20 julio, 2023Durante un encuentro de sindicatos ucranianos, seguido de una reunión tripartita en la que participaron representantes de la OIT, la ONU y el Gobierno del país, se expuso el alcance de las violaciones de los derechos laborales y se abordaron las demandas sindicales vinculadas a la reconstrucción de posguerra.
“El pueblo, los trabajadores y los sindicatos ucranianos cuentan con nuestro apoyo inquebrantable”,
expresó el secretario general adjunto de IndustriALL, Kemal Özkan, al inaugurar la reunión. Durante dos días, los asistentes debatieron sobre qué tipo de país quiere ser Ucrania una vez finalizado el conflicto y cómo quiere tratar a su pueblo, con los sindicatos como una parte fundamental de la discusión.
“Existe una necesidad apremiante de hacer frente a las violaciones de los derechos humanos y laborales. Debemos compartir las realidades sobre el terreno y llevar las pruebas a la atención de las autoridades internacionales, en particular a la OIT. Aunque estemos en guerra, la voz de los trabajadores debe ser escuchada internacionalmente”.
“También debemos mirar hacia adelante y prepararnos para la reconstrucción del país. Si la Ucrania de la posguerra quiere partir de una base democrática, debe integrar a los sindicatos en este proceso”,
remarcó Isabelle Barthès, secretaria general adjunta de industriAll Europe.
“Se necesitará una inversión enorme, y debemos asegurarnos de que esta se realice sobre la base del respeto de los derechos de los trabajadores”.
La reunión tripartita del 13 de julio reunió a 13 sindicatos de Ucrania, afiliados a IndustriALL Global Union e industriAll Europe, así como a representantes de la OIT, la ONU y el Gobierno y empleadores ucranianos. El día anterior, estos sindicatos habían mantenido un debate interno con la participación de sus centrales nacionales: la Federación de Sindicatos de Ucrania (FUP) y la Confederación de Sindicatos Independientes (KVPU).
Los derechos laborales en tiempos de guerra: testimonios
A través de discursos emotivos, representantes sindicales de las industrias química, minera, electrónica y de ingeniería, aviación, petróleo y gas describieron la realidad de los trabajadores en una Ucrania devastada por la guerra, en la que experimentan bombardeos de fábricas a diario, una escasez de personal especializado y paros de producción.
La minería del carbón es crucial para la economía y el suministro energético de Ucrania. Los dirigentes sindicales del sector minero mencionaron una escasez de mano de obra calificada, consecuencia de que los jóvenes hayan sido reclutados en el ejército o huido del país.
La situación de las minas también es precaria en materia de salud y seguridad, ya que los mineros realizan su labor sin el equipo de protección personal adecuado. Los niveles de polvo, por ejemplo, pueden ser hasta tres veces más altos de lo permitido. Como muchas minas están muy endeudadas, no se realizan aportes a la seguridad social, lo que hace imposible financiar la jubilación anticipada de los mineros a pesar de trabajar en condiciones peligrosas.
En las zonas ocupadas de Donetsk y Lugansk, la situación de los trabajadores es extremadamente dura. Es difícil obtener información, ya que quienes se comunican con los sindicatos fuera de los territorios ocupados corren el riesgo de sufrir graves represalias por parte de los opresores.
No obstante, ha habido informes de casos de imposición de la ciudadanía rusa, de reclutamiento forzoso en el ejército ruso, de minas ilegales que infringen las normas ambientales, de mujeres y niños obligados a trabajar en minas, y de minas inundadas que representan un peligro para el medioambiente.
Los dos representantes de la ONU, Noel Kalhoun y Denise Brown, destacaron la dificultad, pero también la importancia, de recopilar testimonios de estos abusos.
“Cada vez es más difícil encontrar personas dispuestas a hablar, pero tenemos que hacerlo igual. De lo contrario, serán olvidadas. Hablamos con víctimas y testigos, por teléfono o en persona, para conocer la verdad sobre lo que está sucediendo. Estos informes se convierten en parte del registro permanente de la ONU sobre lo que está ocurriendo en Ucrania y llegan hasta Ginebra y Nueva York”.
“Los derechos laborales son derechos humanos y también deben protegerse en tiempos de guerra. Ustedes pueden, y deben, ayudar a sus miembros a denunciar las violaciones de sus derechos”,
declaró Casper Edmonds, jefe de la unidad de Industrias Extractivas, Energía y Manufactura de la OIT.
“Debemos desarrollar un registro de lo que está sucediendo en las zonas controladas temporalmente por la Federación Rusa. Las violaciones, los asesinatos, el trabajo forzoso y los abusos en materia de salud y seguridad laboral y libertad sindical deben registrarse para hacer que los responsables rindan cuentas”.
