24 septiembre, 2014En el Informe sobre el Comercio y el Desarrollo, 2014, publicado por la UNCTAD en su 50o aniversario, se critica la predominante teoría sobre el comercio mundial que señala que, para lograr el desarrollo, se debe reducir las barreras comerciales.
En efecto, esto es lo que indica la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) en su más reciente Informe sobre el Comercio y el Desarrollo. Contrario a la ideología imperante del mercado libre, el informe plantea que las restricciones comerciales se deben a la debilidad de la demanda mundial, y no a las altas barreras comerciales. El informe señala que por este motivo será contraproducente tratar de estimular las exportaciones a través de reducciones salariales. Lo que se necesita es una sólida recuperación en la que la demanda interna a nivel nacional juegue el papel principal.
En su panorama general del Informe sobre el Comercio y el Desarrollo, Mukhisa Kituyi, Secretario General de la UNCTAD, advierte vigorosamente sobre la manera cómo los acuerdos comerciales socavan el “espacio de políticas”, que se define como “la libertad y capacidad de los gobiernos de decidir y perseguir la combinación más apropiada de políticas económicas y sociales con el fin de lograr un desarrollo equitativo y sostenible.” También señala que “Las disposiciones de los acuerdos comerciales regionales son cada vez más amplias, y en muchos casos prevén normas que limitan las opciones disponibles para el diseño y ejecución de estrategias generales de desarrollo nacional.”
El informe toma nota de que el interés por las políticas industriales se ha reactivado, poniendo de relieve la importancia de políticas industriales que se centran en el desarrollo. Los países en vías de desarrollo deben disponer del mayor margen de maniobra posible con el fin de aplicar las políticas que mejor se adapten a sus condiciones específicas y “no ver su espacio de políticas constantemente restringido por las mismas instituciones internacionales creadas en un principio para conseguir resultados más equilibrados e incluyentes.” Por ejemplo, a aquellos gobiernos que deseen volver a regular sus sistemas financieros para mantener la estabilidad macroeconómica, se les insta examinar con sumo cuidado los riesgos que asumen al contraer compromisos comerciales y de inversión bilaterales y plurilaterales que reducen el espacio de políticas.
Al respecto, Jyrki Raina, Secretario General de IndustriALL, señala:
Nos complace mucho saber que el organismo de la ONU responsable de identificar la verdadera relación entre el comercio y el desarrollo esté de acuerdo con IndustriALL sobre el papel primordial de la política industrial en la creación de empleo, crecimiento y desarrollo, y que sea un firme defensor de que los gobiernos nacionales ofrezcan mayor espacio para la aplicación de políticas que puedan promulgar leyes en favor de su propio pueblo.
Por otro lado, Richard Kozul-Wright, Director de la División de Estrategias de Globalización de la UNCTAD, señaló al Financial Times que el libre comercio no va a facilitar que la economía mundial vuelva a crecer, y no ayudará a los países en desarrollo en particular a alcanzar la mayor libertad que necesitan para llevar a cabo sus propias políticas económicas sin las restricciones impuestas por acuerdos comerciales bilaterales, regionales o internacionales. Mencionó a Brasil como un país que ha sabido utilizar políticas industriales "verticales" para promover sectores específicos, junto a legislación sobre el salario mínimo y programas para la redistribución de ingresos.
El informe de la UNCTAD señala que los países que firman tratados comerciales con el fin de participar en las cadenas de suministro internacionales obtienen escasos beneficios, o incluso puede que no reciban ningún beneficio a raíz de estos acuerdos. De hecho, dichos convenios pueden limitar su campo de acción a actividades de bajo valor añadido debido a la competencia de bajos salarios; a la vez, el control estricto de la propiedad intelectual y las políticas de identificación de marcas de las EMN impiden que estos países logren una mejor posición en la cadena de valor.