23 octubre, 2012Escribe a los senadores de México aquí y recuérdales la oposición internacional a las reformas regresivas propuestas de la legislación laboral del país antes de su votación el viernes.
Con los peligrosos cambios en la legislación laboral de México se trata de legalizar el abuso masivo de los derechos de los trabajadores en todo el país. El proyecto de ley fue devuelto por el Senado a la cámara baja del Parlamento el martes, con enmiendas sobre la transparencia de los sindicatos, pero las mayorías de ambas cámaras están de acuerdo con la mayor parte de las medidas contrarias a los trabajadores. Únete a los sindicatos del mundo escribiendo tu mensaje de condena directamente a los cinco senadores clave.
Como ya se informó, la ley fue preparada por el presidente saliente Calderón, enemigo de los trabajadores mexicanos a lo largo de su mandato de seis años, y cuenta con el apoyo de la alianza política proempresarial de los mayores partidos PRI y PAN. Mediante un proceso de vía rápida antidemocrático se ha trasladado la ley al Parlamento, sin permitir deliberaciones adecuadas.
Muchos de los abusos que permitirían esos cambios están ya muy generalizados, pero si se legalizaran se eliminarían las últimas protecciones de las libertades de los trabajadores y de los sindicatos en el país. Este año, la rama ejecutiva del Gobierno mexicano ha intensificado sus enérgicos ataques a los sindicatos independientes, y ha presentado esta regresiva iniciativa de la reforma de la legislación laboral.
Un importante cambio será dar más flexibilidad al empleador al tratar con la fuerza de trabajo. Esto significa un desenfrenado uso de la subcontratación, de contratos temporeros y de corta duración, formas todas de trabajo precario con el que se persigue destruir toda posibilidad de sindicación y de negociación colectiva mediante sindicatos independientes. Todo trabajador con contrato de corta duración que se oponga al abuso de derechos laborales fundamentales o de su salud y seguridad en el trabajo correrá el riesgo de que no se le renueve el contrato, y carecerá de protección legal. Esta tendencia al trabajo precario confiere todo el poder al empleador.
La actual legislación laboral necesita reforma; permite evasivas y es débil en materia de protecciones de los trabajadores. Pero los cambios que se propone votar esta semana no tienen nada que ver con la solución de esos problemas y sólo causarán más daño.
El indignante problema generalizado de los contratos de protección en México, denunciado en la queja de la IndustriALL (ex FITIM) ante al Comité de Libertad Sindical de la OIT ha sido condenado por todo el movimiento sindical, y por las Recomendaciones del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo en 2011, en que se pide al Gobierno mexicano que investigue el uso de los contratos de protección para restringir el proceso de negociación colectiva.