11 marzo, 2021Un equipo de sindicalistas logró resultados impresionantes en una reunión técnica de la OIT al garantizar que la Transición Justa y el trabajo decente sean los conceptos subyacentes para la transformación del sector.
La Reunión técnica sobre el futuro del trabajo en el sector automotriz se celebró del 15 al 19 de febrero de 2021. Al igual que en todas las reuniones de la OIT, se le encargó a un comité tripartito la elaboración de un plan para el sector, para el que representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores se reunieron, tanto física como virtualmente, durante una semana con el fin de negociar.
La industria automotriz se está transformando enormemente por la necesidad de cambiar a una economía neutra en carbono, el desarrollo de vehículos eléctricos, nuevas formas de transporte y otros factores. La consecuencia para los trabajadores es que muchas fábricas de automóviles están cerrando, numerosas empresas están reduciendo su tamaño y hay un cambio del tipo de trabajo de manual a no manual. Los proveedores de componentes también se ven muy afectados porque los autos eléctricos usan una mínima parte de los componentes de los autos a gasolina y diésel.
Durante la reunión se desarrolló un esquema para guiar a la industria por esta transformación con la menor perturbación posible y mantener al mismo tiempo la compleja capacidad de fabricación y las competencias de los trabajadores. La delegación de trabajadores se esforzó enormemente para asegurarse de que conceptos clave como la Transición Justa, el trabajo decente, la igualdad de género y el aprendizaje permanente estén presentes en el documento final. También procuraron que en las conclusiones se mencionaran las cadenas mundiales de suministro y los procedimientos de debida diligencia en relación con estas. La dedicación de los trabajadores también resultó en un fuerte enfoque en la dimensión social de la transformación y, con ella, la exigencia central de que nadie quede relegado.
Con el fin de respetar las nuevas prácticas de trabajo generadas por la pandemia de COVID-19, los representantes gubernamentales y sindicales estuvieron físicamente presentes en la sede de la OIT en Ginebra, pero en salas separadas. El portavoz del grupo de trabajadores, Ben Norman, de Unite, lo describió como una “experiencia surrealista en un edificio casi abandonado”.
Otros participantes se incorporaron a la reunión de manera virtual. Entre los representantes de los trabajadores se encontraban activistas sindicales de Alemania, Argentina, Brasil, Canadá, Corea, España, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Reino Unido y Turquía. El secretario general adjunto, Atle Høie, y el director del sector automotriz, Georg Leutert representaron a IndustriALL.
“El grupo de trabajadores estaba bien preparado”, expresó Norman.
“Logramos convencer a los empleadores y a los gobiernos de la importancia de la debida diligencia, de la necesidad de enfrentar las preocupaciones sobre las condiciones de trabajo en las cadenas de suministro y el papel central de la negociación colectiva y el diálogo social. Coincidimos todo el tiempo en la importancia del aprendizaje permanente, que es fundamental para el documento final”.
“Estábamos bien organizados porque este es nuestro trabajo diario como sindicalistas”, indicó Angelo DiCaro, de Unifor.
La exalumna de la Global Labour University Isabelle Gagel grabó una serie de videos para ayudar a los participantes a prepararse: uno de ellos trataba temas centrales que se iban a discutir, otro abordaba la dimensión de género del mundo del trabajo en constante cambio, y otro los procedimientos de reunión y detalles técnicos de la OIT.
Por momentos se vivieron situaciones de confrontación en la reunión, incluso uno de los participantes se refirió a los empleadores diciendo que “se esfuerzan para que la realidad quede fuera de la reunión”, y “tratan a los trabajadores como herramientas desechables y no como seres humanos”. El hecho de que no hubiera oportunidad de charlar tranquilamente durante las pausas también contribuyó a la atmósfera de confrontación.
Høie reflexionó sobre el equilibrio entre el esfuerzo que significó la reunión y el producto final:
“Puede parecer extraño que se necesiten semanas de trabajo para lograr un documento de seis páginas. Con frecuencia era muy difícil encontrar el lenguaje adecuado de la OIT para expresar nuestro punto de vista, pero logramos un buen resultado. Estábamos bien preparados y logramos llegar a buenas conclusiones mediante la negociación”.
El documento final otorga a la OIT una misión y un presupuesto para llevar a cabo actividades de promoción del diálogo social. El documento reconoce el valor del sector automotriz para la economía mundial y el trabajo decente. Si bien el sector crea puestos de trabajo, también necesita tratar el tema de su huella ambiental y las condiciones de trabajo en sus cadenas de suministro.
La transformación en el sector automotriz es desigual, y los participantes consideraron que los países del hemisferio sur debían beneficiarse al máximo de este proceso. Varias de las conclusiones más importantes hacen especial referencia a estos países. Los afiliados ya tienen planes de seguimiento: en Turquía, por ejemplo, el sindicato del sector automotriz Turk Metal se acercará a la Federación de empleadores MESS para desarrollar un enfoque con el objetivo de gestionar la transición. En Corea, el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos KMWU exigirá un diálogo social sobre la transformación a través de la negociación colectiva, utilizando el marco desarrollado en la reunión. La Alianza de Trabajadores Metalúrgicos de Filipinas incluirá el tema en la próxima negociación colectiva.
Para los sindicatos, la reunión tuvo un resultado doble: un buen documento de trabajo que influirá fuertemente en la política de transformación en el sector automotriz, y un equipo de sindicalistas que están informados sobre los temas y comprometidos a trabajar juntos.
Leutert resumió el trabajo realizado en las siguientes palabras:
“Admiro la pasión y el espíritu de todos los que se ofrecieron como voluntarios para participar en las negociaciones en estas circunstancias: solos frente la pantalla de su computadora, temprano en la mañana o a altas horas de la noche. Nos organizamos para defender los puestos de trabajo, porque cada puesto de trabajo es importante”.