2 marzo, 2021PARTE 2: "Explicación de la violencia doméstica y el papel de los sindicatos". No podemos luchar contra la violencia doméstica si no somos capaces de reconocerla.
La violencia doméstica incluye todos los actos de violencia física, sexual, psicológica o económica que ocurren dentro de la familia o unidad doméstica o entre cónyuges o parejas anteriores o actuales. La violencia doméstica es un patrón de comportamiento utilizado por una persona para controlar o dominar a otra con quien tiene o ha tenido una relación íntima o de tipo familiar.
1. ¿Qué es la violencia doméstica?
La violencia doméstica incluye todos los actos de violencia física, sexual, psicológica o económica que ocurren dentro de la familia o unidad doméstica o entre cónyuges o parejas anteriores o actuales. La violencia doméstica es un patrón de comportamiento utilizado por una persona para controlar o dominar a otra con quien tiene o ha tenido una relación íntima o de tipo familiar.
El abuso psicológico puede adoptar diferentes formas, tales como el acecho, el acoso o el control coercitivo. A través del control coercitivo, el comportamiento de los autores pretende subordinar a las víctimas/sobrevivientes y/o volverlas dependientes mediante amenazas, humillaciones, intimidación u otros abusos que se utilizan para dañar, castigar, asustar y aislar a la persona de cualquier apoyo posible.
Por medio de la violencia económica, el abusador pretende evitar que la persona acceda a oportunidades laborales y recursos económicos.
La experiencia de violencia doméstica puede conducir a problemas de salud física, mental y emocional a largo plazo. En los casos más extremos, la violencia contra la mujer puede ser fatal. Se trata una de las formas más extremas de opresión que puede experimentar una mujer.
Fuentes: Convenio de Estambul; Violencia y abuso doméstico: una guía para negociadores, de Unite the Union; Informe de la OIT, ,2018.
2. ¿Cuál es la diferencia entre la violencia doméstica, la violencia familiar y la violencia infligida por la pareja?
La violencia infligida por la pareja hace referencia al “daño físico, sexual o psicológico causado por una pareja o cónyuge actual o anterior”. La violencia doméstica hace referencia a “la violencia en la pareja, pero puede abarcar también el maltrato infligido a niños y ancianos o el maltrato infligido por cualquier integrante de la familia”. La violencia familiar hace referencia al “maltrato infantil, la violencia entre hermanos, la violencia infligida por la pareja y el abuso de ancianos”.
Fuente: Informe de la OIT sobre la violencia doméstica y su impacto en el mundo del trabajo, 2020.
3. ¿Víctima o sobreviviente de violencia doméstica?
¿Cómo describimos a las personas que buscan ayuda durante una relación violenta o después de haber salido de ella?
Según el contexto, se emplean los términos “víctima” y “sobreviviente”. La palabra “víctima” es utilizada por miembros de las fuerzas del orden y en el contexto de procedimientos judiciales. Sin embargo, las personas pueden preferir el término “sobreviviente”, que hace énfasis en una respuesta activa, ingeniosa y creativa al abuso, a diferencia de “víctima”, que puede implicar una aceptación pasiva.
Al final, es fundamental seguirle la corriente a la persona que busca apoyo, ya que el proceso de víctima a sobreviviente es único para cada individuo. Por este motivo, muchos han comenzado a usar el término víctima/sobreviviente.
Fuente: Manual para sobrevivientes, Women’s Aid; El lenguaje que usamos, Women against abuse.
4. ¿Quiénes son las principales víctimas/sobrevivientes de violencia doméstica?
Cualquiera puede ser víctima/sobreviviente o autor de violencia doméstica. Las personas sufren este tipo de abuso independientemente de su género, etnia, clase social, edad, raza, religión, discapacidad, orientación sexual o identidad de género.
Sin embargo, existen pruebas claras de que la mayoría de quienes sufren violencia doméstica, entendida como la violencia infligida por la pareja, son mujeres, así como de que la mayoría de sus autores son hombres.
A nivel mundial, el 35 por ciento de las mujeres ha experimentado violencia física y/o sexual en la pareja o violencia sexual por parte de una persona que no es su pareja. La violencia infligida por la pareja representa la mayoría de las experiencias de violencia de las mujeres. Cada día, 137 mujeres son asesinadas por un miembro de su familia.
La violencia doméstica es una manifestación de la violencia de género.
La violencia de género y la violencia contra la mujer son dos términos que a menudo se usan indistintamente, ya que la mayor parte de la violencia contra la mujer es infligida (por hombres) por razones de género, y la violencia de género afecta a las mujeres de manera desproporcionada. La violencia contra la mujer por motivos de género es la violencia dirigida contra la mujer por su condición de tal o que afecta a las mujeres de forma desproporcionada.
Fuentes: Hechos y cifras: poner fin a la violencia contra la mujer, ONU Mujeres; Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, ONU, 1993.
5. ¿Por qué las mujeres representan la mayoría de las víctimas/sobrevivientes de violencia doméstica?
La violencia doméstica es un abuso de poder. La violencia contra la mujer tiene sus raíces en las relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y mujeres. Esto ha llevado a la dominación y discriminación de las mujeres por parte de los hombres. También ha impedido que las mujeres avancen plenamente. La violencia contra la mujer es uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que las mujeres se ven obligadas a ocupar una posición subordinada en comparación con los hombres.
Ya sea en espacios públicos o privados, la violencia contra la mujer está profundamente arraigada en las estructuras, normas y valores sociales y culturales que rigen la sociedad, incluidas las sociedades patriarcales, y a menudo se perpetúa mediante una cultura de negación y silencio.
Fuente: Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, ONU, 1993.
6. ¿Algunas mujeres corren más riesgo que otras?
Todas las mujeres pueden experimentar violencia doméstica, independientemente del género, la edad, la etnia, la condición socioeconómica, la religión, la orientación sexual y la identidad de género. Sin embargo, algunos grupos de mujeres corren un mayor riesgo, entre ellas las mujeres jóvenes, en situación de discapacidad, bisexuales y migrantes.
La vergüenza y la deshonra son nociones culturales poderosas, y algunas mujeres que pertenecen a minorías pueden enfrentarse al ostracismo social y al rechazo si buscan ayuda. Las lesbianas y los hombres homosexuales también pueden sufrir violencia doméstica, así como experimentar prejuicios por parte de la policía y dentro de los servicios de asistencia. A su vez, se debe reconocer en particular la situación de los hombres y mujeres trans. Las personas mayores, en situación de discapacidad y quienes viven en áreas rurales también se enfrentan a obstáculos adicionales.
Fuente: Apoyo en el lugar de trabajo para víctimas de abuso doméstico, TUC; Violencia y abuso doméstico: una guía para negociadores, de Unite the Union.