Los cambios en la legislación laboral vulneran los derechos laborales
Inmediatamente después del inicio de la guerra, en marzo de 2022, el Parlamento ucraniano aprobó la Ley sobre la Organización de las Relaciones Laborales bajo la Ley Marcial, lo que restringió gravemente el ejercicio de los derechos individuales y colectivos de los trabajadores.
Una serie de leyes adicionales promulgadas en 2022 resultaron en un retroceso masivo para los derechos laborales en el país. Esto representa una gran amenaza para los cimientos de las relaciones laborales y, en general, para el diálogo social, algo que el país necesita desesperadamente en estas épocas tan difíciles, en medio de la guerra y la ocupación.
Dichos proyectos de ley son una continuación de la llamada reforma para liberalizar el mercado laboral y desregular las relaciones laborales en Ucrania. Desafortunadamente, en lugar de mejorar el Código Laboral vigente, los responsables políticos ucranianos están eliminando casi todos los derechos que los trabajadores han conquistado.
El resultado es una desprotección y una carrera hacia el abismo para los trabajadores, en consonancia con las prescripciones de las instituciones financieras internacionales.
Entre los cambios se encuentra una nueva ley que excluye a los trabajadores de las pequeñas y medianas empresas de la protección legal a través de un nuevo “régimen contractual para regular las relaciones laborales”. Bajo este régimen, todas las condiciones de trabajo quedan determinadas por el contrato de trabajo y no por la legislación laboral.
Los convenios colectivos siguen vigentes bajo la ley marcial, pero no se respetan, y los empleadores pueden suspender partes de estos acuerdos sin consultar a los sindicatos. La suspensión de los pagos por actividades recreativas y deportivas ha conducido a la suspensión de los pagos a los sindicatos. La ley de presupuesto impide los aumentos salariales.
“Los cambios recientes en la legislación laboral en Ucrania están muy alejados de las normas internacionales. Son perjudiciales y erróneos. Los cambios deben generarse por medio del diálogo social”,
expresó Kemal Özkan.
La reconstrucción de posguerra
Desde la invasión en febrero del año pasado, alrededor de cinco millones de personas han huido de Ucrania y se han registrado de cuatro a cinco millones de desplazados internos. A esto se suman los veteranos de guerra, una generación entera de niños, niñas y adolescentes traumatizados, y 120.000 personas recientemente discapacitadas solo en los primeros seis meses de 2023.
Cientos de miles de mujeres han asumido un nuevo papel, ya que ahora tienen la responsabilidad de mantener a sus familias. Sin embargo, no existe un sistema para el cuidado de las personas mayores o los hijos, algo que tradicionalmente había sido una tarea femenina.
“La cuestión de la reconstrucción de posguerra en Ucrania necesita toda nuestra atención. ¿Cómo y quién la financiará? ¿Cómo imponemos condiciones sociales a las inversiones? ¿Cómo participan los sindicatos en los debates? No habrá reconstrucción sin justicia social y sin fortalecer los derechos laborales y sindicales”,
recalcó Isabelle Barthès.
La reconstrucción del país debe abarcar más que la reconstrucción de las carreteras y las casas. También debe tener en cuenta las pensiones, el reaprendizaje y el logro de una Transición Justa para los trabajadores, ya que una economía moderna no solo se basa en la extracción y la agricultura, sino también en la fabricación.
La transición a la energía verde será un gran desafío para Ucrania. Siguen abriéndose nuevas minas, al tiempo que el carbón continúa siendo la forma de energía más disponible y abundante. Los mineros ucranianos necesitan una Transición Justa y una visión para el futuro del carbón. El próximo proyecto de cooperación entre los sindicatos mineros ucranianos y el IGBCE alemán será una importante oportunidad de aprendizaje. Este sindicato de la industria energética y minera tiene un largo historial de transformación del sector del carbón alemán mediante la participación sindical.
Los sindicatos deben comenzar a desarrollar sus demandas para desempeñar un papel en la reconstrucción del país, ya sea con respecto a las políticas macroeconómicas o al mercado laboral. Si no expresan sus demandas, no podrán hacerse oír las voces de los trabajadores que están desempeñando un papel crucial durante la ocupación.
Con respecto al reciente informe sobre las violaciones de los derechos laborales fundamentales elaborado por IndustriALL y la OIT, Casper Edmonds comentó:
“Si no fuera por los 1200 trabajadores que están haciendo su trabajo con diligencia, probablemente ya habría habido un gran incidente nuclear”.
“Estos dos días han sido muy fructíferos, emotivos y constructivos. Los trabajadores deben estar en el centro de la reconstrucción del país”,
expresó Kemal Özkan.
“Tenemos que darle a la gente una razón para regresar a Ucrania. Deben garantizarse los salarios y la protección”.