18 noviembre, 2020IndustriALL Global Union y PIRC (Pensions & Investment Research Consultants Ltd.) organizaron una mesa redonda virtual, que reunió a representantes de los trabajadores de BHP con inversores en la empresa para plantear preocupaciones sobre violaciones y mala gestión en torno a la COVID-19.
Su objetivo fue dar voz a las preocupaciones de los trabajadores en las operaciones de BHP en América del Sur y permitir que los inversores entablaran una conversación directa con los trabajadores. Participaron importantes inversores del Reino Unido, Francia, Suecia y los Países Bajos, así como una serie de importantes proveedores de servicios de inversión responsable.
Igor Díaz, presidente de SINTRACARBON, afiliado de IndustriALL, habló sobre la situación en la mina de carbón Cerrejón en Colombia, propiedad conjunta de BHP, AngloAmerican y Glencore, donde los trabajadores están en huelga desde fines de agosto.
Cerrejón ha impuesto unilateralmente, e ilegalmente, un cambio de horario que los trabajadores llaman el “turno de la muerte”. Este cambio conducirá a jornadas laborables de 12 horas, horarios de trabajo aumentados, la eliminación de beneficios, el despido de más de 1000 trabajadores y graves impactos en la salud y la vida familiar de los trabajadores. Lejos de impulsar la productividad, la medida amenaza el bienestar de los mineros y de sus comunidades.
Marcelo Franco, presidente del sindicato de trabajadores de la mina Cerro Colorado de BHP en Chile y jefe del Comité Coordinador que reúne a seis sindicatos de BHP, habló sobre las condiciones en los tres activos de la empresa en ese país. Marcelo habló sobre el mal manejo de la COVID-19 por parte de BHP, con trabajadores en muchos casos abandonados a su suerte, aislados en alojamientos precarios, con alimento y atención médica insuficientes, o simplemente enviados de regreso a sus familias para que los cuiden.
La empresa se aprovechó de la discriminación del gobierno contra los trabajadores con afecciones preexistentes, lo que condujo a despidos masivos de estos trabajadores y su incapacidad para encontrar trabajo en otro lugar.
Marcelo Franco también resaltó la deficiencia de la empresa en la gestión de la incorporación de una perspectiva de género, que incluyó la expulsión de mineros hombres para hacerles lugar a las contrapartes mujeres, y la falta de los ajustes necesarios para las trabajadoras, tales como EPP adaptado para la minería y condiciones de salud y de seguridad adecuadas para proteger a las mujeres en el lugar de trabajo.
Las condiciones para las trabajadoras en la mina de Cerrejón también son deficientes, sin servicio de guardería infantil o salas de lactancia.
Glen Mpufane, director del sector de minería de IndustriALL, expresó:
“BHP, junto con AngloAmerican y Glencore, sigue afirmando que no puede controlar lo que sucede en Cerrejón, por ser solo un copropietario. Sin embargo, no pueden cosechar las ganancias sin asumir ninguna de las responsabilidades. Como empresas que han respaldado los Principios rectores de las Naciones Unidas sobre empresas y derechos humanos, saben que las alegaciones de “participación minoritaria” ya no son excusas aceptables para evitar la responsabilidad. Pero si bien las otras dos multinacionales al menos han aceptado dialogar con IndustriALL, BHP no hará ni eso”.
La mesa redonda se refirió a los riesgos relacionados con la gestión empresarial y los derechos humanos a los que BHP se está exponiendo: a saber, la discrepancia entre su manejo de la COVID-19 en el Norte global frente al Sur global, y su amplio uso de los trabajadores por contrata.
Estos trabajadores han sido particularmente vulnerables durante la pandemia, ya que a menudo no pueden acceder a una licencia por enfermedad o a un seguro médico, y tampoco es probable que se pronuncien sobre la salud y la seguridad en los lugares de trabajo debido al temor de perder su empleo.
La Comisión de trabajo justo de Australia recientemente desestimó un recurso de BHP con respecto a su modelo de subcontratación, Servicios de operaciones, y coincidió con el CFMEU y con varios otros sindicatos afiliados de IndustriALL en que no se había demostrado un acuerdo genuino con la fuerza de trabajo y que los contratos no pueden pasar la “prueba de mejoras generales” en comparación con el laudo de la industria, ya que se basa en salarios más bajos por el mismo trabajo de los trabajadores por contrata.
Mientras que los sindicatos australianos tenían recursos debido a un sólido marco normativo y sistema judicial, los sindicatos del Sur global generalmente no tienen acceso a reparación frente a violaciones de los derechos humanos por parte de empresas multinacionales extranjeras.
El principal “pedido” de los inversores en la mesa redonda fue que involucraran BHP en las preocupaciones planteadas.
Como señalo Kemal Özkan, secretario general adjunto de IndustriALL:
“La empresa debe enfrentar los riesgos a los que está exponiendo a su fuerza de trabajo, y abordar las malas prácticas laborales, ambientales y de gestión en los activos sudamericanos de los que es propietaria o copropietaria. BHP se ha negado repetidamente a entablar un diálogo directo con IndustriALL, cerrando así una importante vía para resolver problemas a nivel local”.
“Surge la pregunta de por qué la empresa está evitando deliberadamente dialogar con los trabajadores y sus representantes”.
Foto 1: Igor Díaz, presidente de SINTRACARBON, Colombia, en la mesa redonda virtual.
Foto 2: Marcelo Franco, presidente del sindicato de trabajadores de la mina Cerro Colorado de BHP en Chile y jefe del Comité Coordinador que reúne a seis sindicatos de BHP, en la reunión general anual de BHP en Londres, en octubre de 2019.