28 mayo, 2020El 28 de mayo, Nissan anunció el cierre de tres fábricas en Barcelona, con una pérdida de 3000 puestos de trabajo y otros 20.000 empleos en la cadena de suministro.
Previamente, Nissan había anunciado un plan de reestructuración global que afectaría a más de 12.000 empleos en todo el mundo. Hasta el momento se ha despedido a 4000 trabajadores, 600 en España. Los sindicatos de este país, así como a nivel europeo, han estado dialogando con la empresa y presentaron planes alternativos.
Las plantas de Barcelona en Zona Franca, Montcada y Sant Andreu de la Barca cerraron sus puertas durante el confinamiento por el coronavirus. Después de reabrir el 4 de mayo, fueron sacudidas casi inmediatamente por una huelga. Los sindicatos impulsaron una huelga indefinida como protesta ante la falta de confirmación por parte de la empresa acerca del futuro de la planta.
El 28 de mayo, Nissan anunció un plan de reestructuración global que afectaría al 20 por ciento de su capacidad de producción. El cierre de las fábricas de Barcelona forma parte de este plan. Los cierres integran una estrategia de la Alianza Nissan-Renault-Mitsubishi que reestructurará a la dirección geográficamente, dejando a Europa bajo el liderazgo de Renault.
Los afiliados a IndustriALL Global Union que representan a los trabajadores de Nissan, la Federación de Industria de USO, la Federación de Industria, Construcción y Agro de la UGT y las CCOO de Industria, cuestionan la sensatez de esta estrategia.
Los sindicatos señalan que en Europa existe un compromiso firme con un Nuevo Acuerdo Verde que implica una inyección directa de cien mil millones de euros y una contribución privada de 250.000 millones más. Una parte muy importante de tal aporte se destinará a la movilidad sostenible. Estas organizaciones creen que Nissan está perdiendo la oportunidad de obtener apoyo para un cambio hacia los vehículos eléctricos, la conducción inteligente y la movilidad compartida.
Los sindicatos afirman que, si la Alianza quiere liderar el sector automotriz, debe liderar el desarrollo de nuevas tecnologías, sus procesos de producción y la estrategia para el futuro de la movilidad, especialmente en las grandes áreas metropolitanas. Es un grave error abandonar Barcelona, el centro tecnológico del sur de Europa.
Después del anuncio, el secretario general de IndustriALL, Valter Sanches, envió un mensaje en video en apoyo de los trabajadores de Barcelona:
“Es inaceptable que una empresa se aproveche de un momento de pandemia para hacer una reestructuración. El comité de empresa presentó varias alternativas, la Unión Europea dispuso recursos mediante el Nuevo Acuerdo Verde, un plan que podría usarse para los vehículos eléctricos. No obstante, la empresa decidió reestructurarse e imponer la carga de la crisis sobre los hombros de los trabajadores”.
IndustriALL seguirá en contacto con los sindicatos afiliados que tienen miembros en Nissan alrededor del mundo para movilizar la solidaridad internacional hacia los afiliados en España.