28 mayo, 2024Aunque la presidenta de Georgia, Salomé Zourabisjvili, vetó una nueva y controvertida ley que limitaba el espacio democrático en el país, el Parlamento la ha aprobado, lo que ha desencadenado amplias protestas.
A pesar de la postura de la mandataria contra de la ley propuesta tras su aprobación por el Parlamento a principios de este mes, y de la creciente presión de Estados Unidos y la UE para que la abandonara, el partido gobernante declaró que perseveraría.
El 28 de mayo, el Parlamento de Georgia votó a favor de anular el veto presidencial sobre la ley que obliga a cualquier organización que reciba más del 20 por ciento de sus fondos del exterior a registrarse como “defensora de los intereses de una potencia extranjera”. La ley, apodada “ley sobre agentes extranjeros” o “ley rusa” por sus detractores, tiene como objetivo controlar, incluso estigmatizar y limitar, el espacio democrático para los sindicatos, la sociedad civil y los medios de comunicación. La propuesta recuerda a una controvertida ley vigente en Rusia.
Esta norma tendrá un gran impacto sobre los derechos laborales, ya que la legislación georgiana considerará a los sindicatos como ONG. El objetivo principal de esta ley es atacar los derechos laborales básicos y silenciar a los sindicatos y organizaciones civiles sobre las violaciones de los derechos e intereses de los trabajadores.
El secretario general de IndustriALL, Atle Høie, declaró:
“Este es un revés para los valores democráticos en Georgia y tendrá un enorme impacto sobre los sindicatos. La legislación socava gravemente los derechos humanos y sindicales, y crea obstáculos para el buen funcionamiento de las organizaciones de la sociedad civil que reciben fondos del extranjero para llevar a cabo sus actividades legítimas en defensa de la democracia.
“Este un claro obstáculo para las actividades de los sindicatos, ya que la solidaridad que reciben de organizaciones internacionales y europeas contribuye a la realización de cursos de formación, al desarrollo de capacidades, a la prestación de servicios jurídicos y a la organización y asistencia a conferencias y eventos”,
afirmó Judith Kirton-Darling, secretaria general de industriAll Europe.
“Estamos muy preocupados por la adopción de esta controvertida ley sobre ‘agentes extranjeros’ en Georgia, ya que va en contra de los principios fundamentales de las normas jurídicas de la UE, como la protección de los derechos humanos, incluida la aplicación de una ambiciosa estrategia en materia de derechos humanos, y la libertad de reunión y expresión. La aprobación de esta ley será un grave revés para los derechos democráticos. Supondrá un verdadero desastre para las posibilidades de Georgia de ingresar en el bloque comunitario, apenas seis meses después de que se le concediera el estatus de candidato”.