11 diciembre, 2014Un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aboga por políticas de salario mínimo y negociación colectiva para combatir la desigualdad salarial.
En la introducción del Informe mundial sobre salarios 2014/15 de la OIT, el director general de la organización, Guy Ryder, dice:
“En muchos países, la distribución de los salarios y el empleo remunerado ha sido un factor clave en las recientes tendencias de desigualdad. Esto pone de relieve la importancia de las instituciones y las políticas del mercado de trabajo – incluyendo lo salarios mínimos y la negociación colectiva – que tienen un efecto sobre la distribución de los ingresos.”
El crecimiento de los salarios se redujo hasta llegar casi a acero en las economías desarrolladas, con verdaderas disminuciones en determinados países. Según el informe, el crecimiento promedio de los salarios en las economías desarrolladas fluctuó en alrededor del 1 por ciento anual a partir de 2006 y desde entonces desaceleró aún más hasta llegar a sólo 1,0 por ciento en 2012 y 0,2 por ciento en 2013.
“El estancamiento de los salarios debe ser abordado como una cuestión de justicia y de crecimiento económico”, dijo Sandra Polaski, directora general adjunta de la OIT para Políticas “Y como la desigualdad general es sobre todo una consecuencia de la desigualdad de salarios, es necesario adoptar políticas del mercado laboral para enfrentarla.
Sin embargo, los salarios en las economías desarrolladas siguen siendo en promedio cerca de tres veces más altos que en el grupo de economías emergentes y en desarrollo.
En las economías en desarrollo, el informe revela grandes diferencias en las regiones.
En 2013, los salarios crecieron en 6,0 por ciento en Asia y 5,8 por ciento en Europa Oriental y Asia Central, pero sólo en 0,8 por ciento en América Latina y el Caribe.
En el Oriente Medio, los salarios muestran un aumento de 3,9 por ciento, pero sólo de 0,9 por ciento en África. Sin embargo, los datos para estas regiones aún están incompletos.
El informe también dice que en la mayoría de los países en los que la desigualdad ha aumentado, como en Estados Unidos o en España, los cambios en los salarios y el empleo han sido la fuerza dominante.
Las diferencias salariales entre diversos grupos de trabajadores, como las mujeres, los migrantes y los trabajadores de la economía informal también contribuyen a la desigualdad en general.
La brecha entre los salarios y la productividad también se ha ampliado, especialmente en las economías desarrolladas, lo que significa que, aunque el valor de los bienes ha aumentado, no se corresponde con los salarios más altos.
“Esta tendencia significa que los trabajadores y sus hogares están obteniendo una parte más pequeña del crecimiento económico, mientras que los propietarios del capital reciben mayores beneficios”, dice la OIT.
“Si bien los mecanismos de redistribución fiscal, como los impuestos y las políticas de protección social, son parte de la solución, no pueden soportar toda la carga de subsanar la desigualdad. Una estrategia exhaustiva debería incluir políticas sobre salario mínimo, fortalecimiento de la negociación colectiva, eliminación de la discriminación contra los grupos vulnerables, así como políticas impositivas progresivas y sistemas de protección social adecuados,” dijo Polaski.
Jyrki Raina, secretario general de la IndustriALL Global Union, dijo:
“Acogemos con satisfacción las conclusiones del informe, que avala nuestras acciones para lograr un salario digno a través de campañas integrales sobre el salario mínimo nacional y una firme negociación colectiva a nivel industrial.”