23 julio, 2015Continúan y se intensifican los ataques a los derechos fundamentales en todo el mundo. Gobiernos y empresas multinacionales utilizan sucias tácticas para impedir que los trabajadores se unan a un sindicato de su libre elección y mantenerlos alejados de nuestras importantes herramientas: la negociación colectiva y las huelgas.
Por eso la IndustriALL Global Union sigue luchando y reaccionando mediante campañas contra esas graves violaciones.
Cada hora, cada día, cada semana.
No sólo nuestro sindicato mundial lucha constantemente para mejorar la vida de nuestros miembros, u organizar a nuevos miembros, o aumentar nuestra unidad y comprensión común.
Es una necesidad para la IndustriALL y sus afiliados en todo el mundo. Todos tenemos que combatir constantemente, día a día, las graves violaciones de empleadores y de gobiernos.
Grecia. Un caso claro de cómo se pisotean los derechos sindicales en el marco de las políticas de austeridad. La IndustriALL Global Union sigue hombro con hombro con los trabajadores y los ciudadanos griegos en esta importante batalla por la democracia, la dignidad humana y los derechos fundamentales. La IndustriALL enviará pronto una misión a Grecia para demostrar su constante solidaridad. Seguiremos abogando por una solución justa y sostenible.
¿Es sólo Grecia? No.
Este mes se están atacando los derechos sindicales legales en el trabajo de los obreros en todo el Reino Unido. El Gobierno conservador está impulsando un proyecto de ley en el Parlamento que reducirá en gran medida el derecho a la huelga. La nueva ley permitirá a los empleadores contratar trabajadores de sustitución para romper las huelgas, exigirá a los sindicatos un preaviso de 14 días para convocar una huelga y el 50 por ciento de los votos a favor, además de no permitir la votación electrónica en lugar del voto por correo.
Incluso los piquetes de más de seis personas se considerarán delito. Si estos cambios se incorporan en la legislación, el Reino Unido tendrá las leyes de huelga más antiobreras de Europa Occidental.
Y todo esto sucede en el corazón de Europa.
Y la abrumadora mayoría de las empresas siguen el mismo camino. Incluso peor.
Grandes marcas y empresas multinacionales obligan a la IndustriALL a hacer campaña todos los días por su desprecio de los derechos humanos fundamentales en sus cadenas de suministro. En dos fábricas de Turquía, miembros de nuestros afiliados son despedidos y amenazados simplemente por unirse al sindicato. Esos trabajadores fabrican productos caros para marcas de lujo como Mulberry, pero las marcas no han tomado verdaderas medidas para que se readmita a los sindicalistas despedidos.
También en Turquía, Enpay, un proveedor nacional de grandes empresas como ABB, Alstom y Schneider, está despidiendo trabajadores simplemente por afiliarse a los sindicatos. Y hay muchos otros casos similares en la industria metalúrgica.
El repugnante trato de Nissan a sus trabajadores en Canton, Mississippi, está dando lugar a una creciente coalición internacional de sindicatos en Nissan y su socio corporativo Renault.
Este mes, el grupo minero Thriveni amenazó a trabajadores indios que desean unirse al afiliado a la IndustriALL HKMF. Estamos pidiendo al principal cliente Tata que actúe a este respecto.
El caso de Syngenta en Pakistán sigue su curso, a pesar de que en los procesos judiciales en el país se siguen considerando ilegales las prácticas de empleo de la empresa. Y lo mismo puede decirse del fabricante multinacional de guantes Ansell en Sri Lanka, donde la empresa sigue dañando a los trabajadores.
Las gigantescas empresas mineras Rio Tinto y Glencore continúan acercando las posiciones de nuestros sindicatos mineros con su sistemática falta de respeto a nuestros miembros en todos los continentes.
La lista es interminable. La IndustriALL continuará afrontando el desafío con la unidad y la fuerza de los trabajadores.
Sin embargo, también hay buenas noticias.
En América del Norte, el Steelworkers logró un convenio colectivo de seis años con Crown Holdings en la planta de Toronto tras una orgullosa huelga de 22 meses. Nuestras compañeras y nuestros compañeros volvieron al trabajo en una posición férrea contra las tentativas de suprimir el sindicato. ¡Enhorabuena!
Nuestras compañeras y nuestros compañeros de Myanmar consiguieron su primer salario mínimo tres años después de legalizarse los sindicatos. No están solos. Los sindicatos tailandeses están llevando a cabo una campaña similar para aumentar su salario mínimo..
Y hay más.
La lucha continua.
Kemal Özkan
Secretario general adjunto