17 junio, 2014Ahora, por séptima vez en los últimos diez años, Bielorrusia figura en la lista negra de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En efecto, el 3 de junio, durante la reunión anual de la Conferencia Internacional del Trabajo, que tuvo lugar en Ginebra (Suiza), se tomó la decisión de incluir a Bielorrusia en el acápite especial de calificación de la OIT como un país que violenta frecuentemente los derechos laborales y sindicales.
La sesión de la Comisión de Aplicación de Normas examinó las persistentes trasgresiones de los derechos laborales y sindicales. Alexander Yaroshuk, Presidente del Congreso de Sindicatos Democráticos de Bielorrusia (BKDP), constituido por la mayoría de los afiliados de IndustriALL en ese país, señaló que el gobierno de Bielorrusia trasgrede e incumple los principios y valores de la OIT al no tomar en cuenta las recomendaciones de la organización y al llevar a juicio a los miembros de los sindicatos independientes. Igualmente, pidió que la OIT demuestre claramente su intención de obligar al gobierno de Bielorrusia a restituir los derechos laborales usurpados, abandonando su política de presionar, reprimir y discriminar a los trabajadores, y poniendo fin a la legalizada práctica del trabajo forzoso.
Yaroshuk resumió la situación en Bielorrusia desde 2004, cuando la Comisión de Investigación de la OIT dio sus recomendaciones para eliminar las trasgresiones de los derechos laborales y sindicales:
Durante los últimos 10 años, Bielorrusia ha llegado a ser uno de los peores países del mundo para los derechos de los trabajadores y de los sindicatos independientes. Se producen a gran escala demandas, represión y castigo de trabajadores por el hecho de estar afiliados a los sindicatos independientes.
El Decreto Presidencial No 2 de 1999 hizo imposible formar sindicatos independientes. Se reprime todo intento de los trabajadores para crear un sindicato, se despide inmediatamente a los dirigentes y activistas de los sindicatos recién creados, y sus miembros se ven obligados a volver a inscribirse en los sindicatos oficiales controlados por el estado.
Desde hace muchos años no se permite a los sindicatos independientes realizar manifestaciones, marchas, reuniones ni piquetes, incluyendo el 1o de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, y el 7 de octubre, Jornada Mundial por el Trabajo Decente.
En 2012, el Presidente de Bielorrusia, Aleksander Lukashenko, emitió el Decreto Nº 9 que indica que durante la modernización y reconstrucción de empresas de carpintería los empleados no pueden poner fin a sus contratos de trabajo sin el visto bueno del empleador. De hecho, este decreto trajo servidumbre a Bielorrusia.
Yaroshuk, Presidente del Congreso de Sindicatos Democráticos de Bielorrusia, comentó sobre la práctica del trabajo forzoso en ese país:
Ahora casi todos los trabajadores laboran en base a contratos de trabajo a corto plazo, que es una forma de trabajo forzoso en este régimen totalitario. Con el decreto presidencial que prohíbe poner fin a los contratos de trabajo en el sector de la carpintería, se ha vuelto a aplicar en Bielorrusia la práctica medieval de servidumbre, esclavitud moderna. Según las últimas declaraciones del Presidente del país, esto pronto se va a extender al sector agrícola.
“La OIT realiza un seguimiento constante de la situación en Bielorrusia, pero no ha habido ningún cambio positivo.
“Todas las declaraciones del gobierno sobre su buena voluntad para poner en práctica las recomendaciones de la OIT no son más que palabras que se las lleva el viento: en realidad sólo hay manipulación interminable e intentos de mostrar lo que se deseaba, pero que no existe en la práctica.” Seguidamente, Yaroshuk afirmó que según el informe de la misión de la OIT que en enero visitó a Bielorrusia, las evidencias más recientes señalan que no se está tomando ninguna medida al respecto.
Desde 2003, la OIT estudia las trasgresiones de los derechos laborales en Bielorrusia, incluyendo incumplimiento de la libertad de sindicación y del derecho a realizar libremente la negociación colectiva. En 2004, se encargó a la Comisión de Investigación indagar los casos de violación de los derechos laborales en Bielorrusia. La Comisión emitió un informe detallado que contiene 12 recomendaciones para mejorar la situación.
En 2007, Bielorrusia fue expulsada del Sistema Generalizado de Preferencias de la UE debido al incumplimiento de las recomendaciones de la OIT, y hasta la fecha no se ha reincorporado, porque continúan registrándose casos de violaciones de los derechos laborales y sindicales.
Al comentar sobre la decisión de la OIT, Gennady Fedynich, Presidente del Sindicato de Trabajadores del Sector de Radio y Electrónica de Bielorrusia, organización afiliada a IndustriALL, ofreció algunos ejemplos de violaciones de los derechos laborales y sindicales:
Los contratos de trabajo a corto plazo se han generalizado en Bielorrusia, y se sigue persiguiendo a los miembros de los sindicatos independientes. No podemos registrar nuevos sindicatos locales, porque, con diversos pretextos, las autoridades se niegan a inscribirlos. Por otra parte, se presiona a los empresarios para que no registren con dirección postal, de modo que sin dirección no se puede crear un sindicato local.
El señalado dirigente sindical se mostró escéptico en cuanto a la capacidad de la OIT para influir en el gobierno de Bielorrusia. Al respecto señaló:
En los últimos diez años ha empeorado la situación de los derechos laborales y sindicales en Bielorrusia. Algunas de las recomendaciones de 2004 de la OIT se han hecho obsoletas. Da la impresión de que la OIT no logra influir en el gobierno de Bielorrusia, ya que no hace caso a las recomendaciones de la OIT ni a los convenios ratificados. Se debería cambiar las reglas del juego para aquellos gobiernos que actúan de esta manera.