constructiva entre sindicatos, gobiernos y empleadores en pie de igualdad. Desafortunadamente, los gobiernos y los empleadores parecen tener que aprender esto de la manera más difícil”.