23 marzo, 2020El 20 de marzo, Erlan Baltabay, dirigente del Sindicato Independiente de Trabajadores del Petróleo y la Energía de Kazajistán, fue liberado de prisión.
IndustriALL y la CSI han denunciado repetidamente los cargos, la intimidación y la persecución hacia Erlan Baltabay como actos de represalia por su activismo sindical y su posición de principios en apoyo de otros dirigentes de la actualmente disuelta Confederación de Sindicatos Independientes de Kazajistán (KNPRK), condenados a diferentes limitaciones en sus libertades.
En julio de 2019, tras ser declarado culpable de cargos falsos de apropiación indebida de fondos sindicales, Baltabay recibió una condena de siete años de prisión y se le prohibió realizar cualquier actividad pública, incluidas las actividades sindicales.
La condena llegó un mes después de que la OIT instara al gobierno de Kazajstán a garantizar que los sindicatos “disfruten, sin más demora, de la plena autonomía e independencia de una organización de trabajadores libre e independiente”.
En agosto de 2019, luego de una campaña sindical internacional masiva en favor de su liberación, Baltabay fue liberado de prisión mediante un indulto emitido por el presidente de Kazajistán. Sin embargo, no se le restituyeron sus derechos.
Su estatus de criminal convicto y la prohibición de realizar actividades sindicales se mantuvieron. El tiempo restante de su pena de siete años se reemplazó por una multa, que Baltabay se negó a pagar. El dirigente se rehusó a reconocer el indulto presidencial y quiso apelar su sentencia inicial para demostrar su inocencia y recuperar sus derechos fundamentales.
En cambio, en octubre, Baltabay recibió una nueva condena de prisión de cinco meses y ocho días por no pagar la multa. Aunque cumplió su nueva pena en su totalidad, aún se le prohíbe realizar cualquier actividad pública, incluidas las actividades sindicales, durante los próximos siete años.
Kemal Ozkan, secretario general adjunto de IndustriALL, expresó:
“La liberación de Erlan es una buena noticia, aunque sea demasiado tarde. Esto no significa que todo esté resuelto; nuestra campaña continuará hasta que termine la represión contra los dirigentes sindicales independientes y democráticos en Kazajistán, un país con algunos de los violadores de derechos laborales más implacables del mundo”.