16 marzo, 2021Una fábrica tailandesa de lencería para Victoria's Secret y otras marcas globales cerró sin previo aviso e impidió el ingreso a 1388 trabajadores, utilizando la pandemia de coronavirus como excusa.
La fábrica de lencería Brilliant Alliance Thai Global cerró el 10 de marzo sin previo aviso. Los trabajadores llegaron para el turno de la noche y encontraron la fábrica cerrada, con un aviso en la puerta que anunciaba su cierre permanente. No recibieron notificación ni indemnización por despido, lo que es ilegal según la legislación laboral tailandesa. Los empleadores están obligados legalmente a avisar con un mes de antelación y liquidar sus compromisos financieros con los trabajadores, incluidos los salarios, la indemnización por despido, las bonificaciones no pagadas y las vacaciones anuales no utilizadas.
Brilliant, propiedad de Clover Group, con sede en Hong Kong, se hizo cargo de la fábrica de Body Fashion en 2019 en una transferencia de empresas. Sin embargo, no se transfirieron las condiciones laborales, se suspendió indefinidamente el pago de bonificaciones y se pagaba solo la mitad de la cantidad correspondiente a la cobertura médica.
El sindicato a nivel de la fábrica, afiliado a IndustriALL Global Union a través de la Confederación del Trabajo Industrial de Tailandia, trató de reunirse con la dirección de Brilliant para abordar sus inquietudes respecto a las condiciones de trabajo en varias ocasiones, pero las reuniones se retrasaron debido a la pandemia.
En enero de 2021, los representantes sindicales se reunieron con el propietario de la empresa con sede en Hong Kong a través de Zoom. Se les dijo que no había suficientes pedidos para que la fábrica se mantenga en funcionamiento. El 3 de marzo, la dirección de la empresa informó al sindicato que, debido a la cancelación de los pedidos, la empresa solo podía seguir funcionando si se modificaba el convenio colectivo, y los trabajadores aceptaban una licencia de cuatro meses recibiendo 50 por ciento de sus salarios.
El sindicato informó al departamento de trabajo y a la oficina de arbitraje y se procedió a realizar una votación: el 88 por ciento de los trabajadores votó a favor de rechazar la oferta de la empresa. Sin embargo, el sindicato permaneció abierto a la posibilidad de negociar y tenía programada una reunión con la dirección para el 9 de marzo. Durante estos días, se vieron camiones retirando material de la fábrica.
El 6 de marzo, la empresa anunció unas vacaciones de cuatro días. Cuando los trabajadores llegaron a trabajar el 10 de marzo, encontraron la fábrica cerrada, con un aviso en la puerta anunciando que había cerrado permanentemente.
En una carta a Clover Group, el secretario general de IndustriALL, Valter Sanches, expresó:
“Es inaceptable que la empresa despida unilateral e injustamente a los trabajadores sin la notificación previa y los pagos que corresponden legalmente. El comportamiento de la dirección atenta claramente contra las leyes laborales del país, así como contra la Declaración Universal de Derechos Humanos, ya que la indemnización laboral es un derecho humano. Está claro que esta infracción también contradice los códigos de conducta de sus clientes, como Victoria's Secret, Torrid, y Ascena Group International”.
“Por lo tanto, exhortamos a Clover Group International Limited a que actúe en total conformidad con la legislación laboral nacional y las normas laborales fundamentales a nivel internacional y que respete los derechos de los trabajadores de inmediato mediante el establecimiento de un diálogo constructivo con el sindicato y el pago de las indemnizaciones correspondientes a los trabajadores despedidos injustamente”.